Ť Se disparó el número de los sin techo en urbes principales

En EU, el temor al ántrax vence al espíritu navideño

Ť Semivacíos, los sitios públicos en Washington, pese al gran resguardo

JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES

Washington, 23 de diciembre. Este año no parece temporada decembrina en esta capital. Sí, claro, está el árbol de Navidad gigantesco en la Casa Blanca y hay decorados luminosos en algunos árboles y postes, pero lo que se dice en los distritos comerciales de la ciudad o en las conversaciones de residentes sugiere que el ambiente festivo está muy ''sumergido'', y no bajo el polvo blanco de la nieve, sino del ántrax y otros temores.

Estos son los días en que el comercio en las tiendas debería estar en su momento más activo y cuando las luces de Navidad

están alumbrando noches frías, y las decoraciones de verde y rojo navideño disfrazando hasta lo más feo de esta ciudad. Pero hay menos luces y menos decoraciones. Las grandes tiendas comerciales y las librerías del centro estaban casi vacías este fin de semana cuando un reportero dio la vuelta por la zona. Los vendedores y empleados aburridos atendían con gran atención a los pocos clientes que se atrevían a pasear por el centro de la capital.

Gran parte de la población local parece temer caminar por los lugares públicos de aquí, a pesar del incremento dramático en la presencia de la policía, de patrullas visibles en los cruces principales, y hasta el despliegue de tropas de la Guardia Nacional en algunos lugares. "Mi esposa ya no me permite viajar en el metro para ir al trabajo", confiesa un residente local, quien explicó que su esposa teme un ataque de ántrax en el metro.

De hecho, el temor al ántrax continua presentándose como un factor principal en la vida de la población local. Dos de cada 10 residentes de esta capital reportan que conocen a alguien que fue expuesto al ántrax, o fue examinado por posible contaminación, o cuyo lugar de trabajo fue cerrado por la posible presencia del ántrax, según un sondeo reciente a los residentes de Washington realizada por la Universidad de Harvard. Un tercio de todos los residentes aquí temen ser contaminados por el ántrax.

"Es un poco preocupante cuando uno se encuentra con hombres en trajes blancos de peligro biológico que entran al edificio donde uno trabaja", comentó un empleado de oficina entrevistado por La Jornada. "Uno tiene que preguntarse, Ƒpor qué estoy entrando a este edificio si ellos creen que es tan inseguro al grado que tienen que ponerse esos trajes para visitar el mismo lugar?". El costo psicológico de todo esto es probablemente mayor a lo que se ha calculado, opinó este empleado.

Cada día hay otro informe indicando que el gobierno no sabe cómo mejor responder a la amenaza del ántrax aquí. El gobierno federal decidió esta semana recetar otro curso de tratamiento médico a tres mil empleados del Congreso, que pudieron haber sido expuestos al ántrax. Por otro lado, técnicos han estado intentando - durante dos meses - destruir todo elemento de ántrax que podiera permanecer en uno de los edificios del Senado, pero de nuevo tuvieron que suspender sus esfuerzos esta semana por un problema con el proceso de limpieza.

Todos los días, reporta la policía, hay decenas de incidentes donde se sospecha un ataque de ántrax en las oficinas de esta ciudad. En el propio Pentágono el lunes, varias oficinas fueron evacuadas durante dos horas después de que un polvo blanco salió de un sobre mientras que en otra parte de la ciudad una ONG recibió una carta enviada a la Casa Blanca que se parecía a otras cartas sospechosas (no hubo nada).

Si Santa Clos tiene la intención de visitar a Washington este año, podría ser aconsejado de ponerse un traje blanco de protección contra peligros biológicos pero aun así, no queda claro si la policía que vigila los cruces importantes de esta ciudad permitirá el paso a un tipo barbudo sobre un trineo transportando paquetes sospechosos desde el Polo Norte.