Ť Se benefició de operaciones ilegales del BCCI, intervenido por lavado de dinero, afirma
Bin Laden, involucrado en trama de corrupción argentina en los 90, revela informe de Francia
Ť La red mafiosa también implica a Menem, ex funcionarios, banqueros y narcotraficantes
STELLA CALLONI CORRESPONSAL
Buenos Aires, 17 de noviembre. Las relaciones de Osama Bin Laden con personajes como Monzer Al Kassar y Ghaith Pharaon, conocidos aquí por sus estrechos vínculos con el anterior gobierno de Carlos Menem, llevan al líder fundamentalista a aparecer sorpresivamente en la intrincada trama mafiosa que salpica al ex mandatario peronista, ex funcionarios, banqueros locales y a redes de narcotráfico durante la década pasada.
Los lazos de Bin Laden con Argentina surgen de un informe de Francia, de agosto de 2001, donde se demuestran las relaciones del Banco de Crédito y Comercio Internacional (BCCI) con el Grupo Laden, reveló la diputada Elisa Carrió, de Alternativa para una República de Iguales (ARI), quien junto a su colega Gustavo Gutiérrez, investigan desde hace tiempo el tema de lavado de dinero.
Ambos presentaron aquí un extenso informe sobre lavado de dinero que deja al descubierto temibles redes de corrupción, explicando cómo desde la llegada al poder de Menem, en 1989, se comenzó a estructurar un esquema de poder mafioso. Este esquema es el que permitió que funcionarios cercanos al mandatario autorizaran, por ejemplo, que el BCCI instalara una filial en Argentina y construyera el lujoso hotel Hyatt, con capitalización de deuda externa.
Así, de una inversión total de 37 millones y medio de dólares, en realidad solamente 11 millones de dólares fueron inversión genuina, gracias a una maniobra por la cual el BBCI compró títulos de la deuda pública al 20 por ciento de su valor reconocido por el Banco Central, para luego efectuar pagos con estos títulos a otro precio. La sociedad que construyó el hotel estaba presidida por Gaith Pharaon, también principal accionista del BCCI. Pharaon estuvo a punto de ser naturalizado argentino por orden del gobierno, pese a que no vívía aquí y por sobre todas las reglas migratorias.
El BCCI fue suspendido por el Banco Central mucho tiempo después de que fuera intervenido en el resto del mundo por lavado de dinero del narco y la venta ilegal de armas. Los inspectores del Banco Central de Argentina detectaron que hacía operaciones de lavado de dinero al otorgar créditos a pérdida a sus clientes, entre éstas, las empresas locales Alpargatas, Massuh, la privatizada compañía Petroquímica General Mosconi, y a las empresas de Jorge Antonio Chividian un empresario vinculado con Menem.
Por ejemplo, las empresas de Chividian que operaban con el BCCI eran Antonio D, Antonio Pesquera SA, y Estrella de Mar SA, a las cuales, pese a que no cancelaban sus deudas, el BCCI asistía. La empresa Estrella de Mar apareció involucrada en la operación Langostino, la mayor incautación de droga registrada hasta ese momento en Argentina.
Según el informe, en el BCCI también tenían sus cuentas los traficantes Monzer Al Kassar -a éste el gobierno de Menem alcanzó a entregarle un pasaporte argentino- y Rahaman El Assir, cuñado de Adan Kashoghi, quienes intervinieron en las ventas ilegales de armas que realizó Argentina a varios países durante el menemismo. La relación de Al Kassar con el BCCI es un "hecho comprobado", afirmó Jonathan Wilner, asesor del subcomité de Terrorismo, Narcóticos y Operaciones Internacionales del Senado de Estados Unidos y uno de los expertos que analizó la documentación confiscada al BCCI.
Pharaon, por su parte, colaboró financieramente con la campaña presidencial de Carlos Menem, como surge de la investigación que presentó Martin Andersen, del equipo del senador Alan Craston, al Comité de Relaciones Exteriores del Senado estadunidense, y también lo confirmó en Estados Unidos un representante del empresario, subrayó Carrió. Aunque en 1991 se abrió aquí una causa penal por las operaciones del BCCI en Argentina, hasta ahora no hay ningún resultado.
También figuran en el informe documentos enviados por la justicia francesa y la estadunidense (copias de fax), donde Alberto Kohan, ex secretario General de la Presidencia de Menem, invitaba a Pharaon a participar en las privatizaciones que se harían en Argentina. El 14 de octubre de 1991, después que Ghaith Pharaon fue acusado en Estados Unidos por lavado de dinero con el BCCI, su hijo Laith Pharaon obtuvo una visa de entradas múltiples en el consulado argentino en París, indicando en su solicitud que su referencia en Argentina era Kohan.
El CCI era un banco radicado en Luxemburgo que usaba los paraísos fiscales de Suiza, Panamá, las islas Gran Caimán y Cook para ingresar en el sistema financiero mundial dinero del narcotráfico y de la venta ilegal de armas, y se radicó aquí comprando la financiera Finamérica SA.
Esta empresa era propiedad de la familia Gotelli, en cuyo directorio estaba Carlos Alberto Carballo, vinculado al ex banquero de Menem, el ubicuo Raúl Moneta, con quien conformaron una serie de bancos y empresas fantasmas con conexiones con algunos funcionarios actuales.
El BCCI de Argentina tuvo como vicepresidente a Mohammad Shahid Murtaza, quien había sido director del Banco Mercantil de Colombia, cerrado por lavar dinero del tráfico de cocaína, y que se transformó en la sucursal colombiana del BCCI, continuando con las mismas operaciones.
Otro de los directivos del BCCI local era Hugo Raymundo Carcavallo, quien había sido directivo del Banco Ambrosiano de América del Sur; Alwalid Ben Talal Al Saud, príncipe saudita y accionista del Citibank, era uno de los principales accionistas del BCCI y eludió las acciones judiciales por la caída de ese banco abonando una multa de unos 120 millones de dólares.
El informe es muy extenso, pero estos pocos datos refieren la gravedad de los hechos. Sin embargo, la diputada ha advertido sobre los "pactos de impunidad" entre sectores del gobierno actual -involucrados en esta trama- y los grupos del menemismo que protagonizaron el mayor escándalo de corrupción del país, apoderándose de bienes y negocios públicos, y fomentando "el lavado de dinero de la corrupción hacia afuera y lavado de dinero del narcotráfico hacia adentro del país". Parece que todos los escándalos conducen a las mafias que se enquistaron en el poder la década pasada, y ni Bin Laden, el hombre más buscado del mundo, queda fuera.