SABADO Ť 27 Ť OCTUBRE Ť 2001
Ť México aporta mil personas para estas labores; Italia y España, 25 mil, indica
Sólo tres de cada 100 misioneros son de América; el continente concentra la mitad de católicos: CEM
JOSE ANTONIO ROMAN ENVIADO
Morelia, Mich., 26 de octubre. Pese a que América concentra la mitad de los mil millones de católicos del mundo, sólo tres de cada cien misioneros son de aquí. México, con poca conciencia misionera y una fuerte "inmovilidad" de laicos, aporta sólo mil misioneros ad gentes, mientras otros países, como España e Italia, tienen un promedio de 25 mil.
Los datos se manifestaron en el primer día de trabajos del decimosegundo Congreso Nacional Misionero, organizado cada cinco años por la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), y que en esta ocasión reúne una veintena de obispos de todo el país, unos 4 mil congresistas de más de 70 diócesis y 25 congregaciones misioneras, en cuatro sedes alternas, donde discuten en mesas de trabajo nuevas propuestas para el trabajo misionero.
El obispo de Villahermosa, Florencio Olvera Ochoa, presente en la sede del Colegio Salesiano, señaló que para la Iglesia católica mexicana es "prioritaria" la tarea misionera, pues en el caso de los misioneros ad gentes sólo tiene un millar en el extranjero, principalmente en naciones de Asia y Africa.
Debemos encontrar con rapidez mecanismos y programas suficientemente eficaces para impulsar la tarea misionera, dijo. Además, en medio de esta tarea se debe hacer frente al rápido crecimiento de grupos protestantes y al fenómeno de "indiferencia religiosa" que se experimenta en la sociedad moderna.
El director de las Obras Misionales Pontificioas Episcopales, monseñor Arturo Mejía, lamentó que pese a que 90 por ciento de la población del país es católica, pocos viven los preceptos del evangelio. Los demás son los que la Iglesia ha denominado "cercano-lejanos" y cuyo número "aumenta preocupantemente".
Continente de contradicciones
Entre los materiales distribuidos para este congreso, se señala que América vive una "gran contradicción", pues aunque la inmensa mayoría de su población es católica y se supone que profesa los principios evangélicos, en la región persisten el narcotráfico, la discriminación, la creciente y escandalosa brecha entre ricos y pobres, la marginación, el aborto y la corrupción, actos que atentan contra la vida y los derechos humanos de las personas.
En el documento de trabajo que estudian los congresistas se cita una serie de problemas que enfrenta la Iglesia católica para poder hacer la tarea misionera con éxito, entre ellas la poca conciencia misionera en iglesias locales particulares; la poca participación de los laicos en la misión; deficiencias en practicar la inculturación y el diálogo; iglesias locales que quieren recibir más que generar y dar, y poco aprovechamiento de las Obras Misionales Pontificias Episcopales.
Tras citar que México cuenta con 83 circunscripciones eclesiásticas católicas, 5 mil 462 parroquias y 4 mil 359 centros pastorales, todo ello atendido por 119 obispos, 13 mil 141 sacerdotes (nueve mil 689 diocesanos y 3 mil 456 religiosos), 8 mil 93 religiosos, 103 mil 875 catequistas, 6 mil 58 seminaristas menores y 7 mil 519 seminaristas mayores, la Iglesia católica en el país aporta muy poco a la tarea misionera.
Para el caso de las misiones, se señala que Europa es el continente que más recursos materiales y económicos aporta a esa labor. Sin embargo, se prevé que pronto dejará de ser el número uno en las ayudas que ofrece, pues muchos seminarios están vacíos, y la población se hace vieja rápidamente, además de que las vocaciones sacerdotales registran una drástica caída.
Este primer día de trabajos se inició con la celebración eucarística en las cuatro sedes, presidida por distintos obispos, tras las cuales se dictaron dos conferencias magistrales y por la tarde los congresistas se dividieron en mesas de trabajo.
A mediodía, en conferencia con la prensa, el arzobispo de Tlalnepantla y presidente de la Comisión de Misiones del Episcopado Mexicano, Ricardo Guízar, señaló, en compañía del arzobispo anfitrión, Alberto Suárez Inda, que la conciencia misionera necesita de una renovación, a través de la realidad cotidiana, de manera especial México, pues lamentablemente "no es precisamente de los países que más misioneros tenga''.
Al ser cuestionado sobre los países musulmanes, monseñor Guízar indicó que la realidad de estos países es difícil para la Iglesia católica, pues se manifiesta una marcada aversión contra el cristianismo y se prohíbe misionar en sus tierras.