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Ť La nueva legislación impulsa la privatización
de la enseñanza, afirman críticos
Aprueba el Congreso de los Diputados de España
la ley de reforma universitaria
Ť Estudiantes, maestros y padres de familia exigen la
renuncia de Pilar del Castillo
ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL
Madrid, 20 de diciembre. La polémica ley
de reforma universitaria del Ejecutivo español, el conservador José
María Aznar, fue finalmente aprobada hoy en el Congreso de los Diputados,
en lo que fue el último trámite parlamentario antes de su
entrada en vigor en los primeros días de enero.
La Ley Orgánica de Universidades (LOU) provocó
una de las mayores movilizaciones sociales en la historia reciente de este
país, que unió a millones de estudiantes, sindicatos de trabajadores
universitarios, rectores, profesores y padres de familia que durante tres
meses manifestaron en las calles de todas las capitales españolas
su frontal rechazo a la reforma, cuya principal impulsora, la ministra
de Educación y Cultura, Pilar del Castillo, considera que "abre
un camino a la mejor calidad de la enseñanza".
La LOU recibió hoy la aprobación definitiva
en el Congreso, donde gracias a la mayoría absoluta del Partido
Popular (PP, derecha) y del apoyo de los nacionalistas catalanes de Convergencia
i Unió (CiU) y de Coalición Canaria (CC) alcanzó 196
votos a favor y 34 en contra.
La reforma impone un sufragio universal ponderado, en
el que los votos de los funcionarios docentes doctores deben tener un peso
de 51 por ciento para la elección de rectores, eliminación
de docentes y otras cuestiones.
Asimismo, establece un examen de habilitación
nacional para los profesores, crea una agencia encargada de evaluar las
universidades y modifica los órganos de decisión y control
de los centros de enseñanza.
Los críticos afirman que en la práctica
se impulsa la privatización de la universidad al coartar la autonomía
de los centros y romper el principio de igualdad, dificultando el acceso
a la educación superior a estudiantes de escasos recursos.
El Partido Socialista Obrero Español (PSOE, principal
fuerza opositora), la coalición Izquierda Unida (IU), los nacionalistas
vascos y los del Grupo Mixto pidieron la dimisión de Del Castillo,
anunciaron que presentarán un recurso contra la LOU ante el Tribunal
Constitucional e hicieron un llamado a la "desobediencia civil".
El 27 de septiembre pasado, Del Castillo presentó
la LOU, que de inmediato despertó críticas desde todo el
espectro de la enseñanza. Los rectores la calificaron de "inconstitucional"
y "regresiva"; los estudiantes la rechazaron porque a su juicio abría
las puertas de la privatización de la educación pública.
Esto provocó una movilización a nivel nacional
que desde octubre sacó a las calles a más de 6 millones de
personas y culminó con una marcha en Madrid en noviembre pasado,
en la que participaron más de medio millón de personas.
Aznar, quien días después de la marcha la
describió como "ese lío de mucha gente", también arremetió
contra los rectores, a quienes calificó de "progresistas trasnochados"
y "gremialistas". Por eso, tampoco sorprendió que el Congreso, formado
mayoritariamente por legisladores del partido oficial. aprobara la LOU,
ya que a juicio del gobernante Partido Popular "el texto ha quedado aprobado
con un amplio apoyo parlamentario, con lo que se ponen en marcha los instrumentos
necesarios para que nuestro sistema universitario alcance cotas de calidad".
Para los socialistas, lo sucedido hoy en el legislativo
es que "se ha aprobado una ley contra la universidad; el gobierno ha hecho
un favor más a la universidad privada, ha abusado de su mayoría
absoluta, ha ninguneado al Parlamento y ha hecho uso del Senado".
El líder de IU, Gaspar Llamazares, advirtió
que "utilizarán todos los mecanismos para revertir la ley y nos
unimos a la opción de los universitarios de resistencia y desobediencia
civil" a la LOU. Opción que fue refrendada por el vocero de la Confederación
Estatal de Estudiantes, José Antonio García, quien anunció
que su colectivo elaborará un manual de resistencia civil para distribuirlo
entre la comunidad universitaria, con lo que la oposición a la polémica
LOU se trasladará el próximo año al campus universitario.
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