Ť Recibirán cursos sobre derechos humanos y las apariciones de la Guadalupana
Capacitarán a policías que vigilan la basílica
Ť Reubicarán a 300 locatarios para construir la Plaza Mariana, anuncia Monroy Ponce
JOSE ANTONIO ROMAN
Los agentes de la Policía Federal Preventiva (PFP) que desde el domingo anterior custodian la Basílica de Guadalupe para impedir que los vendedores ambulantes se establezcan en el atrio, recibirán cursos de "valores humanos" y sobre las apariciones de la Guadalupana, con el fin de cumplir mejor su misión, anunció ayer el rector del templo, Diego Monroy Ponce.
Los cursos de valores humanos, "que nunca sobran ni están
por demás", agregó, serán impartidos por sacerdotes
y religiosos del cabildo de Guadalupe. "Es importante que quienes estén
a cargo de la seguridad de los peregrinos" tengan la capacitación
adecuada para "atenderlos de la mejor manera".
En conferencia de prensa, donde informó de la
presencia de 400 agentes de la PFP en el atrio de la basílica, Monroy
Ponce dijo que durante los próximos diez meses esa vigilancia tendrá
un costo de 16 millones de pesos. El gobierno federal aportará 40
por ciento (6.4 millones de pesos) y las administraciones de la ciudad
de México y de la basílica aportarán 60 por ciento
por partes iguales, es decir, 4.8 millones de pesos cada una.
Explicó que su bien desde el domingo pasado 400 agentes de la PFP vigilan el atrio, después de la primera etapa quedarán entre 120 y 150, y aclaró que los policías, que están armados, no podrán ingresar al templo porque la administración de la Basílica tiene seguridad propia en esa zona.
Dijo que la presencia de la PFP en la basílica será permanente y que es resultado de un convenio suscrito hace cinco meses con los gobiernos federal y capitalino, que han tomado una "decisión valiente" para impedir de manera definitiva la ubicación de vendedores ambulantes en el atrio. La seguridad pública, subrayó, es responsabilidad de la autoridad civil, no de la Iglesia.
Los agentes de la PFP serán responsables de vigilar el atrio de la Basílica de Guadalupe; los de Seguridad Pública de la delegación Gustavo A. Madero trabajarán en las calles aledañas, y la seguridad en el templo correrá a cargo de los elementos contratados por la propia basílica.
Manifestó que desde el arribo de los elementos de la PFP prácticamente desaparecieron los vendedores ambulantes del atrio, y sólo se observa a unos cuantos fotógrafos, quienes se ampararon para evitar ser desalojados del lugar y poder seguir captando las llamadas "fotos del recuerdo" con cámaras antiguas.
Diego Monroy señaló que se ha tratado de convencer a estos fotógrafos ?"todos miembros de una sola familia"? para que abandonen el lugar, pero no se ha logrado. Sin embargo, agregó, esos amparos no durarán toda la vida y seguramente, al igual que el resto de los vendedores, terminarán por salir del inmueble religioso.
Por otra parte, habló del proyecto de la Plaza Mariana, que se extenderá hasta los límites de lo que ahora es la delegación Gustavo A. Madero, como prolongación del atrio de la basílica, para lo cual se deberá desalojar o reubicar a los 300 locatarios del mercado y desaparecer el jardín que actualmente ocupa el terreno donde se proyecta edificar dicha plaza.