SABADO Ť 27 Ť OCTUBRE Ť 2001

JAZZ

Antonio Malacara

Enrique Quezadas

cine-atletico-san-pancho1ENRIQUE QUEZADAS NO sólo es uno de los compositores más solicitados por el nuevo cine mexicano para esto de las bandas sonoras, sino que es también un trovador de espíritu desbordado que prepara ya su tercer disco solista y que hoy se presentará en La Planta de Luz, a las diez de la noche, para mostrarnos parte de su nuevo material y algunos clásicos de sus compactos previos: Dentro de mí (1999) y Lo bello (2000).

SU PRESTIGIO COMO músico de excepción se populariza con MCC (Música y Contracultura), grupo donde coincidieron, hace ya dos décadas, cinco figuras que transformaron los conceptos del rock mexicano: Mario Rivas (voz), Humberto Alvarez (teclados), Jorge Velasco (bajo), César Perico Calderón (batería) y Enrique Quezadas (guitarras y teclados). Después de su muy lamentable disolución, Enrique forma El Dueto Camionero para posteriormente integrarse al grupo de Betsy Pecanins, con quien llegó a grabar dos discos.
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CONSTANTEMENTE ERA INVITADO a grabar con los cuates o a palomear en algún concierto; pero su necesidad de expresión y su innato talento para construir ideas y musicalizarlas (de hecho, la mitad de la música de MCC es de él) seguían cosquilleándole el espíritu. Entonces llegó la oportunidad de escribir la música para la película La vida conyugal, de Carlos Carrera. Tuvo tal aceptación por parte de la comunidad cinematográfica, que de ahí se siguió con los soundtracks de Hasta morir, Cilantro y perejil, Todo el poder, La toma de la embajada, El segundo aire y, la más reciente, Atlético San Pancho.

ENRIQUE SE DEDICABA de tiempo completo a la música y le iba muy bien. Sin embargo, algo seguía haciendo falta. "El primer intento por ser compositor de canciones fue cuando entré a On'tá, pero los vi muy buenos a ellos y más bien me callé y empecé a oír lo que ellos hacían. Ya en La Nota Roja hay algún trabajo mío de composición junto con Rodrigo Morales. Luego vino MCC, aunque ahí era música más rocanrolera, no como las canciones que canto ahora. Después hago un proyecto con Víctor Martínez, que es un gran compositor oaxaqueño, y a ese proyecto le ponemos Trilce, como el libro de César Vallejo, pero no logramos difundir bien este disco. Víctor y yo nos dimos cuenta de que teníamos que picar piedra para hacernos crecer ante el público, y no quisimos picar piedra."

A PESAR DE que el medio musical en México sigue siendo tremendamente televisivo y absurdamente mercantil, Enrique Quezadas se dio cuenta de que algunos picadores de piedra como Mexicanto y Fernando Delgadillo conseguían surgir con dignidad entre el marasmo de nuestra canción popular, y se decide entonces a iniciar su propio andar, dejándonos en verdad impresionados con el pulso juglaresco y artístico que mostró de inmediato, con la inteligencia, la fuerza y la serenidad suficientes para mantener tus principios vitales y cantarlos... y cantarlos bien, sin restricciones de moda o de mercado.

EN EL CONCIERTO de este sábado Enrique se hará acompañar por su piano y por la excelencia de Cox Gaytán en el violín.