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Ť Ante la "cerrazón" de diputados, endurecieron sus protestas; conato de violencia
Campesinos: seguirá el plantón en el DF si los legisladores no promueven el rescate del agro
Ť Trabajadores universitarios también se manifiestan frente a San Lázaro
ANGELES CRUZ Y JOSE GALAN
Momentos de tensión se vivieron ayer en la Cámara de Diputados cuando los agricultores que se mantienen en plantón frente a ese recinto amenazaron con derribar una de las puertas de entrada en protesta por la "cerrazón" de los representantes populares para atender sus demandas. De manera paralela, integrantes del Sindicato de Trabajadores de la UNAM se manifestaron también ante esa sede legislativa en defensa del financiamiento a la educación superior pública y en contra de cualquier incremento de impuestos que dañe a la clase trabajadora.
Los campesinos advirtieron que no se dejarán engañar, porque "cuando estamos allá adentro dicen que están con nosotros, pero en cuanto nos damos la vuelta le dan la espalda al campesino". Y es que, a decir de los productores, hasta ayer sus propuestas no habían sido siquiera escuchadas por los legisladores.
Durante la tarde, las agrupaciones campesinas realizaron reuniones con personeros de los diferentes partidos políticos representados en la Cámara de Diputados.
Los productores de piña de la cuenca del Papaloapan habían conseguido el compromiso de PRI y PRD para pelear porque en el presupuesto de egresos para el año 2002 se asignen 500 millones de pesos a fin de rescatar el cultivo de la fruta, así como recursos para la restructuración de la cartera vencida y financiamiento para que los agricultores puedan vigilar el trabajo de los 48 puntos aduanales que existen en el país. Esto último con el objetivo de verificar personalmente que no ingresen al país piñas de mala calidad y evitar el "contrabando técnico".
Por su parte, trabajadores del campo procedentes de Sinaloa también buscaron que los coordinadores parlamentarios se comprometieran a respaldar su demanda de asignar un presupuesto de 42 mil millones de pesos a la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), en lugar de los 36 mil millones que plantea el Ejecutivo federal.
Todos los campesinos coinciden en exigir la autorización de 5 mil 600 millones de pesos para apoyar la comercialización de la producción agrícola nacional. Además, se pronuncian de forma unánime por mantener los cupos de importación como una alternativa para rescatar el campo mexicano.
Por su parte, Víctor Suárez, secretario ejecutivo de la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras (ANEC) aseguró que ayer estuvieron nuevamente en el palacio legislativo de San Lázaro funcionarios de las secretarías de Economía y de Agricultura acompañando a empresarios en su cabildeo con los diputados para lograr que se mantengan los topes a la importación de productos agropecuarios, principalmente maíz.
Un poco después del mediodía, los campesinos de las diferentes asociaciones que se mantienen en plantón frente a la Cámara de Diputados decidieron realizar acciones más enérgicas para hacerse escuchar. Cerraron todos los accesos al palacio de San Lázaro y unos minutos después los piñeros colocaron un camión torton cargado con la fruta muy cerca del área de acceso a los visitantes, en la calle Emiliano Zapata, frente a la tesorería.
Junto con los productores de Sinaloa, estaban decididos a derribar la puerta. El personal de vigilancia de San Lázaro extremó las medidas de seguridad en las puertas interiores "para evitar que vayan a llegar al salón de plenos", explicaron algunos de los trabajadores.
Sin embargo, la situación no pasó a mayores. Una llamada de los dirigentes campesinos (que estaban adentro del recinto) detuvo a sus compañeros. "Suponemos que ya están dialogando con los diputados", dijeron los agricultores que permanecían en la calle en espera de nuevas señales.
Mientras tanto, los líderes agrarios efectivamente habían empezado a presentar formalmente sus peticiones y esperaban que en el transcurso de las siguientes horas los legisladores tradujeran su compromiso en propuestas concretas dentro del proyecto de presupuesto para el próximo año.
No obstante, advirtieron que no regresarán a sus lugares de origen si al final el Congreso de la Unión no promueve medidas que lleven al rescate del campo mexicano. Por su parte, los piñeros informaron que continuarán vendiendo su producto en la ciudad de México.
Hasta ayer y desde el 14 de diciembre, cuando se instalaron en diferentes zonas del Distrito Federal, habían vendido más de mil toneladas de piña, a un precio de cinco pesos la pieza.
"Para nosotros esto es mucho mejor, porque allá en el campo los caciques, terroristas y coyotes nos la compran a 60 y 80 centavos la pieza y vienen a venderla aquí hasta en 12 pesos", explicó Victorio Ramírez Malpica, líder de la Unión de Sociedades Rurales de Producción de la Cuenca del Papaloapan.
Por otro lado, los trabajadores universitarios acusaron al gobierno federal de estar interesado en "ahogar" a la universidad pública para evitar la crítica y la participación de la izquierda en las decisiones de Estado, lo que se demuestra, dijeron, con los bajos presupuestos proyectados para la educación superior pública y para el desarrollo de la ciencia y la tecnología. "Sólo quieren cumplir con los lineamientos del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional", dijo Adrián Pedrozo, miembro de la dirigencia del STUNAM.
Ante la puerta principal del palacio de San Lázaro, sostuvo que hay "mucha preocupación" entre todos los sindicatos universitarios del país por la propuesta de un incremento salarial a los trabajadores universitarios, tanto administrativos como académicos, de sólo 4.5 por ciento, y se congratuló por la intención de todos los sindicalistas universitarios del país de unirse en un movimiento de huelga general programado para el próximo 15 de febrero.
Los miembros del STUNAM hicieron un llamado a los legisladores federales para que hagan un esfuerzo y eviten que cerca de 200 mil trabajadores universitarios se vayan a la huelga, con la consiguiente paralización de las labores académicas y del desarrollo de la ciencia y la tecnología. "Es muy importante que tanto autoridades como legisladores federales entiendan esto. La situación de los trabajadores universitarios está muy deteriorada, hay un rezago histórico y no podemos permitir que se mantengan las políticas de contención salarial", argumentó Pedrozo.
De igual forma, los sindicalistas universitarios se pronunciaron en contra de la propuesta de incrementar la carga fiscal y del IVA a los alimentos, las medicinas, las colegiaturas y los libros. Se dijeron conscientes de que el país necesita recursos, pero advirtieron que esos fondos ya no deben ser sustraídos del pueblo, pues hay otras formas de allegarse el dinero necesario. Citaron la cancelación del IPAB y el gravamen a las operaciones especulativas en la Bolsa de Valores como dos caminos inmediatos para evitar el IVA en productos básicos.
"Sobre todo, el gobierno debe evitar la evasión fiscal. Proponemos que haya leyes que endurezcan las penas para la fuga de impuestos", dijo el dirigente del STUNAM.
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