JUEVES Ť 6 Ť DICIEMBRE Ť 2001

CUIDAD PERDIDA

Miguel Angel Velázquez

NADIE SE enteró, nadie supo por qué, pero de pronto en las calles de la ciudad aparecieron con sus trajes grises y sus armas largas, listos para realizar la misión hasta ahora imposible: frenar el índice delictivo en la ciudad.

SIN CONSULTA popular de por medio, sin un aviso que pusiera en alerta a la ciudadanía o explicara los motivos, por obvios que parezcan, el jefe de Gobierno justificó la presencia de los grises con una respuesta breve y simple: "hay un acuerdo entre el Gobierno del DF y la PFP". Y eso fue todo.

SEGURAMENTE LOPEZ Obrador se refirió al convenio de coordinación para realizar acciones institucionales de seguridad pública y procuración de justicia en el DF, firmado el 30 de agosto pasado.

NO OBSTANTE, en ese convenio firmado entre Fox y López Obrador existe una serie de condiciones que, cuando menos en esta ocasión, no se cumplieron.

EN LAS cláusulas, ocho en total, se señala claramente cómo se deben efectuar las acciones entre las autoridades policiacas del gobierno capitalino y la policía federal.

POR EJEMPLO, en la cláusula segunda, inciso seis, se indica que "las partes se comprometen a establecer mecanismos que permitan dar aviso oportuno de los operativos policiacos que se desarrollen en el Distrito Federal", ordenamiento que obviamente no se cumplió. El secretario de Seguridad Pública local nunca fue "avisado" de la presencia de la PFP en el Distrito Federal, y la población menos aun, eso lo ha dejado muy claro el propio Leonel Godoy.

ADEMAS, EN la cláusula sexta, "las partes acuerdan que cualquier modificación al presente instrumento deberá formalizarse por escrito". Hasta hoy la ciudadanía no conoce alguna modificación que pudiera dejar sin efecto el ordenamiento que exige dar aviso a la población sobre los operativos.

EN NINGUN momento, en ninguno de los párrafos del convenio se establece que la PFP patrullará las calles de la ciudad, y menos aún que podrá realizar detenciones o revisiones aleatorias entre la ciudadanía.

POR TANTO, los patrullajes de los policías de gris que usted ve en las avenidas y calles del DF son totalmente ilegales. El jefe de Gobierno lo sabe y, aun así, lo permite.

PARA LA gente del DF la exigencia de una mayor seguridad pública ha sido constante y nadie podría hacer menos cualquier esfuerzo que vaya encaminado a este fin.

SIN EMBARGO, no es posible que las autoridades federales y las de la ciudad pretendan cumplir con la exigencia ciudadana desconociendo la ley o tratando de engañar a la ciudadanía argumentando acuerdos inexistentes. Eso no se vale.

LO CURIOSO es que el discurso sobre democracia, reiterado una y otra vez por el jefe de Gobierno, se quiebra a la primera, es decir, cuando se trata de una acción que afecta, para bien o para mal, a los habitantes de la ciudad.

SERA QUE López Obrador es el dueño absoluto del concepto y él, sólo él, puede ejercerlo a su antojo. ƑDe verdad así es su democracia?

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