MARTES Ť 13 Ť NOVIEMBRE Ť 2001
Ť Cobra fuerza la idea de exigir la renuncia de Sauri, tras la derrota en Michoacán
Murat llama a cerrar las puertas del PRI a "serviles, mafiosos y corruptos"
Ť A cinco días de la asamblea nacional, malestar por los fracasos electorales acumulados
ENRIQUE MENDEZ
A cinco días de la asamblea nacional del PRI, el gobernador de Oaxaca, José Murat Casab, advirtió que nunca más debe permitirse que el partido se convierta "en una organización de oportunistas, simuladores, serviles, mafiosos y corruptos, y que triunfen quienes hicieron de esta organización política un partido de complicidades, de los crímenes y la corrupción".
Mientras el gobernador oaxaqueño estableció que "el verticalismo, el dedo y las complicidades son los enemigos a vencer", en el PRI se reforzó un movimiento que en la asamblea exigirá la renuncia de la presidenta Dulce María Sauri Riancho, por la derrota electoral del domingo en Michoacán.
Este lunes, priístas inconformes con la constante pérdida de votaciones, anticiparon que la asamblea -que se inicia el sábado en cinco sedes distintas- "va a estar caliente" y no se descartan las "voces" que exijan a Sauri dejar el cargo, aun cuando ya ofreció que renunciará en marzo para dar paso a una dirección democrática.
"Habrá más coscorrones y vejaciones. Y cómo no, si hemos perdido siete de ocho elecciones. Los dirigentes querrán lavarse la cara con los porcentajes nacionales, pero desde el 2 de julio (de 2000) sólo acumulamos derrotas. Y, como dicen los abogados, lo accesorio sigue la suerte de lo principal", dijo un delegado que participó en la redacción de los predictámenes que se discutirán a partir del 17.
Mientras, y en referencia a la reforma del Revolucionario Institucional, Murat afirmó que el partido está, por primera vez, ante la oportunidad de realizar una asamblea democrática y de superar la cultura de la línea. "No debemos desperdiciarla, porque o salimos a flote en la democracia o nos hundimos con la antidemocracia", resaltó.
Un encuentro mal visto
También cuestionó la reunión que el pasado 29 de octubre sostuvieron Roberto Madrazo Pintado y Francisco Labastida Ochoa. "Ese tipo de encuentros sólo demuestra que persisten los acuerdos cupulares para persistir en la práctica de una democracia dirigida, inducida. Todavía hay grupos interesados en que la política virtual domine en el PRI", sostuvo.
Para el gobernador oaxaqueño, el tricolor no fue un partido político auténtico, sino "una secretaría de elecciones de los gabinetes presidenciales" priístas. Lamentó que en el partido permanezcan militantes y dirigentes que quieren actuar como si el Presidente de la República aún decidiera en la vida interna de ese instituto político.
Mientras, en el predictamen en el que se define la forma de elección del próximo dirigente del PRI, se reconoce que entre las principales demandas expresadas por los militantes están la eliminación del "dedazo y los cacicazgos en los puestos de dirección", y que esas "tradiciones" de partido sean sustituidas por "reglas claras que eviten la discrecionalidad".
El "mandato prioritario", refiere el documento, es "nunca más un partido sin sus bases". Y se resalta: "Agradecemos a nuestro pasado su legado de experiencia y logros, pero ha sonado la hora de la humildad, de llamar a cada cosa por su nombre y de asumir, a ultranza, la responsabilidad del cambio".
Como se había anticipado, la militancia exige que ningún dirigente del partido ocupe simultáneamente puestos de elección popular y que quien aspire a la presidencia del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) demuestre "una militancia probada de cuando menos cinco años" y haya ocupado algún cargo de dirigente.
Explica que si bien la mayoría considera que la elección se realice por consulta a la base militante, también "existen propuestas" de que se lleve a cabo mediante procedimientos de asambleas de consejeros políticos o por asamblea de delegados electos.
Eso sí, "en todos los casos" se demanda eliminar la facultad electiva de los consejos políticos y "acotar ventajas de quienes posean más recursos económicos, fijando reglas de equidad" en la competencia interna.
La comisión dictaminadora afirma en su exposición de motivos que "el momento político" que vive el PRI "demanda dirigentes de probada vocación y compromiso" y que éstos surjan de "procesos que fortalezcan la cultura democrática, brinden seguridad en la legalidad de los procedimientos y certeza en los resultados".
A partir de ahora, agrega, no debe haber duda de la transparencia de los procesos internos, porque sólo así se legitimará a la dirección y se facilitará "el arribo de verdaderos liderazgos, eliminando la posibilidad de imposiciones carentes de respaldo en las bases".
La voluntad de los militantes
En el predictamen se propone la creación de un sistema electoral permanente a través de dos instancias, una comisión electoral y otra de justicia, ambas autónomas de la dirección y cuyos integrantes serán propuestos por el CEN y ratificados por el Consejo Político Nacional (CPN).
Se sugiere que para evitar "la discrecionalidad de los requisitos" de la contienda e inscripción de candidaturas, se expida un reglamento específico en el que se elimine "cualquier posibilidad de que puedan manipularse en perjuicio de la voluntad de los militantes".
La comisión aclara que en la redacción de los artículos relacionados con la elección de dirigentes en el Estatuto del PRI se "recogen las demandas de la militancia" y se "eliminan contenidos ambiguos que puedan inducir al error en su interpretación".
Entre los requisitos para aspirar a la dirección del PRI, y que se proponen a los delegados, están, entre otros: "ser cuadro de convicción revolucionaria, de comprobada disciplina y lealtad al partido, contar con arraigo y prestigio entre la militancia y conocimiento de los postulados" priístas, aunque no se precisa cómo se demostrará.
"Acreditar carrera de partido y como mínimo una militancia fehaciente de cinco años para los dirigentes al CEN; cuatro años para los dirigentes de los comités directivos estatales; y tres años para los de comités municipales o distritales.
"Estar al corriente en el pago de cuotas; no desempeñar simultáneamente , con el cargo de dirección, alguno de elección popular; y haber desempeñado algún cargo de dirección".
También se recomienda que el proceso de renovación de la dirección no coincida con los procesos para postular candidatos o con elecciones constitucionales.
En la iniciativa de reforma a los estatutos se plantea instaurar una sección 3, de la legalidad del relevo en el CEN, en la que se plantea constituir un sistema contencioso electoral que garantice los acuerdos y resoluciones de las comisiones electorales y que dependería de la comisión de justicia electoral.