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ASTILLERO
Julio Hernández López
SEPAN LOS HONORABLES lectores de esta columna del
corazón que a quien la teclea ya le andan fallando feamente la vista
y el oído: busca y busca algo periodísticamente interesante
para compartirlo -bien aderezado- con su feligresía de papel y de
pantalla, pero no encuentra nada que valga la tecla.
EL PRESIDENTE FOX, POR EJEMPLO,
que a lo largo del año fue generoso y distinguidísimo
proveedor de material de primera clase para esta columna, ahora anda con
aires de seriedad que podrían llevar al periodismo a la bancarrota,
sobre todo a caricaturistas en general y a mutaciones de este género
como sería Astillero (una especie de caricatura en prosa). Una demostración
notable de que a todos nos urgen unas buenas vacacioncitas se vivió
ayer, cuando el susodicho mandatario entregó el Premio Nacional
de la Juventud en el salón Adolfo López Mateos, de Los Pinos.
Ni siquiera a esa audiencia le llegó el preciso con su desparpajo
de antaño, con el "jóvenes" que solía usar para saludar
en colectivo a quien fuera en actos muy formales. Por el contrario, frente
a jóvenes genuinos y legítimos, prefirió dirigirse
a ellos, al inicio del discurso, como "amigos y amigas", y enseguida les
recetó un rollo que sin mayor problema pudieron haber pronunciado
Miguel de la Madrid, Carlos Salinas o Ernesto Zedillo: el farol nacional
de la economía a'i la lleva, a pesar de lo gacho que está
el callejón internacional; ustedes son bien chidos y mi gobierno
los va a ayudar un resto; hoy estamos mejor que ayer y peor que mañana
y choros y más choros parecidos.
SOLEMNIDADES Y acartonamientos parecidos mantuvo
el ciudadano Presidente al inaugurar una asamblea general ordinaria del
Infonavit, en la que nada más faltó que se apareciera el
fantasma de Fidel Velázquez para que el calendario de la historia
diera vuelta atrás varios años. Todo está requetebien
en ese instituto, según las palabras mayores. Las metas, cumplidas.
El espíritu, renovado. Los procedimientos, modernizados. Patrones,
trabajadores y gobierno, unidos. La demanda de créditos, satisfecha,
y el otorgamiento, ágil. La vivienda, decorosa y digna. El catálogo
de lugares comunes del priísmo tradicional fue adornada, eso sí,
con las letanías presidenciales de los beneficios de la seudoreforma
fiscal distributiva y de las maravillas parasicológicas del humanismo
siempre positivo.
OTRAS NOTICIAS PARECIAN A este tecleador igualmente
aburridonas. Que si Roque preside la dinosáurica comisión
que regulará las elecciones priístas de nuevo presidente,
y que si los interesados en el cargo temen que a don Humberto le dé
por dedicarles alguna de sus famosas señales de rítmico acompasamiento.
Que si Beatriz Paredes anda preocupada porque la mayoría de los
gobernadores ya se alineó con Roberto Madrazo. Que si Francisco
Labastida le echa mosca a la tlaxcalteca, con esas pretensiones del sinaloense
de instaurar una especie de maximato fundado en las condolencias.
POR EL LADO JUDICIAL TAMPOCO hay nada que conmueva
(negativamente) al mundillo político. Ernesto Fonseca, conocido
como Don Neto, fue enterado de que un tribunal colegiado de circuito
revocó la sentencia que le había impuesto un juez federal
y le había confirmado un tribunal unitario, respecto a su responsabilidad
en el asunto aquel del rancho chihuahuense El Búfalo, en 1984. Aparte
de reconocer oficialmente que no es culpable de sembrar y comerciar mariguana
(al menos en ese episodio), los funcionarios judiciales ordenaron que se
le devuelvan cuentas de inversión, cheques y bienes por unos 33.5
millones de pesos. No se informó si los honorables magistrados le
llevarán el dinero o los certificados de depósito a domicilio
-en el caso, un penal de alta seguridad, del que no saldrá porque
tiene otros procesos y sentencias, que si sólo fuera por El Búfalo,
ya estaría libre- o él tendrá que mandar algún
propio a recogerlo.
EN ESE MAR DE MINUCIAS destaca, sin embargo, un
hecho venturoso. ¿Quién dice que no hay cambios? La señora
Marta ha cambiado, por ejemplo, la manera de comunicarse con gente que
la invita para ceremonias de premiación. Ayer no pudo ir personalmente
a la entrega de resultados del primer Concurso Nacional de Expresión
Literaria El Joven y La Mar, pero les habló por teléfono
al Casino Naval, donde estaban reunidos, para disculparse, felicitarlos
e invitarlos "a una posada donde tendremos la pastorela, pedimos posada,
tenemos taquitos, rompemos piñatas".
A LA DISTANCIA, SIN EMBARGO, hay mejores noticias.
Gustavo Machado es un pintor originario de la ciudad de México que
radica actualmente en Cuernavaca y que, sin ninguna ayuda privada u oficial,
se inscribió y fue seleccionado para participar en la Bienal Internacional
de Arte Moderno que se acaba de realizar esta semana en Florencia, Italia.
Tal bienal es patrocinada por el Fondo para la Cultura y el Desarrollo
de la ONU y por varias fundaciones europeas privadas, de tal manera que
hay quienes la consideran las Olimpiadas del arte moderno mundial. Frente
a decenas de artistas provenientes de 52 países, Machado logró
un notable cuarto lugar y una medalla al sentido creativo, todo lo que,
desde luego, no concitó manifestaciones multitudinarias en torno
al Angel de la Independencia ni menciones en programa alguno de Pati Chapoy
(por cierto, entre quienes admiraron la obra de Machado en Florencia estuvieron
el presidente Carlos Salinas de Gortari y su familia. Para fortuna del
pintor, hicieron comentarios positivos pero no compraron nada).
COMO HABRA ADVERTIDO EL acucioso visitador de esta
página, los hechos demuestran que aquí no hay mucho que hacer
en estos días, más que cuidarse de Roque, brindar por Don
Neto, aburrirse con los rollos del Presidente discursivamente remodelado
y lamentar que a uno no lo inviten a las posadas de Los Pinos nomás
por no escribir de El Joven y La Mar... Así es que, evidentemente,
no queda más camino que hacer maletas y largarse de vacaciones unos
días, a ver si al regreso las cosas han mejorado. Pero no brinquéis
de gusto: todavía queda la última columna de la temporada,
que verá la luz mañana, antes de entregarse a la holganza
completa durante un par de semanas.
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