VIERNES Ť 30 Ť NOVIEMBRE Ť 2001

Ť Hay acuerdo en cuanto a la integración de un gobierno y un Parlamento interinos

Divide a la Conferencia Interafgana el envío de tropas de paz al país centroasiático

Ť Este fin de semana podría producirse en Bonn un resultado concreto en las negociaciones

EVA USI CORRESPONSAL

Königswinter, 29 de noviembre. Después de lograr un acuerdo sobre una estructura fundamental en la integración de una administración y un Consejo Supremo interinos en Afganistán, vuelve la esperanza de que este fin de semana se produzca un resultado concreto en las negociaciones de la Conferencia Interafgana, pero el envío de tropas multinacionales y el nombramiento de figuras siguen siendo puntos controvertidos, donde el Frente Unido es el que tiene la voz cantante.

Después de pláticas que se prolongaron hasta la madrugada de este jueves, hubo manifestaciones de optimismo entre delegados que representan distintas etnias afganas.

"Creo, y así lo quiera Dios, que alcanzaremos pronto un acuerdo", dijo Hamid Sidiq, miembro de la delegación del grupo de Roma, que apoya al rey afgano en el exilio, Mohamed Zahir Shah.

"Hay una afinada sintonía" entre las cuatro delegaciones, dijo a periodistas Ahmad Fawzi, portavoz del comisionado especial para Afganistán de la Organización de Na-ciones Unidas (ONU), Lakhdar Brahimi, quien preside la conferencia.

"Se ha alcanzado un acuerdo general sobre la estructura de los órganos provisionales", añadió Fawzi, sin embargo sigue habiendo diferencias a pesar de haber posiciones muy cercanas entre las partes.

El diplomático egipcio dio a entender que serían las dos delegaciones mayoritarias, el Frente Unido (Alianza del Norte) y el Gru-po de Roma, los que tendrían mayor afinidad en la distribución del poder y nombramiento de figuras. "Que haya diferencias en torno a la representatividad por parte de los grupos pequeños no significa que estos no tengan voz. La tienen y es muy fuerte", dijo.

El acuerdo alcanzado comprende la es-tructura fundamental de un Consejo Supremo interino, integrado por entre 120 y 200 miembros, órgano que prepararía la conformación de una Loya Jirga (Gran Asamblea) de transición, y también se acordó la formación de una administración provisional in-tegrada por unos 15 o 25 ministros.

Autoridad temporal, meta inmediata

Lograr la creación de una autoridad temporal en Kabul es cuestión prioritaria en la agenda de la conferencia auspiciada por la ONU, que conduciría el país centroasiático durante tres o cuatro meses hasta la conformación de un gobierno y una Loya Jirga de transición, que gobernaría el país durante dos años, proceso que concluiría con la ce-lebración de elecciones democráticas.

"Se trata de un avance significativo", dijo un miembro del grupo de Roma, Pacha Khan Dzadran, exiliado en Arabia Saudita, quien añadió estar confiado en que se logrará un acuerdo definitivo el fin de semana.

El ex rey Zahir Shah figuraría a la cabeza del mecanismo de administración interino como símbolo de reconciliación nacional, pero aún no hay consenso entre las partes.

Zahir Shah, de 87 años y de origen pashtún, el grupo étnico mayoritario en Afganistán, llegó al trono en 1933 a la edad de 19 años, después de que su padre murió víctima de un atentado; reinó hasta que fue destronado por un primo suyo en 1973.

Es una figura respetada por todos los grupos étnicos de Afganistán, y aunque se ha declarado dispuesto a participar como figuqanuni_ministerra de integración durante un periodo de transición, su retorno a Kabul y participación política no sería posible bajo las actuales circunstancias, por razones de seguridad.

En el complejo proceso de negociaciones en Bonn la disposición al compromiso por parte del Frente Unido juega un papel clave, como única fuerza vencedora en Afganistán.

Como alarde de poder, fue interpretado que la delegación postergara un día el co-mienzo de las negociaciones, ya que en vez del domingo, como estaba previsto, los 25 miembros del grupo -entre ellos 11 delegados que ocupan un lugar en la mesa de negociaciones- llegaron el lunes a Bonn a bordo de un avión militar británico.

Cuarenta y ocho horas demoró la discusión sobre quién de los vencedores de Kabul debía representarlos en la conferencia.

La delegación es encabezada por el ministro del Interior y jefe de seguridad de Kabul, Yunus Qanuni, quien detalló ante periodistas la posición de su fracción en torno al urgente tema de la seguridad en el país.

Rechazó el envío de tropas multinacionales, solución apoyada por la ONU, y hoy reiteró que no hay necesidad de tropas de seguridad extranjeras en Afganistán.

"El Frente Unido está en condiciones de conformar una fuerza de seguridad integrada por todos los grupos étnicos de Afganistán", dijo, y así garantizar el orden y que prevalezca la ley durante la transición.

En caso de que los miembros responsables de la conformación de un gobierno de transición demanden la presencia de tropas multinacionales, "entonces hablaremos al respecto. No nos oponemos rotundamente al envío de tropas; consideramos que no estamos todavía en una situación de transición y actualmente el Frente Unido tiene bajo control el país".

Qanuni consideró posible que los afganos integren tropas de paz y que extranjeros participen como fuerzas de seguridad para, por ejemplo, salvaguardar las fronteras, en cuyo caso favorecería que éstas fueran conformadas por militares de países musulmanes.

Las otras tres delegaciones, el grupo de Roma, el de Chipre y el de Peshawar, apoyan el envío de fuerzas multinacionales para asegurar la paz, ya que al ser muchos de ellos afganos en el exilio, o pashtunes sin una fuerza militar, estarían a merced de las tropas del Frente Unido.

La antigua Alianza del Norte no goza de la confianza de todos los grupos étnicos debido a su sangriento pasado.

Se rumora que en las negociaciones Qanuni se encuentra entre la espada y la pared. Por un lado está el líder del Frente Unido y presidente Burhanuddin Rabbani en Kabul, quien está más interesado en expandir su poder y menos en hacer concesiones, pues es él quien se cree rechaza categóricamente la presencia de tropas extranjeras.

Por otro lado está la delegación de observadores de Estados Unidos, que ejerce una presión considerable sobre los miembros de la delegación del Frente Unido.

Sin embargo, públicamente Qanuni se muestra con capacidad de negociación propia. Al ser interrogado si Rabbani podría ser presidente de Afganistán, el líder tadjiko respondió que podría ser un candidato, pero la elección de quien ocupará dicho cargo corresponde a los afganos.

Por último, desde Roma el ex rey Zahir Shah advirtió este jueves que una guerra civil podría volver a estallar en su país si fracasa la Conferencia Interafgana, y agregó que "todos nuestros hermanos saben que si no se solucionan los problemas ahora, Afgnistán se enfrentará a graves peligros".

El hijo del ex monarca, Mirwais Zahir, quien transmitió a Afp las palabras de su padre, pidió a los reunidos en Bonn a que se acuerden de los afganos que "mueren en medio de la pobreza, el hambre, la guerra y las bombas".