Ť El Presidente convocó a reunión urgente de análisis
Preocupa en Los Pinos efecto de informes sobre desvíos en Pemex
Ť La respuesta de que buscaban desacreditar al PRI se interpretó como que rechazaría la iniciativa de abrir el sector energético
JUAN MANUEL VENEGAS
La preocupación por las implicaciones inmediatas en la negociación para la reforma energética, además de la imagen hacia el exterior de una intervención desde Los Pinos en los procesos internos partidistas, provocó en la residencia oficial una pronta revisión de los escenarios por venir y de los efectos de hacer públicos los desvíos de recursos en Pemex, presuntamente para financiar la campaña electoral de Francisco Labastida Ochoa en 2000.
Con esa inquietud se llevó a cabo la reunión que el lunes pasado tuvo el presidente Vicente Fox Quesada con los secretarios de la Contraloría, Francisco Barrio; de Energía, Ernesto Martens; el procurador general de la República, Rafael Macedo de la Concha, y el vocero Rodolfo Elizondo. Reventado el caso por la prensa, la atención mayor se concentró en las protestas que ya hacía la dirigencia nacional del PRI, acusando al Ejecutivo Federal de un "ataque directo" en contra de ese instituto político.
De acuerdo con lo que trascendió de esa reunión -a tres días de llevarse a cabo-, las declaraciones que la víspera había hecho la líder priísta, Dulce María Sauri, de que además había la velada intención de desacreditar la administración de la paraestatal para apuntalar una estrategia privatizadora fueron "interpretadas" como un mensaje anticipado de que su partido rechazaría la iniciativa presidencial de abrir el sector energético, en general, a la iniciativa privada.
Repercutiría en planes de reactivación
Y es que -como argumentan los más cercanos y enterados de la política económica del presidente Fox- un eventual fracaso en esta propuesta repercutirá negativamente en "buena parte" de los programas de reactivación que el mandatario contempla para los próximos años.
Pero el efecto podría ser negativo en lo inmediato -advirtieron-, máxime que desde sus primeras actividades, apenas iniciado el año, Fox Quesada puso entre sus prioridades la aprobación de la reforma constitucional que enviará al Congreso el próximo periodo ordinario de sesiones.
"Y un ambiente poco propicio para su aprobación, desde ahora, generará desconfianza, tanto dentro como fuera del país", explicaron. Por eso la "urgencia" y la "preocupación" con la que se llevó a cabo aquella reunión del lunes para revisar los escenarios inmediatos.
De lo que ahí se acordó y concluyó, hasta ahora lo único que se ha sabido oficialmente es el contenido del comunicado que la tarde de ese mismo día difundió la Contraloría, aceptando que efectivamente había irregularidades en los recursos que Pemex Corporativo entregó en varias partidas al Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana, por un monto superior a los mil 100 millones de pesos. En el texto no se hizo ninguna mención que involucrara la campaña de Francisco Labastida o al Partido Revolucionario Institucional en esos presuntos desfalcos.