Ť Según análisis, inhibirán desarrollo de sectores a los que se apliquen

Implicarán nuevos gravámenes más costos sociales que beneficios: BBVA-Bancomer

ISRAEL RODRIGUEZ J.

Los nuevos o mayores impuestos a las transacciones financieras, a los servicios telefónicos, al tabaco, a las bebidas embotelladas, entre otros, pueden ser una fuente fácil de recaudación y fiscalización. Sin embargo, los costos sociales superan a los beneficios tributarios, aseguró el Grupo Financiero BBVA-Bancomer. Indirectamente, agregó, también implicaría una menor recaudación.

Explicó que los impuestos especiales inhiben el desarrollo de sectores a los cuales se aplican al distorsionar las decisiones de producción y consumo de la población.

En particular, un impuesto al sistema de pagos del país encarece las transacciones comerciales realizadas en la economía y, en última instancia, inhibe el desarrollo del sistema financiero y la inversión privada en el sector bancario.

En su último análisis del año, titulado "Lo pernicioso del impuesto a transacciones financieras" se describen las principales características de este impuesto (ITF), la experiencia internacional y los posibles efectos sobre la economía mexicana.

En términos generales hay dos tipos de ITF: el impuesto Tobin sobre transacciones en el mercado de cambios, y el otro sobre transacciones en el mercado de títulos financieros. "Los defensores de estos gravámenes argumentan que pueden reducir la volatilidad financiera, especialmente la cambiaria, sin embargo, esto es a costa de un menor desarrollo financiero de los países y, por ende, de un menor crecimiento económico".

A la fecha, no hay estudios amplios sobre las repercusiones de corto y mediano plazos de un ITF sobre las repercusiones sobre la economía mexicana. Pero la experiencia internacional apunta a efectos perversos sobre el desarrollo de los países y la pobreza.

Hoy en día, en México se realizan mil 22 millones de transacciones de cheques, pagos interbancarios y tarjetas de débito y crédito por un total de 3.4 billones de pesos.

Un impuesto de 5 al millar sobre estas operaciones generaría una recaudación potencial cercana a 0.3 por ciento del PIB en el primer año de operaciones. Pero según la experiencia internacional es probable que esta recaudación se reduzca en años posteriores en virtud de la menor bancarización.