Ť Frustración inmensa entre la ciudadanía; proliferan los poderes fácticos, asegura
Prevalecen bases del viejo régimen: García Medina
RENATO DAVALOS
A 12 meses de que comenzó el gobierno foxista, hay una "frustración inmensa", proliferan los "poderes fácticos" y, sobre todo, hay la presunción de que el Presidente pactó con el viejo régimen y sus fuerzas a cambio de estabilidad, dice Amalia García Medina, presidenta nacional perredista.
No se puede construir una nueva realidad sobre las bases del viejo régimen, afirma.
¿El pacto político? Ese ha quedado en el papel y ahora el país se dirime en los dos extremos que plantearon las circunstancias en Sudáfrica, con un proyecto de nación hacia el futuro, y Rusia, bajo la égida del "reino de las bandas".
Es el descontrol político ?asegura la lideresa
que en marzo dejará la presidencia del sol azteca? el que ha abierto
la puerta a los "poderes fácticos", sean el narco, el crimen
o los económicos. La impresión de Fox es que para garantizar
la estabilidad era necesario pactar con el viejo régimen y sus fuerzas.
?¿Cuál es su balance en torno al primer
año? ¿Aprueba o desaprueba?
?La denominación ciudadana más cercana es la de la esperanza frustrada por las expectativas generadas. Fox hizo muchos compromisos. En el ámbito económico, la promesa fue el crecimiento de siete por ciento, un millón de nuevos empleos y que cada mexicano tuviera un changarro.
El resultado es muy negativo. Hay recesión y aunque el gobierno ha dicho que en el 2002 habrá un crecimiento del 1.7, muchos analistas prevén cero. Las cifras hablan de 600 mil nuevos desempleados y el programa de microchangarros no tiene ni pies ni cabeza.
Y en el caso indígena, Fox prometió diálogo y solución al conflicto chiapaneco, pero no desplegó una iniciativa de convencimiento en el Congreso sobre todo con su partido, que no respaldó la iniciativa de la Cocopa.
En el terreno político, el discurso del 5 de febrero quedó en el aire. El ofrecimiento de la transición no se concretó y es algo muy grave porque no se puede construir un nuevo régimen sobre las bases de uno viejo y autoritario.
Preocupa ?añade? que en el caso de los derechos humanos se haya puesto un dique a la información posterior a 1985. Refleja que hubo un acuerdo con el PRI. Así, el deseo de muchos mexicanos de que no haya intocables queda a medias. Y en delitos patrimoniales no han sido tocados aquellos beneficiarios del presidencialismo priísta, como Carlos Salinas o los banqueros amparados en el Fobaproa.
La coyuntura política sólo ha abierto paso a los "poderes fácticos", que amenazan a defensores de derechos humanos, asesinan a Digna Ochoa o hacen valer sus intereses económicos, mientras prevalece el pasmo para generar una nueva institucionalidad. Fox ha dilapidado la oportunidad histórica que tuvo frente a sí.
?¿Gabinete o gabinetazo?
?Ha habido también una equivocación de Fox. Crear una nueva estructura que no existía sólo ha propiciado una competencia conflictiva entre funcionarios que no conocen a quién le corresponde una tarea común, sea seguridad nacional o política económica. Ese diseño tiene que ser revisado. El problema no es de secretarios sino de liderazgo.
?¿Cuál es la distinción entre un gobierno priísta y uno foxista?
?Hay una de fondo. Los gobiernos priístas de 71 años fueron caracterizados por el vínculo indisoluble entre gobierno y partido, con un enorme peso de la figura presidencial, autoritaria, despótica, corporativista y clientelar.
Ha habido cambios, pues el 2 de julio fue la culminación de una etapa, pero este gobierno tiene conflicto con el partido del que surge el Presidente. No existen las condiciones para una reforma del Estado que evite a los poderes fácticos irse por la libre.