Angel Guerra Cabrera

Cuba por los cinco

Fidel Castro ha asegurado que cinco oficiales de la inteligencia cubana condenados a fines del año pasado por un tribunal de Florida regresarán a Cuba después de una batalla legal y política que el país entero dará por ellos y que "sólo ha comenzado". La batalla fue colocada por el líder cubano en la misma prioridad que las que se libran contra el bloqueo, la guerra económica y otras medidas agresivas del gobierno de Estados Unidos contra la isla.

Desde que comenzó el proceso legal se vio claro que los exiliados extremistas de Miami y sus aliados más cercanos en Washington intentarían vengarse en los oficiales cubanos de la humillación sufrida por el regreso a la isla junto a su padre del niño Elián González después de un largo enfrentamiento diplomático y político con La Habana. En esta ocasión actúan envalentonados por la deuda contraída con ellos por George W. Bush después de su ascenso a la presidencia mediante el escandaloso fraude electoral que orquestaron en el sur de Florida.

Es obvia la politización del juicio contra los agentes por haberse celebrado en Miami, bajo la presión de la maquinaria política y los medios de comunicación al servicio de la extrema derecha cubana, sin cuyo apoyo es virtualmente imposible llegar en esa región a cargos electivos, incluyendo los de jueces y fiscales. La práctica mafiosa de las amenazas contra los jurados explica también las desproporcionadas condenas que recibieron los cinco. Estas son más cuestionables dado que en las vistas orales altos oficiales en activo y en retiro de las fuerzas armadas estadunidenses descalificaron las alegaciones de la fiscalía sobre la supuesta amenaza que las actividades de los agentes cubanos podían haber representado para instalaciones militares de ese país.

Desde la condena en primera instancia de los cinco en junio de 2001 Fidel Castro había augurado su regreso, pero a fines de diciembre, luego de conocerse las sentencias y de habérseles concedido el título de héroes de la República de Cuba en una sesión extraordinaria del Parlamento, declaró: "reitero, repito y enfatizo que volverán".

Las autoridades cubanas han asegurado poseer pruebas de que los cinco cumplían exclusivamente una misión de infiltración en las organizaciones de exiliados que desde Estados Unidos realizan acciones terroristas contra la isla y que en ningún momento espiaron a instituciones estadunidenses. También de que nada tuvieron que ver con el derribo por cazas cubanos de dos avionetas de la organización contrarrevolucionaria Her-manos al Rescate, argumento esgrimido por la fiscalía para sostener la acusación más grave de "conspiración para matar", en la que se basó la sentencia a cadena perpetua para tres de los agentes. Pruebas, dijo Fidel Castro ante la Asamblea Nacional, "que en determinado momento tendrán que usarse... para desmentir esa calumnia, si no nos queda otra alternativa".

En círculos oficiales de La Habana se afirma que lo que está en juego es el derecho de Cuba a defenderse de las acciones terroristas que se organizan desde Miami con la complicidad de las autoridades estadunidenses, o en el mejor de los casos, debido a su negligencia cuando se trata de vigilar y aplicar la ley a los exiliados de línea dura. Apuntan que mientras los oficiales de inteligencia cubanos han recibido duras condenas, por las calles de Miami circulan terroristas cubanoestadunidenses, entre ellos Orlando Bosh, autor de la voladura de un avión cubano en vuelo, con resultado de 73 muertos. Bosh fue amnistiado por Bush padre durante su gobierno y hace unos días reivindicó por enésima vez su autoría del atentado a un diario de Miami.

Los cinco oficiales han reconocido en el tribunal que actuaban contra organizaciones terroristas cubanoestadunidenses cuya impunidad en Estados Unidos hace indispensables las acciones de infiltración de la inteligencia cubana como único medio para prevenir ataques a la isla; expresaron no sentir arrepentimiento y estar dispuestos, llegado el caso, a volver a esas actividades.

Los cinco han despertado una corriente de solidaridad en la isla, como antes ocurriera con el niño Elián González. En los hogares se les menciona por su nombre de pila como miembros queridos de la familia y en las esquinas de La Habana paseantes aseguran que Fidel Castro tiene "cartas en la manga" con las que logrará su liberación y regreso.

[email protected]