MARTES Ť 13 Ť NOVIEMBRE Ť 2001
CIUDAD PERDIDA
Miguel Angel Velázquez
PODRIAMOS DECIR, sin temor, que en el PRD, después de Michoacán, marzo de 2002 ya pasó.
NO. NO se trata de mero futurismo. Lo que sucede es que después del triunfo de Cárdenas Batel en la tierra de su padre y de su abuelo la suerte de la presidencia del PRD quedó sellada a favor de Rosario Robles. La pregunta obligada es: Ƒpara qué?
MAS QUE el PRI, quienes perdieron en Michoacán fueron Amalia García y Jesús Ortega, esa parte importante del PRD, seducida por el poder, que intentó poner a su partido a las órdenes de Vicente Fox.
LA VOCACION colaboracionista de estos personajes, de haber triunfado, hubiera puesto a la izquierda, o a esa parte que representa el PRD, al borde de la desaparición. Se habría trazado un difícil camino hacia el suicidio.
LAS FUERZAS más conscientes del compromiso con el que nació ese partido frenaron la posibilidad, pero no pudieron frenar, de ninguna manera, el proceso de putrefacción con que se infectó el PRD.
AHORA EL liderazgo absoluto de Rosario Robles ya no está a discusión. Nadie podrá poner en duda el trabajo de la ex jefa de Gobierno, quien no tendrá que esperar a marzo para poner en marcha muchos proyectos políticos que le haría muy bien a su partido, en otras circunstancias.
SIN EMBARGO, la realidad del PRD ahora dista mucho de la idea de una organización en busca de un proyecto ideológico sólido, por más arcaico que parezca el enunciado. El PRD está infectado del virus del chambismo; sus líderes no quieren trabajar para la gente, sino que se sirven de ella para alcanzar uno y otro puestos en una carrera desbocada donde lo único que importa es no perder el estatus económico que les dio la chamba, pero no la idea.
PARA ELLO se dividen y subdividen, traicionan y se vuelven coro de acompañamiento, siempre que la promesa sea acceder a un nuevo hueso, donde se cobre igual o más y desde donde puedan negociar "su fuerza" con éste u otro líder.
MICHOACAN DEMOSTRO que aún existe una parte del PRD que puede trabajar por un ideal político, y aunque a muchos les duela, esa parte está del lado de Cuauhtémoc Cárdenas, pero desafortunadamente no es el PRD.
ES MAS, podría decirse que la mayor parte del PRD, que ahora volverá los ojos hacia el proyecto cardenista, al que daban por enterrado, sólo pretende inscribirse en la lista de la esperanza por alcanzar un buen puesto en el futuro inmediato.
EL PRD, aun con Rosario Robles al frente, no está exento de las ambiciones de poder. La ex jefa de Gobierno, y muchos de sus seguidores, apostará todo su capital político en aras de la limpieza partidista, y difícilmente podrá erradicar el virus que se le ha inoculado. Si aun así Robles acepta ser la lideresa del PRD, no hay problema, marzo de 2002 ya pasó en el PRD.
EN TANTO la izquierda mexicana, que no necesariamente se halla en el PRD, esperará la convocatoria para crear un nuevo organismo que signifique para el elector una opción de cambio real para salir, por fin del neoliberalismo.
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