VIERNES Ť 7 Ť DICIEMBRE Ť 2001


Ť Emotiva ceremonia durante la entrega del Luchador Olmeca

He quitado malas costumbres en Codeme: Vargas

Ť Yolanda Ramírez y Raúl Ratón Macías, glorias del deporte que acapararon ovaciones

 ABRIL DEL RIO

Los recuerdos de emociones por los momentos de gloria se hicieron presentes en la Confederación Deportiva Mexicana (Codeme), tanto por el ingreso de nuevos miembros al Salón de la Fama como por la entrega del Luchador Olmeca, máximos reconocimientos del organismo a las figuras de otros tiempos y a lo mejor del presente.

Con estas premiaciones Nelson Vargas marcó el cierre de su primer año de gestión al frente de la Codeme y conminó a los dirigentes a una mayor entrega de su parte para que los deportistas alcancen un nivel de excelencia.

trofeo_olmeca_j5bwDe cara a un futuro más cercano, los Juegos Centroamericanos de San Salvador 2003, Vargas sostuvo que el objetivo principal será "reducir la distancia con Cuba", que desde 1982 se ha puesto arriba de México en los medalleros de las justas regionales.

Aunque el muro que hace al Salón de la Fama se vistió ayer con 17 nombres más, entre quienes el boxeador Raúl Macías y la legendaria tenista Yolanda Ramírez acapararon las ovaciones, fueron muchos los ausentes.

Tal vez, como reveló el propio Vargas, no todas las federaciones cumplieron con sus propuestas, pero también se hicieron distinciones a desaparecidos como Diana Olea Figueroa, la multirrecordista mundial de paracaidismo, fallecida hace cinco años.

Otros se encuentran compitiendo fuera del país; tales son los casos de los tenistas Bruno Echagaray y Santiago González, quienes defienden su primer puesto mundial juvenil en la Copa Sunshine de Florida.

Ellos figuran entre los 41 deportistas, entrenadores y dirigentes que recibieron las estatuillas del Luchador Olmeca en el auditorio de la Codeme, donde se hizo presente Juan Ignacio Reyes, el admirado nadador minusválido, el único hombre en recibir este año el Premio Nacional del Deporte.

Algunos no tan famosos apreciaron los galardones que llegaron muchos años después de haber brillado en su deporte, sobre todo en disciplinas sin gran desarrollo, como el esgrimista Jorge Castro, por diez años campeón nacional y medallista centroamericano.

Al develar su placa abrazado de su hijo, revivió una emoción similar a la de haber alcanzado un podio.

En su momento Nelson Vargas se confesó amante de las premiaciones como un estímulo importante en el desarrollo de los deportistas, y ofreció organizar todo con mayor detalle y antelación para el año próximo.

Acerca de su gestión expresó a los medios que se siente satisfecho, aunque afirmó que al frente de la Codeme ha tenido que "quitar malas costumbres" en el plano estatutario de las federaciones.

Destacó que "hemos reducido la carga administrativa y burocrática; hemos hecho ahorros, un trabajo fuerte en cuanto a planificación, a tratar de impulsar la cultura deportiva con los rectores del país, directores de deporte y gobernadores de la República."

Es decir, explicó, "la plataforma para empezar a dar forma al trabajo que se requiere y lo más importante es que eso se debe reflejar en resultados, que no sólo sean producto del apoyo familiar, sino de las instituciones de deporte", anotó.