LUNES Ť 19 Ť NOVIEMBRE Ť 2001
Ť Estarán María Teresa Rivas y Alejandro Camacho

El amor y las armas, ejercicio literario musical la gesta revolucionaria

ARTURO CRUZ BARCENAS

Los actores de primera línea María Teresa Rivas y Alejandro Camacho ofrecerán mañana la única presentación del espectáculo literario-musical El amor y las armas, a las 19 horas, en el Museo Nacional de la Revolución (sito en el sótano del Monumento a la Revolución), con el cual se celebra el 91 aniversario del inicio del movimiento armado.

camachoCon este acto también se inaugura el ciclo temático Las banderas de la Revolución, con la exhibición de un lábaro zapatista de gran valor histórico. Rivas y Camacho leerán textos seleccionados por Edna María Orozco, entre ellos de Francisco Urquizo y Mariano Azuela. Un ejemplo de lo que se escuchará es lo siguiente: "Las revoluciones son cosa de cuidado, porque las hacen los que nada tienen que perder, los desheredados, los pobres... Cuídense de los pobres y de los desesperados; son muchos más y nada tienen que perder".

La pluma de Urquizo, autor, entre otras obras, de Tropa vieja, centra el drama que da origen a una revolución: la pobreza ancestral, el sufrimiento del olvido e ignomia. El dueto Chela y Enrique intercalan entre cada lectura la interpretación de corridos, algunos de ellos poco difundidos, pero que dan cuenta de algunos pasajes o refieren imágenes de la gesta que transformó a México en el siglo pasado.

Chela y Enrique son voces que suenan a los tiempos de las soldaderas. Cantan desde El corrido del levantamiento de Madero hasta La cucaracha, con letra original de 1915. La atmósfera irá del costumbrismo de Azuela hasta las memorias zapatistas de Cástulo Villagómez. La bandera que se exhibirá perteneció a la división de Genovevo de la O.

Para Camacho, El amor y las armas no tiene parámetros didácticos, sino estéticos. "Esas cosas didácticas me molestan profundamente. El divertimento y el alimento del espíritu, en estos momentos, es lo que más necesitamos; somos un pueblo desculturizado, al que le han arrancado el espíritu. A través de los textos ?que se leerán?, que de alguna manera envuelven nuestras raíces, podemos recuperar otra vez nuestra cabeza. Si fuera didáctico se convertiría en un espectáculo contestatario.

"Si se tratara de hacer esto último hay obras de teatro importantes. En esta ocasión es más bien el gusto por ciertos textos y canciones que traen reminiscencias", añadió.

La voz educada de María Teresa Rivas se ha oído en joyas del teatro universal, como Medea, además de en telenovelas. La entrevista con ambos es más bien un diálogo sobre la vida del teatro en México. Rivas cuenta la importancia de Unamuno, de Manrique, Sor Juana. Nunca habían trabajado juntos en el teatro ni en el cine, pero sí en una telenovela de época, Amor gitano.

"Se imaginan -acota Rivas-, 50 años en el camino ?como actriz. Tuve una suerte infinita porque no me quedé en el Seguro Social, porque me cerraron las puertas, ¡afortunadamente!, y me quedé libre. De repente estaba con Basurto, Salvador Novo, Ancira". Hizo Medea en Acolman, al aire libre.

Camacho: "Me enriquece trabajar con María; es una figura importante. Aprendes. Ser actor implica una actitud".

Rivas recomendó al público asistir mañana a ver el espectáculo porque "los mexicanos necesitamos recordar nuestros orígenes". Camacho comentó: "México es un pueblo sin memoria. Este espectáculo es, más que otra cosa, un ejercicio del espíritu, que envuelve una manera de ver la vida. Quien vaya a vernos gozará de una lectura dramatizada".

La entrada será gratuita.