¤ En Oventic, reiteran su propósito de seguir luchando por obtener la autonomía

Conmemoran los ocho años del levantamiento indígena las autoridades autónomas de los Altos

¤ Campesinos procedentes de cuatro municipos se reúnen en el corazón de la región tzotzil

HERMANN BELLINGHAUSEN ENVIADO

Oventic, Chis., 1º de enero. "El gobierno no tiene la voluntad de resolver los derechos de los pueblos indígenas. Como ejemplo está el incumplimiento de los acuerdos de San Andrés", dijeron en su mensaje las autoridades autónomas zapatistas de los Altos, al celebrar un año más de lucha y resistencia.

"Los diputados panistas y priístas no quisieron reconocer en la Constitución los derechos indígenas", señalaron los zapatistas en un acto presidido por los concejos autónomos de San Andrés Sakamch'en de los Pobres, San Pedro Polhó, San Juan de la Libertad y Santa Catarina Pantelhó (el mero heartland tzotzil). Tienen a sus espaldas, en el templete, una gran bandera nacional.

"Pero dimos un paso importante. No es el momento de desanimarnos o desesperarse. Desde el principio sabíamos que nuestra lucha era larga y difícil", leyeron dos indígenas de rostro cubierto, en castellano y tzotzil, sucesivamente, ante unos dos mil indígenas de la región, en el Aguascalientes II de esta comunidad sanandresera. "Por eso al despedir el año 2001 y recibir el 2002 afirmamos una vez más nuestra decisión de seguir luchando por la democracia y la justicia".

En un acto sobrio, pues lo principal era el baile en esta celebración de gente modesta, pequeña, pobre y todavía negada, las bases de apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, mediante "un pequeño discurso", dijeron (como ellos dicen) su palabra.

A pesar de que les han hecho fama de sufrir "un dolor callado y estoico", por estos rumbos la gente es de natural alegre. Esta noche se les notaba. Tenían lista una dotación de grupos musicales como para durar toda la noche. Banda de alientos, teclados para la cumbia, varios grupos de arpa y guitarras para el son tradicional, una acordeón norteño. Vinieron campesinos de las comunidades de los cuatro municipios mencionados, pero también llegaron de Chamula, Zinacantán, Magdalenas. Acamparon en las laderas del Aguascalientes poniendo toldos y fogatas, o se instalaron en el auditorio, que es un gran salón de madera.

El único camino para no ser exterminados

"Hoy estamos aquí reunidos para celebrar el octavo aniversario de nuestro levantamiento contra el mal gobierno y sus fuerzas represivas. Contra la humillación y el desprecio. El levantamiento armado fue el único camino que nos dejaron para no ser exterminados", plantearon hoy estos indígenas rebeldes que el primero de enero de 1994 enviaron a su ejército, el EZLN, para hacerle la guerra al gobierno y plantear así sus demandas. Desde entonces estas comunidades han sido precisamente bases de apoyo. Y por lo mismo, han vivido en continuo estado de guerra.

Recordaron que "los caminos legales y pacíficos no fueron escuchados por el mal gobierno", y replantearon sus ya famosas demandas: trabajo, tierra, vivienda digna, alimentación, salud, educación, independencia, igualdad de derechos entre hombres y mujeres, respeto a los pueblos indígenas, paz con justicia y dignidad.

"Llevamos ocho años de guerra, de militarización y paramilitarización, hostigamiento y amenazas contra los pueblos indígenas, división y expulsión", expresaron los zapatistas en su mensaje. "Mientras no se solucionen nuestras demandas seguiremos resistiendo hasta ver que se cumplieron nuestros derechos. Aunque el mal gobierno diga que ya no hay guerra, que ya estamos viviendo en santa paz, ya no debemos dejarnos engañar. No debemos asustarnos de las amenazas de sus militares y paramilitares".

A la solidaridad nacional e internacional, representada aquí esta noche por caravanas de Pastores por la Paz o bien estudiantes y comités civiles de diálogo procedentes de diversas partes de la República, pidieron: "que se sigan organizando, que no se dejen engañar por la política de los gobernantes".

Los primeros ocho años

Mientras el discurso es leído en tzotzil, de manera pausada, y es escuchado con atención por los indígenas, viene la idea de que la lucha zapatista se universalizó en castellano, pero se pensó en las lenguas de los pueblos mayas. Tal vez por eso también sigue siendo mal comprendida por la clase política. Una de las acusaciones contra estos indígenas que más se repitieron los primeros años del levantamiento fue que estaban manipulados. Lo que uno siente aquí es que pocas veces, si alguna, habían sido como ahora tan dueños de su destino.

Tan es así que por aquello del tiempo indígena, que ya produjo descalabros en los relojes de gobierno durante los diálogos de San Miguel y San Andrés, una vez más los zapatistas se adelantan en el tiempo. Enero comienza hoy en Oventic una hora antes de la "nacional", a las 23 horas de nuestras manecillas. Estos son autónomos hasta en su manera de llevar la hora.

En el transcurso de la guerra les han echado, literalmente, los perros. Los han sometido a un permanente estado de sitio en sus comunidades, en los asentamientos de desplazados, las parcelas y los caminos. Aviones y helicópteros casi rozando sus techos, ametralladoras y tanques apuntándoles durante años. Han sufrido persecución policiaca, acusaciones falsas, cárcel, expulsiones y masacres. Incumplimiento de sus demandas.

Pero esta noche cantan animosamente dos veces su himno, "Ya se mira el horizonte", y el Himno Nacional, y bailan hasta la madrugada en la cancha de basquetbol, bajo una luna rotunda que ladea las nubes y se oculta para hacer repetidas y espectaculares apariciones sobre el templete, cuando sobrepone su luz azul a la caprichosa niebla.

Los niños corren desinhibidos, y hasta las niñas. ¿Qué cambio profundo han significado para estos pueblos los años transcurridos desde su levantamiento? Su discurso esta noche ha sido severo, inconforme, pero optimista. Y los vivas que siguen al anuncio de "ahora, compañeros, unas consignas", son para los pueblos zapatistas (aplausos), los combatientes insurgentes (aplausos), los milicianos, los municipios autónomos, el Congreso Nacional Indígena (aplausos), la sociedad civil nacional e internacional. Es decir, los protagonistas de estos primeros ocho años.