Gabbanelli le pone sonido italiano al sabor norteño de los gruperos

ARTURO CRUZ BARCENAS ENVIADO

Houston, Texas. Productores de acordeones italianos y alemanes compiten por el dominio del mercado que representan los músicos gruperos. Los Gabbanelli le van ganando la partida a los Hohner, tanto en México como en Estados Unidos, pero los germanos tienen su reconocimiento y los usan músicos como Leonardo El Flaco Jiménez. La mayoría de los norteños tienen Gabbanelli.

En la tienda donde se expenden estos aparatos de fuelle, de botones o teclas, entre guitarras y acordeones de colores llamativos, algunos fosforescentes, otros ya con el nombre del dueño inscrito en "la panza", habla Mike Gabbanelli, uno de la dinastía, mientras Lupillo García, de Los Huracanes del Norte, y varios músicos norteños buscan "un gusano" que dé lustre a los bailes aquí y en México.

-¿Les ayudó a ustedes, en su negocio, el auge de la música grupera?

-Sí. Este tipo de acordeones es especial para los gruperos. Están construidos como a ellos les gusta.

-¿Le quitan los bajos?

-Sí, porque los grupos usan el bajosexto.

-¿Los gruperos son exigentes y conocedores?

-Sí, ellos saben cuando un trabajo está bien hecho. Un acordeón se siente suave o muy suavecito. Eso es lo que se reconoce de la marca Gabbanelli

-¿Cuál es el que más piden?

-El de botones, que forman tres hileras.

-¿Quiénes vienen aquí, de los famosos?

-Ramón Ayala (El Rey del Acordeón), Intocable, Huracanes... todos. Fabricamos sobre pedido, con el nombre integrado, con colores diferentes. También vienen los artistas que tocan country y western.

-¿Cuál es el de vanguardia?

-Todos. Hacemos los de botones, los de teclas, cromáticos, electrónicos. Hay músicos que compran de a diez cada vez que vienen. El Poder del Norte en sus actuaciones usa unos 15 acordeones. Todos son Gabbanelli.

-¿Usted sabe tocar el acordeón?

-Un poquito. A mí me gusta el estilo norteño, la polka, la ranchera. Lo toca bien, fuerte, por ejemplo, Ramón Ayala, pero en general todos son buenos en su estilo.

-¿Son ustedes los mejores fabricantes?

-Somos mejores que Hohner, en calidad. Nuestra historia en Estados Unidos se remonta a 1960. Antes mi padre y mi madre estaban en Italia, con el abuelo, en la fábrica. La producción era para Europa. Ahora los hacemos para todo el mundo.

-¿Hay planes para poner una planta en México?

-Estamos buscando distribuidores. Aunque es difícil porque tenemos todo el equipo en Italia. Un acordeón especial tarda en llegar a su dueño cuatro o cinco meses. El sonido del acordeón surge en Italia, viaja a Houston y pasa a los cientos de sitios para bailar la música llamada grupera, en ambos lados de la frontera.