MIERCOLES Ť 31 Ť OCTUBRE Ť 2001

Ť Ofrece mano de obra 12 veces más barata

México sin estrategia ante China, duro rival por capital foráneo: analistas

DAVID ZUÑIGA

Si no puedes vencerlos...

México sólo tiene dos opciones ante la entrada de China a la Organización Mundial de Comercio (OMC): una alianza para conservar mercados en Estados Unidos y Europa o resignarse a perder una parte importante de su industria en una lucha desigual. Desafortunadamente, ni el gobierno federal ni los empresarios han sido capaces de diseñar una estrategia de asociación con el gigante asiático.

En un foro organizado por el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), representantes empresariales, académicos y un funcionario de la Secretaría de Economía reconocieron ayer que China, a la que calificaron como ''el fenómeno económico del siglo XX'', será un duro rival para México en la competencia por inversiones extranjeras, pues además de una mano de obra 12 veces más barata que la mexicana ofrece grandes facilidades al capital foráneo.

El director del Centro de Estudios de Asia y Africa de El Colegio de México y ex embajador en China, Eugenio Anguiano, señaló que el éxito de este país no sólo se debe a los bajos salarios y a los subsidios, sino también a un fuerte ahorro interno, a la inversión en capital humano y a que tiene claro que para 2050 desea ser una economía de nivel de desarrollo medio, cuya prioridad es mejorar las condiciones de vida de su población.

Además, a diferencia de México, que sigue a pie juntillas los dictados de organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), China ha diseñado sus planes de desarrollo con base en sus prioridades y ha aplicado la economía de mercado gradualmente. Así, entre 1998 y 2000 estableció políticas monetaria y fiscal expansionistas; como resultado, los salarios reales y el crédito aumentaron, lo que elevó el poder de compra y el consumo interno sin que la inflación se disparara.

Sin embargo, China también enfrenta grandes dificultades: 700 millones de trabajadores del campo que buscan empleo en la industria, una población que está envejeciendo, falta de infraestructura de transporte, escasez de energía (el año pasado importó más de 15 mil millones de dólares de crudo), contaminación (de 2001 a 2005 tendrá que invertir entre 72 mil y 85 mil millones de dólares en protección ambiental), empresas estatales en quiebra, un sistema financiero débil y disminución de la inversión extranjera directa como resultado de la desaceleración mundial.

Además, el ingreso a la OMC la obligará a hacer transparentes sus esquemas de subsidios a las empresas estatales, lo que implicará reformas legales, restructuración económica e incluso tensiones sociales, reconoció Yang Wan Ming, consejero político de la embajada de China en México.

Doscientas de las 500 empresas más grandes del mundo (las de la lista de Fortune) ya están en China. Aunque su población es de mil 300 millones de personas, sólo 200 millones son el mercado objetivo de las trasnacionales; sin embargo, si el poder adquisitivo de la población crece, en cinco años este mercado aumentará en 100 millones de personas y luego seguirá creciendo a una tasa de 50 millones de chinos al año.

Juan González García, miembro del Centro de Estudios de la Cuenca del Pacífico de la Universidad de Colima, destacó que a mediados de este siglo casi 80 por ciento de la población china estaba en pobreza extrema, proporción que se ha reducido a sólo 5 por ciento gracias a que los beneficios de la industrialización sí llegaron a la gente porque, a diferencia de México, ese país se volcó al comercio exterior pero sin descuidar su mercado interno. De esta forma, en los últimos 20 años China ha tenido un crecimiento promedio de 9.3 por ciento, el doble de la tasa mundial.

Julio Millán, miembro del Consejo Consultivo del Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico y fundador de Consultores Internacionales, pronosticó que al entrar a la OMC, China buscará triplicar su captación de inversión extranjera directa, que es de 40 mil millones de dólares.

El especialista advirtió que China desplazará a México del mercado estadunidense, principalmente con productos como textiles, ropa, calzado y juguetes.

En los últimos diez años, detalló, las importaciones de productos chinos se han multiplicado hasta llegar a más de 3 mil millones de dólares el año pasado, mientras las ventas de productos mexicanos a ese país no llegan ni a 500 millones de dólares.