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¤ "No hay circulante capaz de poner en marcha
la economía", expresó al asumir el puesto
Argentina está quebrada, admite el presidente
Eduardo Duhalde
¤ El ex gobernador peronista se comprometió a terminar
con un "modelo económico agotado"
¤ Tras la designación del nuevo mandatario hubo
cacerolazos en algunos barrios bonaerenses
STELLA CALLONI CORRESPONSAL
Buenos Aires, 1º de enero. Argentina está
"quebrada" y "no hay circulante capaz de poner en marcha la economía",
admitió esta noche el nue-vo presidente del país, el peronista
Eduardo Duhalde, quien se comprometió a "terminar con un modelo
(económico) agotado que ha su-mido en la desesperación a
la enorme mayoría de nuestro pueblo".
En
su primer discurso reconoció que está muerta la política
de convertibilidad que desde 1991 estableció la paridad del peso
con el dólar uno a uno.
"La propia esencia de este mo-delo perverso terminó
con la convertibilidad", dijo el hasta ahora senador, elegido tras un largo
de-bate e intensas negociaciones dentro de su Partido Justicialista (PJ),
aunque no habló de devaluación.
Ese modelo, que permitió combatir la hiperinflación
al tiempo que acababa con la competitividad, "arrojó a la indigencia
a 2 mi-llones de compatriotas, destruyó a la clase media, quebró
las industrias y pulverizó el trabajo de los argentinos", afirmó.
"Me hago cargo de un país real", declaró
Duhalde al dar el cuadro de la grave situación, en un discurso que
algunos analistas compararon con el del renunciante Adolfo Rodríguez
Saá, quien el 23 de di-ciembre asumió con grandes promesas
y un optimismo que para al-gunos fue desmesurado.
De todos modos, tras la designación del nuevo mandatario,
hubo cacerolazos en un par de barrios porteños, quizá
como advertencia de que no se permitirán juegos políticos
ni corruptos.
Víctimas del sistema financiero
Aunque Duhalde, fuerte rival de Carlos Menem dentro del
atomizado peronismo, prometió que el Es-tado no permitirá
que los ahorristas, cuyo dinero está virtualmente confiscado desde
hace un mes (66 mil millones), "sean víctimas del sistema financiero",
dijo que in-vestigará maniobras ilegales que ha permitido que se
evaporaran miles de millones de pesos.
"Hay que garantizar que quienes hayan robado el dinero
de la gente y quienes no hayan controlado a los que robaban sean apresados",
dijo Duhalde, y reconoció que la nación "está quebrada,
Argentina está hundida", y "hoy no tiene un peso para afrontar las
obligaciones de salarios y jubilaciones y aguinaldos del Estado".
Por otro lado, ratificó la moratoria del pago de
la asfixiante deuda externa (132 mil millones de dólares) y prometió
la creación de un seguro de empleo y formación profesional
para desocupados.
Duhalde, ex vicepresidente y ex gobernador de la provincia
de Buenos Aires, anunciará su programa económico el viernes,
pero algunas fuentes adelantaron que se estudia un proceso ordenado para
devaluar el peso, pues la depreciación de la moneda, si bien es
un hecho en el mercado negro, arruinaría a miles de personas y empresas
con deudas en dólares, además de disparar un proceso inflacionario
que ya ha comenzado.
La designación de Duhalde se consumó tarde
en la noche. A pe-sar de la emergencia, la Asamblea Legislativa retrasó
más de tres horas el comienzo de la reunión convocada por
el presidente interino Eduardo Camaño ?quien asumió el lunes
tras la renuncia de Adolfo Rodríguez Saá?, en espera del
resultado de las negociaciones entre gobernadores peronistas.
Algunos de estos gobernadores habían dejado en
soledad a Rodríguez Saá, cuyo paso de siete días por
el gobierno desnudó la grave división del PJ. Y hoy, tras
la designación de Duhalde, el titular del bloque peronista de diputados,
Humberto Roggero, advirtió que "estamos quemando las naves, no se
dan cuenta de que si nos va mal también nos hundimos".
Al comienzo del debate de la asamblea se presentó
un proyecto, ya consensuado por las dos principales fuerzas políticas
?PJ y Unión Cívica Radical (UCR)?, que deroga los artículos
del domingo que llamaban a elecciones en 60 días bajo una polémica
ley de lemas que beneficiaba al justicialismo.
