VIERNES Ť 7 Ť DICIEMBRE Ť 2001

Muestra ya el acuerdo de Bonn su precariedad

Kabul, 6 de diciembre. El caudillo uzbeko, general Abdul Rashid Dostum, descalificó hoy el acuerdo de Bonn para un gobierno interino y anunció que lo boicoteará; el dirigente monárquico pashtún Pir Sayed Ahmed Gailani lo juzgó como "desequilibrado", y sostuvo que quienes lucharon contra la ocupación soviética no fueron tomados en cuenta.

A sólo 24 horas de haberse firmado el documento en Alemania, con el auspicio de la ONU, y en momentos en que aún recibía elogios de los países interesados en la región, tras designarse como cabeza del gobierno interino al líder pashtún Hamid Karzai, el acuerdo parecía comenzar a resquebrajarse al revelarse precario.

Dostum, el poderoso caudillo del norte de Afganistán que controla la estratégica ciudad de Mazar-e-Sharif, la primera en caer al comenzar el derrumbe del talibán, al expresar su "desaliento" aseveró que "anunciamos nuestro boicoteo de este gobierno y no iremos a Kabul hasta que haya un gobierno apropiado en funciones".

Integrante de la Alianza del Norte -una coalición de etnias minoritarias de tadjikos, uzbekos y hazaras-, el dirigente militar se quejó de que no fue atendida su demanda de que su facción Junbish-i-Milli obtuviera la cartera de Relaciones Exteriores y que en su lugar le asignaron las de Minería e Industrias y de Agricultura.

Señaló: "esto es una humillación para nosotros", por lo que amenazó con negar a los funcionarios del nuevo gobierno de Karzai, que entrará en funciones el 22 de diciembre por seis meses, el acceso al norte del país en donde se localizan los principales recursos petroleros y de gas natural.

De hecho, las tres principales carteras recayeron en la gente cercana al ex presidente de origen tadjiko Burhanuddin Rabbani, como son la cancillería para Abdullah Abdullah, de Defensa y viceprimer ministro para Mohammad Fahim, y del Interior para Yunus Qanuni, quien fue el líder de la Alianza del Norte en las negociaciones de Bonn.

Otro de los inconformes es el dirigente pashtún Pir Sayed Ahmed Gailani, quien tras haber sido un líder importante durante la guerra contra la ocupación de los soviéticos y que después estuvo exiliado en Peshawar, Pakistán, no obtuvo ningún puesto en el próximo gobierno de transición afgano.

"El nuevo gobierno no es tan equilibrado. Muchos de los que desempeñaron un papel significativo en la jihad -la guerra santa contra los soviéticos- no han sido tenidos en cuenta", pues a sus representantes no se les consideró en la distribución de los ministerios, por lo que esto es "una injusticia".

No obstante, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó por unanimidad el acuerdo de Bonn para un gobierno postalibán, aunque de momento pospuso el polémico tema del despliegue de una fuerza de seguridad multinacional.

La víspera Estados Unidos y sus principales aliados se declararon satisfechos, al igual que Rusia, Pakistán e Irán, y este día China se sumó a los elogios del acuerdo de Bonn al calificarlo como un "paso importante" y un "buen comienzo" para la paz en Afganistán, y abogó porque las facciones se atengan a los intereses nacionales.

Estados Unidos, que emitió elogios a Irán por su papel "constructivo" en la crisis afgana, afirmó que el resto del mundo debe pagar "la mayor parte" de los millones de dólares requeridos para la reconstrucción de Afganistán, aunque dijo que ellos no abandonarán repentinamente a los afganos en una crisis de refugiados.

La Unión Europea dijo que no esperará hasta que haya una paz total en Afganistán para ayudar en la reconstrucción, mientras que en Berlín concluyó la conferencia de apoyo y en Bruselas la de mujeres afganas. Pero, Unicef alertó sobre 100 mil niños que pueden morir en Afganistán, al haber ya unas 10 víctimas por hambre y frío. REUTERS, AFP Y DPA