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Ť Es parte del programa anticorrupción en reclusorios capitalinos, señala el GDF
Remplazarán a 2 mil 400 custodios de penales
Ť Sólo permanecerán 150 efectivos del grupo de elite Ť Harán padrón de presos confiable
ELIA BALTAZAR Y MARIA ESTHER IBARRA
Al menos 2 mil 400 custodios de los reclusorios de la ciudad de México serán remplazados de sus cargos, como parte del programa de combate a la corrupción en el sistema penitenciario capitalino, informó ayer el subsecretario de Gobierno del Distrito Federal, Francisco Garduño.
Así, de los 2 mil 600 custodios que actualmente laboran en los ocho penales capitalinos, 90 por ciento deberá abandonar su puesto de trabajo, mediante un programa especial de jubilación, prejubilación o liquidación, conforme a la ley y reubicación de puesto que ofrecerán las autoridades del GDF.
Garduño explicó que sólo podrán permanecer en sus lugares de trabajo 150 elementos del grupo de elite de los distintos reclusorios, y anunció que próximamente se emitirá una convocatoria para que diversas instituciones de educación superior participen en un proyecto a partir del cual se establezcan los perfiles sicológicos del personal de seguridad que deberá contratarse en el futuro.
Confió en obtener entre 40 y 50 millones de pesos para iniciar el programa de depuración, en principio, de 60 por ciento del personal de custodia en los centros penitenciarios de la capital del país. Dijo: "en cuanto el Fondo de Seguridad Pública nos otorgue los recursos, iniciaremos el programa de jubilaciones y de los trabajadores que deseen hacerlo de manera anticipada conforme a un calendario de fechas que ya tenemos establecido".
El plan de restructuración del área de vigilancia en los reclusorios está acompañado de un programa de sistematización de la seguridad e información en los reclusorios, que deberá estar concluido en marzo próximo, y el cual significará una inversión de 76 millones de pesos, provenientes de los recursos del Fondo Nacional de Seguridad Pública.
Expectativas presupuestarias
Esta es la cifra más alta jamás ejercida en los reclusorios capitalinos, desde su creación hace casi 30 años, y permitirá no sólo su remodelación, sino la compra de equipo de vigilancia y la automatización de la seguridad y la información penitenciaria, entre otras metas.
Se trata, explicó el subsecretario de Gobierno, de 10 puntos contenidos en el Programa de Reconversión Penitenciaria. Y el más importante de esos es, quizá, la modernización del sistema penitenciario, mediante el uso de nuevas tecnologías, cuya aplicación está a cargo del Instituto Politécnico Nacional.
De este modo, los reclusorios de la ciudad de México se convertirán en los únicos en el país que contarán con un sistema de automatización de información y seguridad, además de los centros federales de reclusión de alta seguridad.
El objetivo de la modernización es evitar en lo posible la intervención de intereses ajenos a los procesos de reclusión, que promueven la corrupción. "Nos interesa mucho dar un giro de 180 grados a la custodia y la vigilancia, para fortalecer la gobernabilidad en estos centros", dijo.
La automatización, que concluirá en marzo próximo, significará la instalación de redes de comunicación, digitalización de información y automatización para la vigilancia y detección en aduanas, lo que dejará atrás las prácticas de corrupción y modernizará la atención a los visitantes, quienes también estarán sometidos a estrictos controles.
El proyecto, que consta de once puntos, permitirá a las autoridades de reclusorios contar con un sistema estándar para el registro de internos, el cual ya se elabora a partir del levantamiento de censos que se inició en la penitenciaría de Santa Martha Acatitla y que continuará en el resto de los reclusorios.
El objetivo, en este caso, es determinar el número exacto de internos, actualizar sus datos personales, familiares y media filiación, así como integrar a sus registros fotografía reciente y digitalización de huellas dactilares.
Con la información recabada, el IPN elaborará un almacén central de datos, que podrá consultarse desde cualquier centro u oficina administrativa, el cual funcionará también como centro de acopio y captura de información para la bases de datos de los reclusorios.
A partir de la elaboración de la base de datos y la actualización de los expedientes, también se elaborará un sistema de compurgamiento, preliberación y externación, con el cual se desterrarán las viejas prácticas de corrupción en el otorgamiento de libertades anticipadas, ya que las autoridades podrán calcular de manera automática cuántos y quiénes son los internos que están en tiempo de gozar de tratamientos de externación, pues de manera automática se obtendrán los reportes de los candidatos para calendarizar las salidas.
La digitalización de toda la información tiene como fin modernizar la consulta y manejo de los archivos de los internos en reclusorios, que hasta la fecha se llevan a cabo mediante procedimientos manuales bajo el riesgo de cometer omisiones, duplicidades y suplantación de internos.
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