SABADO Ť 27 Ť OCTUBRE Ť 2001
Ť Desmantelarse, demanda Irlanda al ERI
Estalla bomba durante disturbios de protestantes; un soldado herido
AFP Y DPA
Belfast, 26 de octubre. Un soldado británico fue herido gravemente esta noche al estallar una bomba de poca potencia durante disturbios protestantes en Ardoyne, barrio del norte de Belfast, informó la policía.
El incidente ocurrió en la línea divisoria del feudo protestante de Glennbryn y el barrio católico de Ardoyne, al final de una manifestación de centenares de unionistas. Varios policías resultaron heridos levemente al recibir cocteles molotov y adoquines.
Desde septiembre la policía y el ejército protegen la escuela primaria católica para niñas Holy Cross, enclavada en territorio protestante, que desde la apertura del curso escolar se ha convertido en escenario de tensiones intercomunitarias.
Los incidentes de esta noche ocurrieron dos días después que el Ejército Republicano Irlandés (ERI) anunció en una histórica declaración que había comenzado a destruir su arsenal, para salvar el proceso de paz.
Horas antes el primer ministro irlandés, Bertie Ahern, advirtió que el Sinn Fein, brazo político del ERI, no podrá participar en el gobierno de la República de Irlanda mientras el grupo no sea desmantelado.
"Mi posición sobre eso siempre ha sido clara. Ya anuncié que no cambiará hasta que el ERI decida dejar de existir como organización", declaró a la radio RTE.
Gerry Adams, presidente del Sinn Fein, y su brazo derecho, Martin McGuiness, "di-jeron públicamente, al menos en dos o tres ocasiones en los últimos años, que continuarían trabajando para que un día todos reconozcan que en este país no hay más que un ejército y una policía", explicó Ahern.
En junio de 2002 termina la actual legislatura en Irlanda, en la que el partido de Ahern, el Fianna Fail, ha precisado del apoyo de otras fuerzas para gobernar.
Observadores políticos apuntan que en las próximas elecciones legislativas el Sinn Fein podría obtener entre seis y 10 diputados en el Parlamento (de 166), cuando en la actualidad cuenta con uno.
Por otra parte, Irlanda ratificó la convención de Naciones Unidas contra la tortura y el tratamiento inhumano, anunció el ministro de Justicia irlandés, John O'Donoghue, por lo cual sus tribunales podrán juzgar a cualquier persona acusada de haber cometido tortura en cualquier parte del mundo. De ser encontrado culpable, el reo puede recibir condena a cadena perpetua.
La nueva ley que permite la ratificación de la convención prohíbe la extradición si puede tener como resultado que el acusado sea sometido a tortura