Reconoce fiscal de Ginebra "presiones" luego de confirmar el bloqueo de cuentas de Menem
Ť Participan el BM y el FMI en reunión multisectorial convocada por Duhalde
STELLA CALLONI CORRESPONSAL
Buenos Aires, 22 de enero. Cuando el gobierno sigue enfrascado aquí en la pesificación de la economía, mientras las presiones de la banca no cesan y el Fondo Monetario Internacional revisa las cuentas y advierte sobre "sufrimiento" para salir de la crisis, el fiscal general de Ginebra, Bernard Bertossa, reconoció hoy presiones después de haber confirmado la víspera el bloqueo de dos cuentas bancarias vinculadas al ex presidente argentino Carlos Menem.
Este dinero ?unos 10 millones de dólares? podría proceder de la venta ilegal de armas a Croacia y Ecuador hecha por el gobierno menemista entre 1991 y1995, mediante decretos firmados por el entonces mandatario y según los cuales las armas iban a Panamá (que no tiene ejército) y a Venezuela, que nunca las solicitó.
Las presiones procederían no sólo del entorno menemista, sino también del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, de y grupos de la ultraderecha, según se dijo hoy aquí.
El propio Bertossa, quien deja su cargo en mayo al terminar su segundo mandato, criticó en Ginebra a Berlusconi, entre quienes buscan frenar la justicia en investigaciones de casos de lavado de dinero.
Sobre Menem -cuyo abogado dijo que la justicia suiza va a tener que ofrecerle disculpas cuando se aclaren las cosas? llovieron este martes una ola de críticas por sus últimos ataques contra el presidente Eduardo Duhalde. El vicepresidente del Partido Justicialista (peronista, al cual también pertenece Menem), Rubén Marín, recordó al ex mandatario que el país vive uno de sus momentos más difíciles, y por ello no hay lugar para estos ataques e internas partidistas.
Menem es señalado por gran parte de los argentinos como uno de los culpables de la recesión que vive el país y la crisis terminal en que ha desembocado. Esto se reflejó hoy en los cacerolazos contra la Corte Suprema de Justicia, que en noviembre dispuso la libertad de Menem al considerar que no hubo una asociación ilícita en el caso de las armas.
"Las mafias se ayudan, Berlusconi y Menem un solo corazón", rezaba un cartel que este mediodía exhibían manifestantes que caceroleban por diversas calles porteñas, cerca de la embajada de Estados Unidos y luego alrededor del Congreso, en este último caso contra el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Precisamente, en el contexto de una enorme convulsión social y con protestas en el país, todo lo que se dice se escucha con especial sensibilidad. Por eso este día las advertencias del director gerente de ese organismo financiero, Horst Köhler, de que "no hay salida sin sufrimiento", al referirse a la crisis argentina, puso en guardia a muchos. Pero dijo algo más: "El camino hacia el crecimiento no pasa por el populismo".
Aun entre los opositores a Duhalde esto sonó no sólo como una intromisión en los asuntos internos, sino también como una forma de debilitar una gestión, cuando el propio FMI reconoció su "fracaso" en Argentina. En una entrevista publicada hoy por el diario Le Monde, Köhler reconoció que "nuestro error es no haber dicho bastante y de forma firme a finales de los 90 que la desintegración de las instituciones tendría un costo, y de no prestar atención a las políticas implementadas durante la segunda etapa de la administración" de Menem.
De todos modos, sostuvo que "si los argentinos no se juntan para ayudarse a sí mismos, el FMI no puede hacerlo en su lugar. El fondo no es una institución que pueda hacer funcionar la imprenta de billetes", y consideró que "las raíces del mal que afecta al país se encuentran en la propia Argentina".
Las respuestas estaban en los grafiti en algunas paredes de Buenos Aires: "El FMI no se enteró de que estamos sufriendo desde hace más de una década gracias a su gestión. Firmado: los desocupados y los hambrientos que ustedes crearon".
Sin embargo, enviados del FMI y del Banco Mundial participaron este día en la concertación o diálogo multisectorial al que llamó Duhalde, mientras se espera la llegada de expertos en crisis de distintos países, entre ellos México, para ayudar en la salida económica de la pesificación.
El gobierno de Duhalde esperaba un desembolso sustancial del FMI para capear la crisis, pero la subdirectora gerente, Anne Krueger, se encargó de bajar las expectativas al sostener que un paquete de ayuda por 15 mil millones de dólares no es "un número realista".
En tanto continuaron las presiones de la banca, pese a que en los últimos diez años logró ganancias multimillonarias. Así, el Santander Central Hispano dijo que sólo permanecerá en el país si tiene rentabilidad con el plan económico de Duhalde, que intenta repartir el costo de la devaluación del peso entre ahorristas y banca. Esta última fue apoyada por la Unión Europea, que indicó en un comunicado que Argentina debe respetar "los principios de la economía de mercado y evitar la discriminación contra acreedores extranjeros directos".
En este contexto, legisladores de Alternativa para una República de Iguales (ARI) y del Frente País Solidario (Frepaso) presentaron un proyecto propio para salir del corralito que encierra los depósitos de los ahorristas así como parte de los salarios desde diciembre.
La popular diputada del ARI, Elisa Carrió sostuvo que Argentina "ha sido vaciada, no es que no tiene dinero. Se lo llevaron", y propuso que tanto Europa como Estados Unidos ayuden a recabar los datos de los argentinos y de las empresas que se llevaron millones de dólares.
Mientras tanto las protestas continuaron, con el FMI, la banca extranjera, las empresas privatizadas, la Corte Suprema y el corralito como blancos del enojo. Enfurecidos desocupados del Chaco atacaron la Casa de Gobierno de esa provincia; en la hasta ahora pacífica población de Bovril, en la provincia de Entre Ríos, desesperados pobladores saquearon un depósito clausurado oficialmente por un juicio y se llevaron latas de alimentos que pueden estar vencidos. En Buenos Aires, vecinos del barrio porteño de Almagro abrazaron simbólicamente al Congreso para pedir la devolución de sus ahorros y la nacionalización de los fondos de pensiones. Otros porteños reclamaron que no se pague la deuda externa y juicio para los "asesinos de Plaza de Mayo", en referencia a la treintena de muertos de la sublevación popular del 19 y 20 de diciembre. Estas sólo fueron algunas de las manifestaciones que se registraron a lo largo y anoche de país, y que se ampliarán con una marcha de agricultores contra los grupos financieros, hasta que el viernes se cumpla un cacerolazo nacional. Y los desocupados organizados llamaron a que las cacerolas se unan a sus piquetes, para mostrar un país unido en la exigencia de justicia.