Labor artística de siete décadas

Forjadora del Ballet Nacional de Cuba, agrupación de prestigio internacional, y bailarina inscrita ya en la historia de la danza clásica, merced la contundencia de sus movimientos y la apuesta estética y expresiva de su arte, Alicia Alonso conmemoró este fin de semana 70 años de trayectoria. Su natal Cuba la festejó con un programa que culminó ayer en el Gran Teatro de La Habana.

Prima ballerina assoluta, sus versiones coreográficas de los grandes clásicos son célebres mundialmente, y se bailan en importantes compañías como los ballets de la Opera de París (Giselle, Grand Pas de Quatre, La bella durmiente del bosque); de la Opera de Viena y El San Carlo de Nápoles (Giselle); de la Opera de Praga (La fille mal gardée), y del Teatro Scala de Milán (La bella durmiente del bosque).

Eminente por sus interpretaciones, principalmente Giselle, Alicia Alonso, de 80 años, ha sido investida con el grado de doctora honoris causa por la Universidad de La Habana, el Instituto Superior de Arte de Cuba y la Universidad Politécnica de Valencia, España. En 1993 se le otorgó la Encomienda de la Orden Isabel la Católica, que adjudica el Rey de España Juan Carlos I. Ese mismo año la Universidad Complutense de Madrid creó una Cátedra de Danza con su nombre, en entre otros reconocimientos.