El Consejo Nacional para la Prevención y Control del VIH/sida (Conasida) instaló el primero de sus cuatro nuevos comités de trabajo, con lo cual dicho órgano colegiado ha iniciado operaciones para impulsar la regulación y aplicación de una política multisectorial frente a la epidemia, en la que destaca la participación de la sociedad civil.

Se trata del Comité de Monitoreo y Evaluación, integrado por 23 representantes de los sectores público, social y privado, en el que fue elegido presidente el doctor Pablo Kuri Morales, Director General de Epidemiología de la Secretaría de Salud, y como secretario el doctor Carlos Magis Rodríguez, Director de Investigación del Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH/sida (Censida).

Este comité, tal y como lo aconseja el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre VIH/sida (Onusida), mejorará la comunicación entre los diversos segmentos que participan en la respuesta nacional a la epidemia, al realizarse una observación conjunta y permanente que permita medir el impacto de las acciones realizadas en esta materia con las metas establecidas en el Programa de Acción para la Prevención y Control del VIH/sida 2001-2006.

Asimismo, se generan las condiciones para que puedan evaluarse tanto el impacto como el valor de los programas contra el VIH/sida, sean de prevención o de atención, al poderse relacionar directamente un producto o resultado específico con una intervención en particular.

Las áreas de trabajo de este comité son: funcionamiento, análisis de indicadores del Programa Nacional, vigilancia epidemiológica y cuentas nacionales. Para encausar los contenidos técnicos de cada una se decidió establecer subgrupos de trabajo que presentarán sus avances al pleno del comité, donde se discutirán y acordarán.

Por lo pronto, este comité ya logró un primer acuerdo: resolver el problema del subregistro de casos de sida, que no se ha logrado abatir tanto por el retraso inherente al sistema interno del Sector Salud como por la clasificación de enfermedades o valoraciones personales para no reconocer que un paciente ha desarrollado la enfermedad.

La posibilidad de que se concrete un esfuerzo multisectorial de esta magnitud permitirá contar con el registro preciso de la epidemia en México y en consecuencia prever los requerimientos integrales para controlarla. A mayor certeza del registro de casos, mayor certidumbre en la planeación y gestión de los recursos requeridos.

Otro acuerdo es establecer un mecanismo de trabajo que permita a las instituciones y organizaciones participantes tomar en cuenta los indicadores del Programa Nacional para la Prevención y Control del VIH/sida 2001-2006, en la búsqueda de un lenguaje común para realizar, precisamente, el monitoreo y la evaluación.

Las instituciones y organizaciones que forman parte de este comité son: Instituto Mexicano del Seguro Social (Dirección de Salud Comunitaria); Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Subdirección General Médica); Secretaría de Marina (Servicios Médicos); Secretaría de la Defensa Nacional; Petróleos Mexicanos (Servicios Médicos); Secretaría de Salud (Censida, Centro Nacional de Transfusión Sanguínea, Dirección General de Epidemiología, Dirección General de Equidad y Desarrollo en Salud, Dirección General de Calidad y Educación); Instituto Nacional de Salud Pública; Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición de la Salud "Salvador Zubirán"; El Colegio de México; Comisión Nacional de Derechos Humanos; Secretaría de Salud del Distrito Federal; Secretaría de Salud del Estado de Hidalgo; Secretaría de Salud del Estado de Jalisco; Secretaría de Salud del Estado de Sonora; Onusida; Sidalac-Funsalud; Frente Nacional de Personas Afectadas por el VIH; y Red de Atención y Prevención en VIH/sida, A.C.

Se trata de un esfuerzo verdaderamente multisectorial que rebasa al Sector Salud, por lo cual podrá obtenerse más información y en consecuencia una influencia social mayor al momento de tomar nuevas medidas en el control de esta epidemia.

Con este comité, la Secretaría de Salud estará en condiciones de atender las necesidades propias del VIH/sida en México, que sigue presentándose como una epidemia concentrada y demanda, por ello, atención particular a los grupos vulnerables.