Directora General: Carmen Lira Saade

México D.F. Miércoles 23 de enero de 2002

Economía

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Ť Fue el único camino para resolver los problemas, aseguró el presidente de la compañía

Pide Kmart acogerse a las leyes de quiebra; pretende reposicionarse ante la competencia

Ť En diciembre pasado cayeron las ventas 1 por ciento respecto de 2000; bajan acciones

AFP

Nueva York, 22 de enero. El gigante de los descuentos estadunidense, Kmart, víctima de graves dificultades financieras, pidió este martes la protección de la ley de quiebras, por falta de dinero y como una forma de reposicionarse ante una competencia encarnizada.

"Esta decisión (de ponerse bajo la protección de la ley de quiebras) era el único camino para resolver en forma duradera los problemas más acuciantes de la empresa", afirmó Charles Conaway, presidente de la empresa, cuya quiebra se esperaba desde hace días.

Según él, Kmart, que cuenta con 2 mil 100 tiendas y 240 mil empleados, puede salir de problemas en el año 2003 y, por el momento, sus locales permanecen abiertos.

Un consorcio bancario liberó un préstamo de 2 mil millones de dólares, que permitirá a la marca continuar con sus operaciones, destacó el grupo en un comunicado. det01-115302-pih

Las grandes líneas del programa de restructuración -que incluye el cierre de tiendas y mejor diferenciación con respecto a sus competidores- son consideradas con escepticismo por los analistas del banco Salomon Smith Barney. "Consideramos que un reposicionamiento de Kmart será muy difícil debido a las fuertes posiciones de Wal Mart y Target", indicaron.

De hecho, Kmart se mostró hasta ahora incapaz de hacer frente a Wal Mart, en número uno mundial de la distribución, así como a Target, otro especialista de los productos a buen precio.

La temporada navideña, crucial para todo el sector de distribución de mercaderías, fue un desastre para Kmart. En diciembre pasado sus ventas cayeron 1 por ciento con respecto al mismo mes de 2000, al mismo tiempo que Wal Mart aumentó su volumen de negocios 8 por ciento.

El mea culpa del grupo incluye, además de los resultados inferiores a lo esperado en el último trimestre, la "intensa competencia" en el sector de la distribución de productos a bajo precio, así como iniciativas "desafortunadas" en términos de venta y de marketing, y la recesión en Estados Unidos.

Kmart no pudo resistir frente a Wal Mart, que hizo de los bajos precios su principal argumento de ventas. Por otra parte, Kmart, con sede en Troy (Michigan), también decidió reducir sus gastos en publicidad, dando así la oportunidad a sus rivales de atraer clientes.

El temor sobre el futuro del grupo, que vio deteriorarse la calidad de su deuda y por tanto encarecidas sus opciones de crédito, se dejó sentir en las pasadas semanas en el ámbito de los proveedores de la compañía.

Fleming Companies, uno de sus mayores proveedores de productos alimenticios, rehusó hacer envíos por no haber recibido su pago semanal, según el diario The New York Times de este martes. Esto empujó al consejo de administración de Kmart a declarar formalmente la quiebra.

Los inversionistas, por su parte, se mostraron asustados por el silencio de la empresa mientras aumentaba el rumor de una bancarrota.

Las acciones de Kmart se cotizaban a 80 centavos este martes al final de la mañana, una caída de 54 por ciento con respecto al cierre del viernes. Los títulos se cotizaban a 5.46 dólares el 31 de diciembre.

Para recuperar terreno, Kmart quiere posicionarse como la tienda "que las mamás prefieren", ofreciendo marcas exclusivas.

Actualmente, Kmart tiene un acuerdo con la número uno de los artículos para el hogar en Estados Unidos, Martha Stewart, para vender sus productos de cocina, decoración y ropa para el hogar, entre otros. El futuro de esta relación era un interrogante el martes.

El grupo también planea administrar mejor sus tiendas y su abastecimiento, invirtiendo en tecnología.

KMart examinará la situación de cada una de sus tiendas para evaluar su cierre y también tomar medidas inmediatas para poner fin a unos 350 contratos de alquiler. La justicia deberá autorizar esta operación.

Kmart espera ahorrar 250 millones de dólares con estas rescisiones de arrendamientos y 350 millones adicionales gracias a otras medidas de reducción de gastos.