VIERNES Ť 7 Ť DICIEMBRE Ť 2001
Ť Basa en cuatro premisas sus objetivos y estrategias para abatir la delincuencia
Prevé operativos permanentes el programa de seguridad para el DF
Ť Considera un mapa delictivo de la capital y esquemas de vigilancia flexibles y dinámicos
SUSANA GONZALEZ G.
La realización de diagnósticos sobre las colonias más pobres de la ciudad a fin de detectar problemas de desempleo, desintegración familiar y adicciones, así como la creación de empleos permanentes y de becas para jóvenes, entre otras medidas, forman parte de los "objetivos y estrategias" para abatir la delincuencia en la capital contenidos en el Programa de Seguridad Pública para el Distrito Federal 2001- 2006.
Elaborado por la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) y la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), el documento no deja de lado las tareas estrictamente policiales y de procuración de justicia, tales como el establecimiento de operativos permanentes con grupos especializados, la creación de un sistema de inteligencia policial y un mapa delictivo de la capital. La meta de todo ello, según se establece, es "reducir los índices delictivos a niveles tolerables por medio de esquemas de vigilancia flexibles y dinámicos".
Sin embargo, bajo la justificación de que "la visión represiva y reactiva" que ha prevalecido durante muchos años para atender los problemas de seguridad pública "ha demostrado sobradamente sus insuficiencias", las dependencias capitalinas fijan cuatro premisas fundamentales en el citado programa para combatir la inseguridad pública: la prevención del delito y la participación ciudadana, así como la aplicación de la ley y el respeto a los derechos humanos.
El programa también pretende resolver el problema de credibilidad que enfrentan las autoridades sobre los índices delictivos, puesto que como parte de sus objetivos a corto plazo plantea buscar organismos sociales que realicen encuestas de victimización "para conocer la percepción ciudadana sobre la seguridad pública" y crear tanto sistemas de observación ciudadana para evaluar el desempeño de las zonas de patrullaje como una comisión especial de seguimiento y evaluación sobre las metas gubernamentales. Incluso esboza un "sistema de fiscalización ciudadana o supervisión social" sobre la actuación del Ministerio Público.
Como parte de lo anterior, pero también en el marco del combate a la corrupción, las autoridades se comprometen a reforzar los mecanismos de denuncia ciudadana contra abusos policiales y abrir canales para que la gente pueda hacer un seguimiento sobre las demandas y sanciones impuestas a los elementos. De igual manera considera "instrumentar mecanismos de sanción contra los ciudadanos que fomenten la corrupción".
Otros temas tratados en el documento son aquellos que han quedado pendientes de resolver en este año, como es el caso de la aprobación de un nuevo marco jurídico en materia de seguridad pública -ya que al actual lo considera "obsoleto"- para llevar a cabo la descentralización de la policía hacia las delegaciones políticas y el total saneamiento en la administración y finanzas de la Policía Auxiliar.
La cobertura policial
La investigación es otro instrumento ponderado por las autoridades capitalinas para el cumplimiento de metas a corto, mediano y largo plazos en materia de seguridad pública, incluso en aquellas referidas sólo a la parte operativa, como es la cobertura policial o la profesionalización del personal de la SSP y la PGJDF.
Así, se propone la creación de un centro de investigación científica y académica sobre seguridad pública y la celebración de constantes intercambios académicos con escuelas de nivel superior, tanto nacionales como extranjeras.
En tanto, en el capítulo cinco del programa se indica que para diseñar las políticas públicas de prevención del delito se requieren "estrategias de seguimiento y estudios del fenómeno criminológico". Pero también generar la creación de un "sistema de inteligencia policial para la ejecución de acciones preventivas"; un mapeo geodelictivo y la realización de investigaciones de las zonas criminológicas y victimológicas. En lo concerniente a la procuración de justicia se pretende desarrollar un sistema de inteligencia criminal, pero también una evaluación periódica de planes y rendición de cuentas.
Todo para diseñar programas y operativos específicos contra la delincuencia, lo mismo en torno a los delitos violentos que aquellos cometidos en taxis, paraderos, zonas escolares o unidades habitacionales, o mediante sistemas de llamados de emergencia con cámaras empresariales.
Estas medidas se extenderán a la zona conurbada del estado de México y otras entidades vecinas, a fin de que se puedan desarticular cadenas delictivas que operan a nivel metropolitano y federal.
En tanto, en el rubro dedicado a la prevención de delitos se insiste en que los factores multicausales que provocan la comisión de actos ilícitos deben atacarse con políticas integrales. Para ello se plantean como "estrategias a corto y mediano plazos" otorgar becas y facilidades para buscar empleo a jóvenes y generar una política educativa que les permita "acceder y terminar sus estudios desde el nivel primaria hasta la licenciatura"; promover y aplicar programas de empleo permanente y mejorar los servicios de infraestructura urbana básica, entre otros, pero no se explica de que manera se hará.