Ť Católicas critican que la Iglesia prohíba uso de condón
Por primera vez, misa en catedral con motivo del día contra el sida
Ť La Arquidiócesis de México dio el permiso al grupo feminista Ť Piden a Norberto Rivera acepte diálogo con ellas sobre el tema
CLAUDIA HERRERA BELTRAN
Por primera vez, las puertas de la Catedral Metropolitana
se abrieron a la organización feminista Católicas por el
Derecho a Decidir, que realizó una misa como parte de una campaña
en favor del uso del condón para prevenir el contagio del sida,
y criticó a la jerarquía eclesiástica por prohibir
la utilización del preservativo.
En el Día Mundial de Lucha contra el Sida, la directora de esta agrupación, María del Consuelo Mejía, explicó, al término de la celebración religiosa, que el propósito de esta campaña es concientizar a los católicos y no católicos acerca del "efecto devastador" que tiene la prohibición del uso del condón por parte de los obispos católicos.
Señaló que la Arquidiócesis de México otorgó el permiso para que se efectuara la ceremonia religiosa, lo que calificó como un "acercamiento" de este grupo, que pertenece a Catholics for a Free Choice, con sede en Washington, con la jerarquía eclesiástica, y por ello manifestó su interés en que el cardenal Norberto Rivera Carrera acepte dialogar con ellas sobre sus posturas en torno a la sexualidad.
Aunque durante la misa se presentaron algunos contratiempos, Mejía negó que se hubiera intentado boicotear el acto. El servicio eléctrico se interrumpió en varias ocasiones, por lo que las organizadoras tuvieron que conectar una planta de luz que llevaban. Además, muchas veces se les insistió en que debían bajar el volumen al micrófono.
Guadalupe Cruz, de la misma organización, aclaró que presentaron la petición para realizar la misa como cualquier otro creyente lo hubiera hecho, y contaron con el apoyo de Cáritas de México y de religiosas de Ciudad Nezahualcóyotl que atienden a enfermos de sida, y de otras que auxilian a sexoservidoras de La Merced.
En conferencia de prensa en el exterior del templo, Mejía
se pronunció en favor de que el Vaticano cambie su política
en contra del uso del condón, ya que las personas tienen derecho
a vivir su sexualidad con responsabilidad.
Consideró que la Iglesia católica tiene
que valorar los estudios científicos que demuestran que el condón
reduce 10 mil veces la posibilidad de transferencia de fluidos, y con ello
disminuye el riesgo de transmisión del VIH.
La representante de Católicas por el Derecho a Decidir exigió que se les considere como integrantes de la Iglesia, que los jerarcas retomen las recomendaciones del Concilio Vaticano II, en el sentido de compaginar la ciencia con la moral cristiana, que se promueva al interior de la Iglesia la educación sexual y que se protejan los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres.
Pilar Sánchez insistió en que la Iglesia católica debe dejar a un lado la doble moral y reconocer que las campañas de abstinencia sexual lo único que provocan son relaciones con culpa y sin protección.
La misa fue oficiada en el Altar del Perdón por un sacerdote cuyo nombre no se quiso revelar por "producencia", sólo se dijo que es un "amigo de la organización de católicas".
A las 9 de la mañana, unas 150 personas comenzaron a orar por las personas que viven con VIH/sida. Desde el altar, una joven indígena de Michoacán advirtió que en en el mundo la sociedad está enferma no por el sida, sino por los prejuicios que la rodean.
A los asistentes se les entregaron pequeños lazos blancos y rojos como símbolo de la paz y la lucha contra el sida, mientras el sacerdote oró por los perseguidos por su condición sexual y por aquellos que son coherentes con el Evangelio católico.
En la celebración religiosa participó la estudiantina Shalom, que en uno de sus cánticos pidió por las víctimas de la misoginia, de la homofobia y del racismo. Al término del acto litúrgico, Pilar Sánchez, de Católicas por el Derecho a Decidir, reivindicó la doble militancia de las integrantes de este grupo: "somos feministas y mujeres de fe".
Al lado de una ofrenda hecha con flores y condones, de la organización Democracia y Sexualidad, José Angel Aguilar dijo: es momento de que la jerarquía católica "agarre la onda" y deje de prohibir el uso del condón para que ya no se sigan sumando más jóvenes a la lista de 51 mil personas que en México viven con VIH/sida.
David Alberto Murillo, de Amigos en Lucha contra el Sida, dijo que casi seis mil 600 personas están en riesgo de no tener atención médica el próximo año si el gobierno no destina 461.7 millones de pesos a los programas de atención a enfermos de sida.