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Ť JEP: ''no se trata de privilegiarme, sino de
dar respiro a una actividad importante''
Marcha atrás a gavamen, piden al Congreso
Ť Creadores de todas las ramas presentaron solicitud formal
Ť Apela a la razón de Gil
ANASELLA ACOSTA NIETO
Escritores, cineastas, creadores escénicos, músicos,
pintores, fotógrafos y escultores de 14 estados de la república
presentaron una petición a las comisiones de cultura de las cámaras
de senadores y diputados para derogar el actual régimen fiscal que
grava los derechos de autor y clasifica el arte como artículo suntuario.
En nombre de los diferentes gremios de creadores artísticos,
Leticia Vargas, representante vocal de Cine y Teatro del Consejo para la
Cultura y las Artes de Nuevo León, entregó a los legisladores
la solicitud de derogación firmada por casi 250 autores.
El documento entregado al Congreso expresa una de las
mayores preocupaciones de los autores: "El reciente gravamen a la creación
artística dificultará aún más el acceso de
la mayoría de los mexicanos al disfrute del arte".
Leticia Vargas destaca que los autores no pretenden ser
privilegiados, sino mantener los estímulos que les permitan seguir
dando voz a los problemas que ellos detectan en la realidad, a partir de
los cuales comunican y crean, lo que beneficia a la comunidad. Considera
que en este momento no debe descuidarse la creación artística,
pues el arte puede ayudar a ver que los problemas puedan verse desde otra
óptica y puedan darse otros tipos de solución a la vida diaria.
La petición de los autores destaca que en un escenario
como el actual, "donde las demandas sociales aumentan la tensión
en el país, el arte puede ser un camino para el entendimiento, pues
el acceso a éste permite al individuo expandir su registro sensible
y reordenar su mundo desde los valores del arte", sin olvidar que "el acceso
al conocimiento y disfrute del arte es parte esencial de una educación
integral".
Vargas señala que ninguna de las iniciativas de
derogación ya presentadas por los diputados y senadores contempla
la derogación del 5 por ciento a las piezas artísticas al
considerarlas como artículos suntuarios en Transitorios, del artículo
octavo, fracción 1, párrafos 3 y 4 de la ley ISR, por lo
que ahora piden a los legisladores que se integre este aspecto.
Al respecto el documento especifica que el gravamen a
la creación artística "ensombrece la esperanza de vivir en
un país donde el arte sea un bien al alcance de todos".
Los creadores argumentan que a diferencia de un empresario
que hace productos que se venden y goza del beneficio de poder deducir
de sus impuestos la inversión que realiza para poder elaborarlos,
"el artista crea obras difícilmente comerciables y además
no puede deducir el tiempo que dedica a la creación intelectual".
Agregan que el artista desarrolla un trabajo intelectual que se traduce
en obra artística, y ese trabajo intelectual es el que no se valora
y tampoco se paga.
En nombre de autores de Nuevo León Vargas se encuentra
en México para coordinarse con otros gremios como la Sociedad General
de Escritores de México (Sogem) y trabajar en forma conjunta en
la tarea de sensibilizar a los legisladores sobre la importancia de la
creación artística y recordar el aporte de los autores a
la economía del país cuando sus obras se convierten en patrimonio
de la nación, luego de75 años de la muerte del creador.
ANASELLA ACOSTA NIETO
Indignado, el escritor José Emilio Pacheco muestra
una lista de los libros de poesía que ha vendido. Las cifras por
título -a excepción de uno que suma 66 ejemplares- no llegan
ni a veinte.
''Mira cuántos ejemplares vendí después
de cuarenta años de escribir poemas y el total de derechos de autor
por doce libros fue 2 mil 862 pesos, debo 5 mil 10.40, y ahora sobre esto
voy a pagar el 35 por ciento''.
El autor de Islas a la deriva mencionó la
necesidad de que el secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz,
y Jesús Silva Herzog-Márquez -quien ha manifestado diversos
argumentos en defensa de la eliminación de las exenciones a la actividad
artística- "vean no en lo abstracto sino en lo concreto; no se trata
de privilegiarme a mí, que siempre he pagado impuestos y seguiré
pagando, si no permitir un respiro para una actividad que ha sido importante
para México".
José Emilio Pacheco mencionó que si debe
considerar que su situación es privilegiada por ser un best-seller
que vende 66 ejemplares,"cómo estarán los que no lo son",
y agregó: " Si esto ocurre conmigo, que esperanzas tiene alguien
que se inicie en la poesía".
Consideró que la exención fiscal a los ingresos
por derechos de autor que se mantuvo vigente hasta el 31 de diciembre del
año pasado debe ser vista como "un privilegio de la actividad artística,
no de las personas".
El narrador, poeta y ensayista expuso su caso: "Pago 35
por ciento como un gran empresario que gana millones, pero a mí
no me permiten descontar computadora, cintas, papel... ¡nada! Ahí
viene la injusticia. Mira cuántos ejemplares vendí: de uno,
16; de estos dos, 15 de cada uno; de otro nueve, de este cuatro y del otro
cero."
Los autores no quieren ser privilegiados
Cristina Pacheco dijo al respecto: "Nuestras autoridades
no tienen la menor idea de lo que significa el trabajo intelectual, una
vez más se desprecia. No es una mercancía, creo que si conocieran
la interioridad del trabajo que realiza un creador entenderían que
hay mucho tiempo de por medio y mucho esfuerzo, para hacer una obra por
la que muchas veces uno no consigue nada o consigue un pago que viene recibiendo
a los seis meses o después", manifestó.
"No se trata de ser privilegiados. Los escritores, pintores,
escultores no quieren ser privilegiados, son gente que trabaja con otras
herramientas, de otra manera. Su obra se hace en condiciones muy especiales.
Por ejemplo, un escritor paga todo lo que es la infraestructura de su trabajo
e invierte muchos meses o años tal vez en hacer una obra por la
que muchas veces recibe muy poco dinero", argumentó.
La escritora se refirió a un ejemplo inmediato:
"No me acuerdo cuánto tiempo tardó José Emilio en
traducir Cómo es, de (Samuel) Beckett, una obra dificilísima.
Se dedicó con un amor, con una entrega, con un entusiasmo de traducir
una obra, por la que yo creo que ahora ha recibido 3 mil pesos o algo así.
No lo hizo por el dinero ?aunque nosotros vivimos de nuestro trabajo?,
lo hizo por el amor al texto, por una fidelidad y por el deseo de que otras
personas conocieran la obra de Beckett; nosotros vivimos de nuestro trabajo".
Difícil vender libros en México
El editor Ramón Reverté consideró
que las modificaciones tributarias pueden perjudicar mucho más en
comparación con los beneficio que se puedan obtener. "No benefician
al mundo editorial y de los autores cuando precisamente México es
un país que tiene un potencial enorme.
"Es muy difícil vender libros en México"
?dijo-, en consecuencia los autores tienen ingresos muy pequeños;
mientras, los editores muchas veces enfrentan dificultades sobre todo por
la situación económica del país. La situación
de los editores con un tipo de reforma como ésta puede hacer que
varios salgan fuera de la jugada", alertó.