LUNES Ť 19 Ť NOVIEMBRE Ť 2001
Ť En SLP, acuerdan priístas crear tribunales de ética partidaria
Serio revés a la Comisión de Honor y Justicia; no sirve para nada, se dijo
MIREYA CUELLAR ENVIADA
San Luis Potosi, SLP., 18 de noviembre. Con el argumento de que la Comisión de Honor y Justicia con que hasta la fecha ha contado el PRI ''no sirve para nada'' -porque, por ejemplo, nunca expulsó a Carlos Salinas-, los delegados reunidos aquí determinaron descentralizar los órganos y mecanismos de sanción y formar comisiones en la materia, así como fiscalías y tribunales de ''ética partidaria'' en cada uno de los estados.
En lo que fue un revés a la comisión que elaboró el proyecto de dictamen, los delegados acordaron que los consejos políticos estatales designaran dichos órganos, y que los tribunales nombrados por el Consejo Político Nacional serán en todo caso órganos de segunda instancia, cuando menos eso explicó el ex senador sonorense Fernando Mendoza, uno de los que elaboró el predictamen modificado.
Y es que la tribuna número dos, encargada de debatir el código de ética y justicia partidaria, resultó una comedia de enredos. Desde muy temprano, la mesa directiva perdió el control de la asamblea. Los delegados se quitaban la palabra, votaban hasta en dos ocasiones cosas que ya se habían discutido y en un momento quisieron quitar a la presidenta, mientras ésta casi rompía en llanto.
Las confusiones empezaron desde que se votó el artículo número dos del código, donde se señala que su aplicación corresponde a la Comisión de Honor y Justicia, a la fiscalía y tribunales de ética partidaria y a la defensoría de derechos de los militantes. Fue aquí donde los delegados propusieron descentralizar dichas funciones, de tal manera que aprobaron un agregado que dice: ''En los consejos políticos nacional, estatales y municipales.''
El guanajuatense Fernando Bonilla expuso que debían contar con órganos para sancionar en toda la estructura territorial del país, ''y no esperar a llegar a (la ciudad de) México, porque la comisión nacional nunca se reúne, nunca te hace caso... no hemos conocido su actuación''.
Los delegados de Tabasco hablaron entonces de querer ajustar cuentas con el grupo de Arturo Núñez -que se denomina José María Pino Suárez-, los de Michoacán con Genovevo Figueroa Zamudio, y así cada cual presentó su propia lista negra de ''traidores'', hasta los del municipio de Agualeguas. ''Es que tenemos problemas en los seccionales y municipios de los que nadie se ocupa... y eso significa impunidad para los delincuentes.''
La discusión subió de tono y cuando Fernando Mendoza -de la comisión redactora del proyecto de dictamen- quiso tomar la palabra para explicar que esa modificación cambiaba todo el sentido del documento a discusión, los más duchos gritaron ''Ƒya para qué?''. Ya había sido votada y aprobada.
Y entonces apareció el presidente del comité organizador de la asamblea, Jesús Murillo Karam, quien les dijo que estaban entrando en ''una situación de conflicto'' con una de las tribunas instaladas en Veracruz, así que ''les traigo una propuesta...'' šNooo! Fue el grito que obtuvo por respuesta, sin que el pleno le permitiera terminar. Les pidió calma y planteó establecer un ''mecanismo de conferencia'' con Veracruz para que ''no lleguemos al final -a la plenaria- con dos posturas distintas y la dictaminadora tenga que decidir''.
-No queremos línea -fue el grito que salió de la parte de atrás.
-No estoy dando línea de nada. Lo que quiero evitar es precisamente que al final una pequeña comisión decida -y abandonó el salón.
La asamblea empezó a deliberar el tema y determinó, en votación, que no quería ''una conferencia'' con Veracruz, que era ''soberana'', y que Murillo era un ''infiltrado que sólo viene a sacarnos de la jugada'', expresó Nicolás Quesada, de Tamaulipas. El pleno le aplaudió, alguien más apuntó que ''lo que pasa es que en Veracruz hay puros cúpulos, pero se amuelan porque nos tienen que tomar en cuenta''.
Y siguieron discutiendo el articulado del código de ética, que en su parte sustancial quedó como está actualmente. Discutieron hasta el artículo 14 y decretaron un receso para comer. Entonces los operadores políticos empezaron a trabajar. Murillo Karam y el gobernador Fernando Silva Nieto habían estado monitoreando la sesión desde una de las habitaciones del hotel Real de Minas, en uno de cuyos salones estaban sesionando los delegados.
Así, los coordinadores de cada estado fueron llamados a una reunión en la que se les pidió platicar con ''su gente'' sobre la importancia de integrar una comisión que pudiera estar en comunicación con la mesa de Veracruz que discute los estatutos, porque ''estaban entrando en contradicción''. Y consiguieron que el pleno reconsiderara su postura y nombrara dicha comisión de ''enlace''.
Siguió la discusión y llegaron al capítulo quinto, de la aplicación del código y de las sanciones, donde se debía detallar el funcionamiento de dichos órganos. Y vinieron las propuestas para adecuar la redacción para que quedara claro que se instalarían a nivel municipal, estatal y nacional. Finalmente intervino la comisión redactora del proyecto para explicar que estaban ''pulverizando'' la justicia partidista, y que establecer instancias municipales crearía una cacería de brujas y persecuciones personales.
No sin dificultades, Fernando Mendoza consiguió que casi a las diez de la noche los delegados reflexionaran sobre ello y renunciaran a la idea de instalar órganos de justicia partidaria en los municipios. Durante el debate los delegados convinieron en que sólo se hiciera en el ámbito estatal.