LUNES Ť 26 Ť NOVIEMBRE Ť 2001
El Juli en Puebla
Ť Lumbrera Chico
La mañana del viernes, tardenoche que era ya en Europa, un acucioso reportero de El Día de la andaluza ciudad de Córdoba, emprendió una encuesta telefónica a los principales periódicos de nuestro país para tratar de averiguar cómo estaba el ambiente en estas tierras, antes de la presentación de Finito de Córdoba en la Monumental Plaza Muerta (antes México) la fecha de ayer.
Mientras tanto, ese propio viernes, en la angélica ciudad de Puebla, los aficionados abarrotaban las taquillas de la plaza de toros local, y se disponían a pagar el precio único de 250 pesos por asiento para ver al ex niño madrileño Julián López, que amplios y reiterados carteles anunciaban en todas las esquinas en letras gigantescas como El Juli, al tiempo que los nombres de sus alternantes mexicanos eran promovidos en tímidas letras de doce puntos.
Sin embargo, el dominical día de ayer, la prensa poblana destacó en sus carátulas el resultado de la corrida, con la novedad que tanto la foto como la cabeza principales se las había adjudicado Uriel Moreno El Zapata, volando entre los pitones de la res que asestó una grave cornada en el muslo derecho. ƑY El Juli? Piadosos, los medios de la angelópolis callaban, de este modo, la abúlica, turística y desoladora actuación del joven ídolo europeo.
ƑQué dirá la mañana de mañana El Día de Córdoba, después del triunfo a medias de Finito, a quien la chochez del juez Heriberto Lanfranchi le otorgó una oreja más de la cuenta? ƑY cómo compaginará la prensa española en general el hecho de que, merced a una soberbia estocada, Manuel Caballero se llevó igualmente un apéndice en la plaza que antaño fuera la más importante de este país?
Finito de Córdoba hizo el paseíllo en el embudo de Mixcoac auroleado por las victorias y los trofeos que lo convirtieron en el máximo triunfador del verano ibérico. Manuel Caballero, de su parte, refrendó la lealtad de los aficionados mexicanos, a los que cautivara con su arte hace dos años, y que ayer volvieron a verlo y a consentirlo, sabedores de que el diestro de Albacete posee una capacidad de entrega que no es común a las figuras trasatlánticas que nos visitan con la exclusiva finalidad de seguir llevándose el oro, como en los tiempos de Hernán Cortés.
Para los proyectos económicos de la empresa de la plaza Muerta, el desempeño de El Juli en Puebla debe ser tomado en cuenta como señal de alarma y síntoma del estado de ánimo en que se halla inmerso el habilidoso y valiente mequetrefe madrileño. Harto de torear, harto de pasarse la vida en aviones, hoteles y carreteras, harto de vestirse de luces uno de cada tres días del año, Julián López, como lo asentamos aquí el pasado lunes, viene en plan de vacacionista, a ganar dinero y a gozarla en grande.
Por ello, por lo que a la fiesta en México concierne, la noticia más alentadora fue el asentamiento y la resolución que mostró Jerónimo en la corrida interminable de ayer, en la que subió al podio de los triunfadores al cortar, él también, una oreja que debe ser la primera de muchas en este serial. Ojalá...