ENTREVISTA
Luis Felipe Bravo Mena, presidente nacional del PAN
No he ejercido una dirección personalista ni caudillesca
Forjado políticamente a la vera del desaparecido Manuel J. Clouthier y a punto de cumplir 50 años, el líder del blanquiazul expone las razones por las que busca relegirse en la presidencia del partido y cumplir con su objetivo de consolidar a Acción Nacional como la primera fuerza electoral del país
GEORGINA SALDIERNA
Luis Felipe Bravo Mena defiende su gestión al frente del PAN y desde ahí apuntala su pretensión de relegirse: "no he ejercido una presidencia personalista ni caudillesca".
En cambio, asegura que su labor al frente de la fuerza política que hoy ocupa la Presidencia de la República ha sido para concertar y articular los múltiples liderazgos panistas que hay en el país.
Frente a las críticas que aseguran que en realidad no tiene el control de su partido porque lo ha cedido a personajes como Diego Fernández de Cevallos o Felipe Calderón, Bravo Mena puntualiza que su tarea en la dirección del PAN no es la de sofocar ni limitar la acción de los actores políticos partidistas, sino la de generar condiciones para que todos los liderazgos y todas las capacidades del partido se expresen a plenitud.
"Para mí eso ha sido muy satisfactorio, porque de esta manera el partido es más una institución y menos un proyecto personal de nadie", indica.
Logros y equivocaciones
En plena búsqueda de la relección, muy de acuerdo con el acotado método blanquiazul, Bravo Mena comenta los logros de su gestión (la creación de un código de ética y de un nuevo sistema de capacitación, entre otros), aunque también admite que ha tenido equivocaciones. Algunas de éstas: "dar por sentado que muchas cosas iban a salir de manera natural y no prever como realmente se presentaron; y además, el limitado contacto de la dirigencia con los militantes en los municipios y en los estados".
Promotor del cambio estatutario del PAN aprobado en diciembre último, explica que su decisión de buscar un nuevo período de tres años en la presidencia partidista obedece a su intención de consolidar esas modificaciones, aplicar a plenitud la nueva estructura organizativa panista, concluir la actualización del programa y de la doctrina partidista, y en lo político, "hacer de Acción Nacional factor fundamental para la consolidación de la transición democrática".
-Sin embargo, hay señalamientos de algunos dirigentes de su partido en el sentido de que consolidar la reforma estatutaria es algo que pueden hacer también otros líderes y no necesariamente el actual presidente del partido, dado que fue una tarea en la que intervinieron todos los integrantes del Comité Ejecutivo Nacional.
-El PAN es una institución y por supuesto no depende de una sola persona. Con todo, me parece que en virtud de que el proyecto y la conducción de la reforma los he estado impulsando yo y que me ha tocado participar en forma importante en el proceso, ello puede ser un elemento positivo a valorar por los consejeros.
Entrevistado ayer en un hotel de la colonia Del Valle -donde en los hechos opera su "cuartel de campaña" y al que llegó luego de que en el edificio panista había recibido al secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero-, Bravo Mena insiste en que debe llegarse hasta el fondo en las indagaciones del presunto desvío de recursos hacia la campaña del priísta Francisco Labastida Ochoa.
Por supuesto, y por lo que a su partido toca, dice estar "tranquilo" respecto a la licitud de los gastos de campaña electoral de Vicente Fox en busca de la Presidencia de la República. Esto, expone confiado, "porque ya han quedado transparentes".
Entre los planes para un eventual nuevo trienio como líder nacional panista se propone también "profundizar en la capacidad de movilización electoral del partido, sacar adelante el proceso electoral de 2003 y lograr la mayoría en el Congreso, así como consolidar la relación partido-gobierno" y que ésta quede "perfectamente articulada".
-ƑEsto quiere decir que se buscará que el partido realmente sea soporte del gobierno foxista?
