JUEVES Ť 6 Ť DICIEMBRE Ť 2001

ALEBRIJES

Patricia Vega

šVaya con Dios, George Harrison!


MY LORD/ MY my my lord/ My sweet lord/ Hare Krishna, Krishna Krishna, Hare Hare, Gurur Brahma, Gurur Vishnu, Gurur Devo Maheshwara, Gurur Sakshat, Parabrahman, Tasmai Shri, Gurave Namah, Hare Rama, Hare Krishna, Krishna Krishna, Hare Hare...

''ABANDONO ESTE MUNDO como vivió en él: consciente de Dios, sin temor a la muerte, y en paz...", señaló hace días la familia George Harrison, al hacer pública la conclusión de su batalla contra el cáncer.

DE ACUERDO CON sus deseos, las cenizas del compositor y guitarrista británico serán llevadas a India, país en el que abrevó de su rica tradición musical y espiritual, en ese orden cronológico: su vida cambió en 1965 cuando conoció al músico hindú Ravi Shankar, quien le dio su primera clase de cítara. Fue así como Harrison contribuyó a la idea de que era posible tomar aspectos de otras culturas para incorporarlas a la música occidental, con sus relaboraciones de melodías inglesas e hindúes.

ES UN BUEN ejemplo de lo que ahora Néstor García Canclini denomina procesos de hibridación, como distintivo deseable de una globalización cuyas variables culturales se caracterizan por fusiones que clausuran las identidades ''puras'' o ''auténticas''.

POCO DESPUES DE su encuentro con Shankar, Harrison invitó a los otros beatles a visitar al maestro Maharishi Mahesh Yogi. Y si para sus amigos el misticismo oriental fue una etapa pasajera, para Harrison la experiencia fue perdurable: le permitió profundizar en una búsqueda espiritual que había iniciado de manera abierta y poco convencional; aprender meditación trascendental y recurrir a la música como vehículo para expresar sus experiencias místicas.

CUANDO EN 1970 el cuarteto de Liverpool se disuelve, Harrison ya había encontrado el camino que apenas se perfilaba en sus épocas de Beatle. Desde su primer álbum como solista All things must pass (Todas las cosas deben trascender), daría rienda suelta a esas inquietudes espirituales mediante composiciones que pueden leerse como bitácora de sus experiencias místicas: Within you without you (1967), The inner light (1968), Isn't it a pity? y While my guitar gently weeps (1970), Give me love (Give me peace on earth) (1973), It is ''He" (Jai Sri Krishna) (1974).

SI SU REPUTACION musical fue dañada cuando My sweet lord lo llevó a enfrentar un juicio por plagio en el que aceptó la ''utilización inconsciente" de tres notas y la frase objeto de la demanda, el ex Beatle nunca se arrepintió, ya que había logrado difundir masivamente su mensaje universal de amor divino.

HARRISON LLEVO SUS convicciones a la acción: en 1971 su exitosa convocatoria al Concierto para Bangladesh, en el Madison Square Garden de Nueva York, reunió cerca de 10 millones de dólares para combatir la hambruna en ese país y se convirtió en el prototipo de respuesta solidaria del rock para denunciar y paliar injusticias de la humanidad como hambre, sida y deforestación.

CON SU MUSICA, sus canciones y su actitud, George Harrison ha cambiado la vida de miles de personas.

Su espera ha terminado.

[email protected]