LUNES Ť 19 Ť NOVIEMBRE Ť 2001

Ť Sauri Riancho, entre abucheos de delegados

El tricolor ya no debe ser una agencia de colocaciones, dice Madrazo Pintado

RENATO DAVALOS ENVIADO

Toluca, Mex., 18 de noviembre. Los priístas percibieron la cargada y la sonrisa de Roberto Madrazo Pintado como si ya hubiese ganado la elección para llegar a la directiva tricolor. Aclamaciones y aplausos contrastaron con el claroscuro de Dulce María Sauri, hundida en el abucheo que los delegados le profirieron.

andrade_madrazo_loteria"¡Mi gobernador!", fue la alusión de Madrazo para referirse a un Manuel Andrade que en el hotel Parián le acercó, casi con obsecuencia, un vaso de agua al ex mandatario, quien se despidió para luego irse a Pachuca, en su trasiego de aspirante a la dirigencia del partido.

"¡Fuera, fuera!", le gritaron a Sauri en su recorrido por las tribunas mexiquenses. La lideresa del tricolor hizo grandes acopios de templanza para soportar los abucheos en los salones por los que pasó.

"¡Madrazo, Madrazo!", le gritaban a Sauri cuando señalaba que es absolutamente falso que el Partido Revolucionario Institucional sea un instituto político pulverizado o que su futuro sea de catástrofe. Con la terquedad y con la necedad de hacer política se podrá recuperar la Presidencia, decía.

Madrazo llegó a la explanada del comité priísta mexiquense. En cada una de las tribunas había madracistas. Georgina Trujillo abandonó el trabajo de la tribuna de soberanía, política y gobernabilidad, para acompañar al ex mandatario. Un apresuramiento de la mesa directiva anunció la llegada de éste. Las voces se dividieron y una parte pidió que no interrumpieran los trabajos.

¡No queremos perturbar!, dijo el ex gobernador, y se fue al hotel Holliday Inn. Manuel Tello, el último canciller salinista, pidió que subiera al atril. Las palabras protocolarias de Roberto Madrazo se fueron con los abrazos de Juan Rebolledo, Silvia Hernández, Manuel Pérez Cárdenas y Tello.

El convoy y la parafernalia que acompañan al ex gobernador Madrazo llegaron al hotel Parián, donde estaba la tribuna que preside Abelardo Carrillo Zavala.

"¡Sí se puede! ¡Sí se puede!", le corearon en el umbral. ¡Dale un Madrazo a Ojeda!, dijo, encarrerado, un delegado.

No vengo a debatir con Francisco Labastida. La asamblea es una oxigenación al partido, el cual ya no debe ser una agencia de colocaciones, dijo Madrazo. Entonces se escucharon voces que pidieron una dirección colegiada y que quien sea presidente del partido no pueda ser aspirante a la Presidencia de la República.

La idea está tan lejana como Marte, respondió Madrazo. Por su parte, Manuel Andrade estableció, antes de irse a Pachuca, que "a Fox se le tiene que ayudar, no debemos obstaculizarlo. Por una revancha no se le puede estorbar al gobierno".

Roberto Madrazo se fue a placear su candidatura a Pachuca, Hidalgo. Sauri Riancho, la dirigente del partido, a guardarse los abucheos de una negra jornada.