Ť En la acción, el futuro jefe de gobierno afgano también fue lesionado levemente
Mueren 3 soldados de EU y 19 resultan heridos por una bomba "inteligente" lanzada por error
Ť George W. Bush envía sus condolencias a los familiares de las víctimas Ť Confunden marines un camello con un "vehículo no identificado"; lo persiguieron por el desierto
REUTERS, AFP Y DPA
Kabul, 5 de diciembre. Tres soldados estadunidenses murieron y otros 19 resultaron heridos al ser alcanzados por "fuego amigo", cuando una bomba "inteligente" de 900 kilos fue lanzada por "error" por un bombardero B-52 sobre sus propios hombres, al norte de Kandahar, luego de que éstos le habían pedido apoyo en sus enfrentamientos por tierra contra el talibán.
El Pentágono también reconoció que el designado líder pashtún del nuevo gobierno interino a instalarse en Afganistán, Hamid Karzai, resultó levemente herido por esquirlas durante el mismo incidente de la bomba "perdida". El reporte, de un responsable que pidió el anonimato, indicó que Karzai sufre "heridas leves y contusiones provocadas por escombros y no directamente por la bomba".
Sin embargo, más tarde Karzai negó ante la cadena británica Channel 4 que haya sufrido daños. "¿Oyeron alguna vez a un hombre herido hablar así? No sucedió nada", dijo el dirigente, quien añadió que se encontraba en un lugar "completamente tranquilo" a 20 kilómetros de Kandahar, el último bastión de la milicia talibán.
Al respecto, uno de los hermanos del líder, de nombre Ahmad Karzai, dijo haber hablado por teléfono previamente con éste y que no le comentó nada respecto a que hubiera resultado herido. No obstante, la cadena de televisión NBC, citando fuentes estadunidenses, afirmó que la bomba cayó cerca del cuartel general temporal de Hamid Karzai.
Por su parte, el presidente George W. Bush presentó sus condolencias a las familias de las víctimas del error con la bomba en las acciones en Afganistán, y justificó que los tres soldados muertos y los demás heridos de un grupo de fuerzas especiales actuaban en "una causa noble y justa", a quienes se identificó como el sargento Jefferson Donald Davis, de 39 años, originario de Tennessee; el sargento Daniel Henry Petithory, de 32 años, de Massachusetts; y el sargento Brian Cody Prosser, de 28, de California.
Calificó lo ocurrido como un accidente, lamentó las pérdidas y deseó a los heridos un pronto restablecimiento. "Como el resto de Estados Unidos, lloro esas pérdidas de vidas humanas en Afganistán y enviamos nuestras oraciones y solidaridad a sus familias. Aunque quiero que ellas sepan que murieron por una causa noble y justa, defendiendo la libertad", afirmó Bush, en torno a los militares afectados, que pertenecían al tercer batallón del quinto grupo de fuerzas especiales con base en Fort Cambell, Kentucky.
En la acción, ocurrida al norte de la sitiada ciudad de Kandahar, y cuyo error fue atribuido a un "defecto" de la munición de la bomba, según el comando central estadunidense, también murieron cinco combatientes afganos aliados a Washington, y otros 18 resultaron heridos. Respecto a los 19 soldados estadunidenses heridos, algunos de gravedad, se informó que fueron evacuados en helicóptero a la base estadunidense instalada en la zona, y varios de ellos fueron trasladados luego al buque de apoyo USS Pelelieu, en el mar Arábigo.
Se trata de la cuarta baja mortal de estadunidenses en la guerra afgana, luego de la reciente muerte de un agente de la CIA durante una represión de prisioneros talibanes y extranjeros en una cárcel-fortaleza de Mazar-e-Sharif. Al menos otros cinco estadunidenses habían muerto previamente, pero en este caso en tareas de apoyo fuera de Afganistán.
Además, infantes de marina estadunidenses fueron sorprendidos en un incidente anecdótico, cuando un grupo de ellos partió hacia el desierto en camiones provistos con armas antitanques, desde su base en la zona de Kandahar, en busca de un "vehículo no identificado" que resultó ser un camello.
Algunos de los infantes de marina habían reportado que un camello metió las narices en su trinchera la noche anterior, e hicieron disparos para ahuyentarlo. El portavoz del grupo, el capitán Stuart Upton, dijo que no estaba claro si el camello que provocó la alerta matutina era el mismo que había husmeado antes en la base.
"¿Cómo puede uno distinguir un vehículo de un camello?", se preguntó uno de los soldados atrincherados en la base arenosa. "Uno tiene ruedas, el otro tiene patas", respondió el otro. "No puedo creer que estemos persiguiendo malditos camellos por el desierto", comentó indignado un tercero.
Pero fuera de estos hechos, Médicos sin Fronteras denunció que en los bombardeos estadunidenses en la zona montañosa de Tora Bora, cerca de Jalalabad, murieron al menos 80 civiles, entre ellos mujeres y niños. Además, otros 50 heridos fueron llevados al hospital de Jalalabad, la capital provincial de Nangahar.
Fuentes estadunidenses señalaron que grupos afganos contrarios al talibán, usando tanques y apoyados por la aviación de Estados Unidos, bombardearon el área, que se estima está llena de grutas y túneles, y donde se cree que estarían Osama Bin Laden y sus hombres.
Los reportes señalan que ha habido ya enfrentamientos en los alrededores, donde fuerzas antitalibanes rodean el complejo.
Comandantes tribales locales afirmaron que controlaban ya la mitad de Tora Bora y que no habían encontrado combatientes árabes, como se creía habría entre las filas de Al Qaeda. Pero el portavoz de la coalición occidental en Islamabad, Kenton Keith, cuestionó la veracidad sobre la toma parcial de la montaña por sus aliados.
En tanto se informaba que la milicia talibán estaba en negociaciones de paz con las fuerzas de Hamid Karzai, la Organización de la Conferencia Islámica pidió desde Riad a la Organización de Naciones Unidas que investigue la masacre en la cárcel de Qalae Jangi, en Mazar-e-Sharif, en que murieron unos 400 talibanes durante un motín que fue sofocado por la Alianza del Norte con el apoyo de la aviación estadunidense.