021n1eco ¤ La creación de gravámenes es una grave violación a las reglas económicas, advierte Difícil crear empleos con los nuevos impuestos: CCE ¤ Según el líder de organismo los empresarios sólo se comprometen a conservar fuentes existentes HUMBERTO ORTIZ MORENO En virtud de lo que considera una grave violación a las reglas económicas, vía impuestos especiales, Claudio X. González, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), advirtió que gravar más a las empresas desestimulará inversiones, y para 2002 será difícil crear más empleos. Esto significa, remarcó, que el sector empresarial solamente puede comprometerse a conservar las fuentes de ocupación existentes. Y es que los impuestos en proceso de aprobación en el Congreso disparan precios, superan el aumento salarial y el poder de compra, dañan los proyectos de inversión, restan impulso y capacidad al crecimiento, lesionan la competitividad de los negocios frente a sus socios comerciales, y son inoportunos en un año cuyo primer semestre todavía se ve complicado. González Laporte lamenta: "nuestra lógica no logró penetrar en los legisladores". Al parecer de poco sirvieron al líder empresarial sus intensos y constantes cabildeos con miembros de las diferentes fracciones partidistas y con autoridades federales. Los impuestos especiales a refrescos, cigarros y servicio telefónico, entre otros, pasaron en la Cámara de Diputados, si bien el Senado detuvo la minuta aprobada en la colegisladora para realizarle cambios de fondo en cuanto a la telefonía. Para fundamentar sus juicios, el dirigente del CCE hizo un ejercicio de lógica en dos rubros y explicó que gravar la telefonía quita impulso al sector telecomunicaciones para crecer y "apoyar la transformación del país en forma acelerada, porque la tarifa se hace más alta, e inclusive no es competitiva contra lo que tenemos que afrontar con estadunidenses, canadienses o europeos". En el caso de los refrescos, puntualizó, es más que obvio que repercutirá en el precio final al consumidor, y si la cotización va más allá de lo que suben los salarios y la capacidad adquisitiva, la inversión será menor por los efectos en el consumo. González Laporte insistió en que no se opone a que paguen más los que más ingresos perciben, pero en realidad las propuestas que han aprobado los legisladores impactan en mayor medida a quienes menos tienen. "Ojalá a futuro los señores diputados reflexionen más sobre estos asuntos y encontremos fórmulas para ser más competitivos e ir hacia adelante en la creación de empleos, que es el punto básico de todo lo que debemos hacer", remarcó. En este sentido, se pronunció porque el presupuesto que apruebe el Congreso tenga un enfoque fuerte en apoyar todos los rubros que impliquen inversiones productivas en lugar de gasto corriente, porque en estos momentos el país necesita recursos para educación, salud e infraestructura. Es preciso, enfatizó, invertir en las personas a quienes urge ofrecerles trabajo, y no solamente dentro de la burocracia o incrementando los salarios más allá de la inflación, sino basados en la productividad. El presidente del Consejo Coordinador Empresarial reiteró el compromiso del sector privado de seguir creando el máximo posible de empleos, pero aclaró que todavía se prevé un primer semestre de 2002 muy difícil. En ese lapso lo mejor que puede hacerse es "cuidar mucho, conservar" las plazas de trabajo que ya existen y aprovechar las oportunidades de abrir algunas más a través de una inversión "más pareja, en lugar de irnos de vacaciones en enero y febrero". Sostuvo que la conservación de las fuentes de ocupación actuales es "básica, prioritaria", y por eso su gremio se opuso en la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (CNSM) a incrementos superiores a las expectativas inflacionarias. "En las condiciones que esperamos puedan darse en este año, eso es lo que podemos estirarnos", expresó. González externó: "ojalá que pudiéramos pagar más. Qué mejor que tener consumidores más fuertes para apoyar a las empresas. Pero si violando las reglas económicas pudiéramos volvernos ricos, pues ya lo seríamos desde la época de Echeverría, y no lo somos". Pidió respetar las reglas y manejar la economía con prudencia, pues cuando empiece a crecer -espera que esto ocurra a mediados de 2002- "hablaremos de otra cosa, pero ahorita tenemos que ser cuidadosos".
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