SABADO Ť 27 Ť OCTUBRE Ť 2001

Ť Las universidades deben plantearse metas más realistas, dice Rafael Rangel Sostmann

Inaceptable gravar la enseñanza; "no la amuelen"

CLAUDIA HERRERA BELTRAN ENVIADA

Monterrey, NL, 26 de octubre. El rector del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, Rafael Rangel Sostmann, consideró hoy que el Programa Nacional de Educación tiene buenos proyectos, pero no establece políticas claras sobre cómo se van a lograr ni la cantidad de recursos que se necesitan en un país donde hay universidades públicas estatales que cuentan con presupuestos por alumno que calificó de "irrisorios".

El ex colaborador de la Presidencia de la República cuando presidió el Consejo Nacional de la Educación para la Vida y el Trabajo (Conevyt) señaló que por ello el presupuesto educativo debe incrementarse, pero, al mismo tiempo, las universidades públicas tienen que ponerse metas más realistas y, por ejemplo, no obligar a sus maestros a hacer investigación cuando no disponen de fondos para ello.

Tras participar en un foro sobre el uso de la tecnología en las universidades, señaló que el aumento del presupuesto educativo depende en gran medida de que se apruebe la reforma fiscal, pero no como planteó el gobierno federal, cobrando IVA en libros y colegiaturas. "Está bien cobrar IVA al consumo, pero no en educación. Que no la amuelen", señaló.

Indicó que la meta gubernamental de incrementar el presupuesto educativo para que represente 8 por ciento del PIB (ahora equivale a 6.1 por ciento) es positiva, pero todavía se "queda corta", porque implica aumentar los recursos con respecto a un indicador que en México es muy bajo.

Dijo que en el programa educativo tampoco hay políticas claras para atraer la inversión de la iniciativa privada en enseñanza, aunque señaló que quienes deben contribuir más son los gobiernos federal y estatales, los cuales reciben más fondos desde que comenzó la política de federalización, pero no los invierten en educación.

Por eso, consideró que no se debe poner a competir a los estudiantes mexicanos con los de países avanzados, pues, anotó, no se toma en cuenta que nuestro país destina presupuestos muy bajos a la educación.

Durante su exposición ante una treintena de autoridades de universidades públicas y privadas de América Latina que se distinguen por su desarrollo tecnológico, consideró que las universidades públicas mexicanas necesitan redefinir sus perfiles y ser "más realistas". Por ejemplo, dejar de exigir a sus profesores que hagan investigación si no disponen de recursos para ese fin.

Expuso que la distribución de recursos para las universidades públicas es tan desigual que tres del Distrito Federal concentran la mayor parte del presupuesto y las 34 restantes tienen fondos muy bajos, que calificó de "ridículos".

No obstante, señaló que en México el gobierno y las universidades públicas idealizan mucho las metas de la enseñanza superior y se "meten en un laberinto", cuando no se dispone de suficientes recursos para que todas las instituciones puedan hacer investigación.

Dijo que en lugar de ello, los centros educativos con bajos recursos deberían enfocarse más a la docencia y al desarrollo de tecnología que a tareas que son muy costosas, para las cuales no cuentan con dinero para desarrollarlas.

Mencionó como ejemplo al Tec de Monterrey. Señaló que es imposible que los 32 campus se dediquen a la investigación, por lo que el programa de 2005 establece que en Nuevo León y el Distrito Federal se concentrarán este tipo de actividades.

Señaló que las universidades públicas que cuentan con bajos recursos tienen como alternativa "aceptar su realidad, pero no de una manera derrotista, sino poniéndose metas que puedan alcanzar y no objetivos para un país que no tenemos".

Creciente uso de Internet

El simposio El uso de la tecnología para el desarrollo social en América Latina, organizado por el Tec de Monterrey, fue también la oportunidad para que rectores de universidades privadas y públicas conocieran la importancia que están tomando las empresas de computación en la educación.

John P. Morgridge, presidente del consejo de administración de Cisco Systems, señaló que estas empresas están "capitalizando" la revolución que ha significado Internet ofreciendo cursos para el manejo de la computadora. Mencionó que las academias Cisco cuentan con 700 mil alumnos y en cuatro años han efectuado siete millones de exámenes.

Señaló que mientras las universidades aún no advierten los cambios que está generando Internet, las instituciones con fines de lucro, como son algunas universidades privadas, están aprovechando el uso de nuevas tecnologías en dar educación.

Para Enrique Espada Busatos, vicerrector de Internacionalización del Tec de Monterrey, la participación de las empresas en educación no significa un desplazamiento de las universidades, sino la oportunidad de que éstas busquen complementarse con la industria haciendo alianza con este tipo de universidades corporativas y empresas.

Agregó que las universidades públicas también tienen que incorporarse a este movimiento porque el uso de Internet para educar y la creciente conexión universidad-empresa "ya no tiene marcha atrás".