Usualmente se producen conjuntos de personajes a la misma escala; éstos tienen aproximadamente 14 cms. de altura y se hacen en diferentes actitudes: parados, sentados, arrodillados.
Se barnizan con clara de huevo.
Estas pequeñas esculturas están creadas con tal detalle que se puede recuperar información sobre la vida cotidiana de una época.
Al observarlas, se aprecia el trabajo y cariño
con que
fueron hechas.
Los "Pastores" de Tlaquepaque Jal.
Hace tiempo que las poblaciones de Tlaquepaque, San Antonio de las Huertas y Tonalá, en el estado de Jalisco, se han distinguido por su producción de los más variados objetos de barro cocido. En Tlaquepaque, además de peregrinos para las posadas y conjuntos o piezas sueltas para el nacimiento, se han manufacturado series de figuras que representan a personas en diferentes actitudes: héroes, presidentes, toreros, niños jugando y charros han sido "retratados". La serie de tipos populares ha pasado a formar parte de los nacimientos, representando a los "pastores".
En el territorio de lo que hoy es México, se hicieron figuras de barro para nacimientos desde unos años después de que se asentaron aquí los españoles; las que conocemos ahora, provenientes de Tlaquepaque, adquieren su estilo a finales del siglo XIX.
Aunque en su conjunto los nacimientos, como representación, corresponden al paisaje y costumbres del Medio Oriente, hace dos mil años, los pastores le dan un toque nacional. La creatividad y el sentimiento plástico que se expresa al poner un nacimiento en México muestra, además de la fe, un juego y un gusto que nos es característico.
La gran diferencia son los detalles
Cada figura de molde se completa modelándola manualmente en distintas actitudes, se ponen una mano y los pies, el sombrero y los elementos adicionales, como cestas, huacales, cántaros o escobas. Así se transforma, de una pieza sin vida, en un personaje diferente a los demás; ese cambio se enfatiza al retocar las caras y después de cocido el barro, al pintarse y decorarse en forma particular.
Personajes de la vida diaria
Parte de ese gusto inicia en la creación de las magníficas figuras de los pastores; son casi retratos de personajes específicos, realizados con gran detalle. Entre las representaciones hay alfareros, tlachiqueros, molenderas, pastores cargando pequeños borregos, vendedores de chicharrón, de queso, de panes, de canastas, de fruta y en general figuras que representan a la gente de la comunidad en escenas de la vida diaria.
Para su producción, se utilizan dos técnicas en el modelado de las figuras de barro: el formado en molde y el forjado a mano, lo que da por resultado que cada pieza sea única.
Con los moldes de barro se reproducen las partes de figuras
por separado; el cuerpo que tiene usualmente pegada a el una mano, la cabeza,
y los atributos que caracterizan al personaje: un sombrero, una cesta o
contenedor en el que lleva sus productos, los productos mismos por último
está la base sobre la cual se para.
Agradeceremos que nos envíen datos acerca de las celebraciones que se realizan en su comunidad, así como descripciones de sus costumbres y tradiciones. También serán bienvenidos sus comentarios y correspondencia a: La Jornada, Francisco Petrarca 118, Col. Chapultepec Morales, Miguel Hidalgo, C.P.11570, sección Cultura, página Tradición y Cultura. |