MIERCOLES Ť 5 Ť DICIEMBRE Ť 2001

Ť Se reúne con profesionistas y esposas de empresarios

Insta Sahagún a combatir violencia y discriminación contra las mujeres

MARIA RIVERA

Noche de trajes sastre y besos al aire. De mujeres luchadoras, pioneras en las más diversas ramas del conocimiento. Científicas, escritoras, geógrafas, urbanistas, médicas, actrices, políticas y ecologistas. Con un discurso a favor de los derechos femeninos, pero situándose a prudente distancia del feminismo, tan fuera de moda en estos tiempos modernos en que todo es producto de la superación personal.

"Siempre he hablado más que de liberación de superación femenina", estableció la periodista y filántropa Dolores Ayala, después de recibir el premio como La Mujer del Año 2001. "No se trata de una lucha de géneros sino de capacidades. Estoy convencida que al superarse, la mujer adquiere sus derechos. No hay que luchar enormemente, si uno estudia, se prepara, y se desarrolla internamente los derechos llegan."

En su discurso de agradecimiento la periodista dijo: "México cambia y la transición nos marca un paso gradual, sacudido a veces por los vaivenes del exterior, y ello nos exige a veces dar cauce a la creatividad y a la acción solidaria. Compartir es la premisa y participar el único camino viable. El cambio hacia una sociedad más equilibrada y justa depende en gran medida de lo que hagamos juntos."

Pidió agrupar la voz de todas las mexicanas. "No permitamos que su voz se pierda a causa de la violencia doméstica o la inseguridad, digamos basta a la violencia hacia la mujer en todas sus expresiones, y aportemos nuestra experiencia para abrir nuevos espacios que garanticen plenamente su integridad y sus derechos a la salud, la educación y la libre elección de su destino."

Por su parte, Marta Sahagún, a quien todas presentaron como Marta de Fox, expuso: "No queremos estar ni delante ni detrás de los hombres, sino a la par, codo a codo, dejar nuestra huella y ser protagonistas de la historia de esta patria que se llama México." Y al final de su intervención, improvisando, recordó que si algo mueve al mundo es el amor, "y si algo saben las mujeres es amar y servir".

En su mensaje político, destacó que México está en transición y el rol femenino en esta sociedad vive un cambio importante. La consolidación del cambio democrático, que exige la participación decidida de la sociedad, no será viable sin la participación de la mujer obrera, empresaria, maestra, política, funcionaria o madre de familia y de todas aquellas que todos los días dejan su vida en el servicio a los demás.

También se sumó al rechazo de la sociedad a toda forma de discriminación y violencia contra las mujeres, sobre todo contra las que viven en la pobreza y se encuentran en mayor desventaja. "No es admisible en el México del siglo XXI ningún maltrato contra la mujer. No más abusos, no más discriminación, no más abandono."

Por otra parte, al reunirse con el Comité de Damas Voluntarias de Canacintra, Sahagún hizo un llamado a dejar atrás el prejuicio de que la sociedad civil y el gobierno no pueden trabajar en conjunto. "No solamente pueden, sino que deben trabajar juntas", manifestó al auditorio.

"Nuestro objetivo común es México y nosotras, como mujeres, podemos sumarnos a un trabajo conjunto entre la sociedad y el gobierno, cada quien haciendo la parte que nos corresponde", dijo durante el encuentro con las esposas de empresarios.

Sahagún manifestó que las mexicanas tienen la responsabilidad de apoyar y comprometerse con los grupos más desprotegidos de la población, mientras que la presidenta del Comité de Damas Voluntarias de Canacintra, Patricia Arvizu de Vilar, dijo que debe ser prioridad de los más afortunados regresarle a la sociedad parte de lo recibido.