MIERCOLES Ť 31 Ť OCTUBRE Ť 2001

Planes para un nuevo gobierno en Afganistán

La Organización de Naciones Unidas y Pakistán coincidieron este martes en que cualquier futuro gobierno en Kabul no deberá permitir que el territorio de Afganistán sea utilizado como base para grupos hostiles.

El enviado especial de la ONU para Afganistán, Lakhdar Brahimi, y el presidente paquistaní, Pervez Musharraf, señalaron durante una reunión en Islamabad que una solución en Afganistán deberá garantizar la integridad territorial y que cualquier gobierno tendrá que ser configurado por los afganos y reflejar la diversidad étnica del país.

Musharraf advirtió que el gobierno postalibán no deberá ser impuesto por países extranjeros, sino elegido por los propios afganos.

"El futuro gobierno mantendrá relaciones con todos los países y vecinos, y no permitirá que su territorio se utilice para acciones hostiles", dijo el portavoz de la ONU, Eric Falt.

La embajadora de Estados Unidos en Pakistán, Wendy Chamberlin, aseguró que Musharraf brinda "total apoyo" a la guerra contra el terrorismo pese a los llamados a un pronto final de las operaciones militares en contra de Afganistán. Luego de esto, el vocero de la Casa Blanca, Ari Fleischer, dijo que el presidente George W. Bush desea ampliar la ayuda a Pakistán, sin brindar más detalles.

Por otra parte, la policía paquistaní detuvo a seis sospechosos musulmanes tras el ataque del domingo contra un templo católico en Bahawalur, que dejó 17 muertos, aunque no se ha establecido ningún lazo de los atacantes con grupos radicales musulmanes.

De otro lado, líderes islámicos radicales y miembros de la tribus del norte de Pakistán decidieron reabrir una vital carretera que une a Pakistán con China, bloqueada durante cinco días en señal de apoyo a los talibanes. Aseveraron que están dispuestos a derramar su sangre para impedir que Washington destruya el Islam. AFP, REUTERS, DPA Y AP