MIERCOLES Ť 31 Ť OCTUBRE Ť 2001
Ť En poder de la Secodam, una denuncia presentada por el procurador fiscal
Sigue la disputa entre Reyes Orona y vocales del IPAB
ROBERTO GARDUÑO Y CIRO PEREZ
Las irregularidades en el Instituto de Protección al Ahorro Bancario (IPAB) se hicieron evidentes cuando el procurador fiscal, Gabriel Reyes Orona, se enfrentó con los vocales ejecutivos de ese órgano, Alejandro Creel, Adalberto Palma y Humberto Murrieta. Mediante una serie de cartas los cuatro personajes citados critican su participación en la junta de gobierno del instituto.
El pasado 12 de enero, Reyes Orona envió un comunicado al secretario ejecutivo del IPAB, Julio César Méndez, donde le preguntó si el acuerdo para que el procurador fiscal continuara asistiendo a las reuniones de la junta de gobierno del órgano había sido suspendido o dejado sin efecto. Y es que Alejandro Creel había declarado que Reyes Orona estaba imposibilitado de participar en la operación de saneamiento del Banco del Atlántico y su fusión con Bital, porque actuaba como consejero jurídico de la SHCP y en virtud de que tenía conflictos de interés debido a su paso por el Fobaproa.
Tres días después, Reyes Orona envió una carta a Creel reclamándole aquellas afirmaciones y solicitó a la Secodam su intervención para aclarar lo dicho por Creel: "Mi labor al servicio del Banco de México, en su carácter de fiduciario en el Fobaproa, ha sido, sin duda alguna, la más auditada de las que se han realizado en muchas décadas". Los intentos de Reyes Orona por formar parte de la junta continuaron, y el 9 de febrero pasado solicitó a Samuel Toledo que incluyera en la sesión de la junta de gobierno del IPAB el tema de la posibilidad de que el procurador fiscal emitiera opiniones sobre el mismo instituto, por haber trabajado en el Fobaproa.
Cinco días después envió al secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz, un comunicación para evitar el conflicto de intereses de los vocales del IPAB, y les sugiere que informen sobre los cargos que desempeñaron con anterioridad al de la vocalía.
El 7 de marzo los vocales independientes, Samuel Palma, Alejandro Creel y Humberto Murrieta, enviaron las copias de las cartas al senador Fauzi Handam para informarle que Gabriel Reyes los había acusado de tener conflictos de intereses porque mantenían relación con las instituciones bancarias que fueron rescatadas por el Fobaproa. Por último, en junio Reyes Orona interpuso ante de la Secretaría de la Contraloría una denuncia en contra de Palma, Murrieta y Creel por considerar que tenían conflictos de interés.