Las discusiones de los congresistas se alargaron con discursos
personalistas. Hubo algunos que lanzaron al aire la idea de un gran cacerolazo
latinoamericano para rechazar el modelo económico de neoliberalismo
salvaje que llevó al desastre a Argentina.
Pero otros se refirieron a la emergencia. Elisa Carrió,
de Alternativa para una República de Iguales (ARI), advirtió
sobre impedimentos para que los ahorristas puedan disponer de su dinero,
"seguramente de difícil devolución".
"¿Dónde está el dinero, a quién
se le prestó lo que le falta al sistema financiero? Tiene el dinero
fue-ra del país", dijo la legisladora, cu-ya formación apoyó
a Duhalde, aunque se inclinó por llamar a elecciones antes de 2003
para legitimar la acción del nuevo gobierno.
Esta posición era compartida incluso por algunos
peronistas, pero los que se opusieron destacaron que el estado de incertidumbre
económica que asfixia al país no deja tiempo para elecciones.
Hubo
quienes recordaron que gobiernos electos por mayorías, como el último
de la Alianza, que cayó por la fuerza de la rebelión popular,
nunca cumplieron el programa prometido.
Lo cierto es que fue más fácil lo-grar la
unidad para elegir a Duhalde con los opositores (UCR y ARI) que dentro
del propio PJ.
En las calles cercanas al Congreso se revelaba otra crisis:
manifestantes de Izquierda Unida se en-frentaron con seguidores de Du-halde
que aguardaban la decisión de la Asamblea. Fue una breve pero contundente
batalla campal a pedradas que dejó algunos lesionados y daños,
mientras la policía se abstenía de intervenir.
Político tenaz
Duhalde, abogado de 60 años, es antiguo militante
peronista que ha ocupado importantes cargos. Go-bernó entre 1991
y 1999 la provincia de Buenos Aires, la más grande y poblada del
país, después de haber sido vicepresidente de Carlos Menem
entre 1989 y 1991.
Desde entonces nacieron diferencias con Menem, y algunos
medios locales acusaron a éste de pactos secretos con el ex presidente
Fernando de la Rúa para evitar que Duhalde ganara las elecciones
presidenciales de 1999.
Duhalde retomó su presencia en la política
al ser elegido senador por la provincia de Buenos Aires en octubre pasado,
comicios que evidenciaron el hastío ciudadano hacia la clase política,
ya que 40 por ciento votó en blanco, anuló su voto o no acudió
a las urnas.
Finalmente el ex gobernador lle-gó a la presidencia,
pero no por los votos sino por consenso. Tendrá que timonear un
país en ruinas, que en los últimos días vio un desfile
de presidentes y que hora a hora cae un poco más por el abismo.
La economía está detenida desde 1998, y
casi 50 por ciento de los 36 millones de habitantes vive en la pobreza,
en tanto que 18.3 por ciento está desempleado. La recesión
y la crisis, aumentada por los sucesivos ajustes que introdujo el ex ministro
de Economía Domingo Cavallo, se precipitaron cuando el pasado primero
de noviembre se anunció la virtual confiscación de depósitos
bancarios, lo que culminó con la caída de De la Rúa.
La bancarización, que dejó sin un
peso las calles, fue dictada por Cavallo tras permitir la fuga de unos
12 mil millones de dólares, desde que él llegó en
marzo pasado a la cartera de Economía, que ocupara también
durante la gestión de Menem.
Noventa y ocho por ciento de esos ahorros virtualmente
robados corresponde a cifras menores a los 30 mil dólares, y una
inmensa parte eran indemnizaciones por despido que la gente utilizaba mensualmente
para sobrevivir.
Duhalde tendrá que ordenar esta situación
del corralito ?encierro de depósitos? que mantiene las protestas
en las calles. Por no haber dado respuesta, desde el 20 de diciembre desfilaron,
tras la renuncia de De la Rúa, el interino Ramón Puerta y
por una semana Rodríguez Saá, quien el domingo intentó
devolver el poder a Puerta, quien se excusó y pasó el interinato
al líder de los diputados.
Hasta los granaderos que custodian la Casa Rosada ?sede
de go-bierno? se encontraban en estado de shock, de tanto ver entrar
y salir presidentes.
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