-El PAN ha sido soporte del gobierno, pero es indudable que debemos impulsar y mejorar mucho más esa relación. El vínculo con la administración federal ha sido complejo, como en toda experiencia nueva. Es un tema complejo, no es algo que se haya dado a la primera ni por generación espontánea. Tiene que ser un esfuerzo pensado, determinado, orientado bajo un concepto que permita desarrollar los mecanismos para mejorar ese vínculo en beneficio de los mexicanos.
Bravo Mena nació en Guanajuato, pero gran parte de su vida -sobre todo política-- la desarrolló en el estado de México. A punto de cumplir 50 años, sólo ha militado en las filas del panismo. Funcionario en la Coparmex, ha sido senador y diputado federal, pero también lo distingue su tarea como asesor del considerado precursor del neopanismo, el desaparecido Manuel J. Clouthier.
Durante la conversación no evade el tema y las múltiples interrogantes de la relación de su partido con el gobierno: "se tiene que perfeccionar y afinar ese vínculo -admite- para que como administración panista que es, rinda los frutos que se esperan, sin que esto implique fusionar el partido con el gobierno. Al contrario, cada uno debe mantener sus espacios, pero con la misma visión estratégica y ejecución de tareas, generando mecanismos de interlocución y de verificación de avances".
-Cuando se dio a conocer la candidatura de Carlos Medina Plascencia, se dijo que usted había pretendido abandonar la contienda y que Santiago Creel, Diego Fernández y Luis H. Alvarez lo habrían tenido que convencer para no dejar el proceso de sucesión.
-No. Esto se presta a muchas historias medio sabrosas, pero no hubo tal intención. Todos los presidentes del partido debemos reflexionar sobre si continuar o no. Y ese proceso por supuesto que yo lo pasé y luego la reflexión la compartí con otros amigos y con compañeros del partido. Después de escuchar sus opiniones decidí estar en la contienda para la relección.
Las críticas a su gestión
-ƑEn esa reflexión consideró las críticas que se han hecho a su gestión?
-Sí, claro, pues es parte del ejercicio de análisis y la evaluación personal que uno tiene que hacer para asumir una responsabilidad tan grande como es la de ser presidente del partido. Esas críticas servirán para rectificar en el trabajo que deberá hacerse en los próximos tres años.
-ƑQué responde a quienes dicen que usted ha permitido que personajes como Fernández de Cevallos impongan su voluntad aun en contra del gobierno foxista?
-šBueno, esa es una manera de ver las cosas! Y están en su legítimo derecho de pensar como quieran. Mi tarea no es sofocar ni limitar la acción de los agentes ni de los actores políticos del partido, sino al contrario, generar condiciones para que los liderazgos y las capacidades al interior se expresen a plenitud. Creo que no he ejercido una presidencia personalista ni de tipo caudillesca, sino de concertación y articulación de los múltiples liderazgos en el partido. Eso para mí es muy satisfactorio, porque el PAN es más institución y menos un proyecto personal de nadie.
-Pero esto que señala, a veces no lo entienden muchos.
-La tarea de presidente del partido está sujeta a las críticas e incomprensiones, pero yo no me siento incómodo. Estoy seguro de que mi trabajo le está dando resultados al partido y produce avances. Ahí están los resultados, ahí están los hechos.
Plantea que la concertación de los múltiples liderazgos ha sido un elemento muy positivo porque le ha dado estabilidad y tranquilidad al partido.
Menciona, por último, que tiene planes para fortalecer al partido en el ámbito electoral y lograr que el voto útil que le permitió el triunfo a Vicente Fox en 2000 se convierta en voto duro del PAN. Para ello dice tener la experiencia del proceso de cambio que se está viviendo, conocer a detalle toda la transformación del partido y contar con la capacidad para sacar adelante los retos que enfrenta Acción Nacional.
Ese es el capital de Luis Felipe Bravo Mena y confía que lo llevara a la presidencia panista por tres años más.