Directora General: Carmen Lira Saade

México D.F. Jueves 24 de enero de 2002

Economía

Ť Un ex socio de contadores exige inmunidad antes de dar testimonio sobre el caso

Renunció el presidente de Enron

Ť En busca de pruebas sobre destrucción de documentos contables, la FBI descubrió un contenedor lleno de papel picado Ť Amplia agenda de congresistas para diversas audiencias

REUTERS, AFP Y DPA

Houston, Texas, 23 de enero. El presidente y director ejecutivo de la corporación Enron, Kenneth Lay, renunció a su cargo hoy miércoles, más de un mes después que la empresa que dirigió desde 1986 terminara en la bancarrota, anunció la compañía. Lay, quien se retira como empleado de Enron, permanecerá en la junta de directores de la compañía.

La junta, con la cooperación de la comisión de acreedores de bancarrota, está seleccionando a un especialista para que se una a Enron a fin de sacarla de la quiebra mientras desempeña las funciones de director ejecutivo.

En Washington, el ex socio de la firma Arthur Andersen encargado del trabajo de auditoría en la quebrada Enron Corp., informó a un grupo de legisladores que no testificará ante una audiencia el jueves, a menos que se le garantice que su testimonio no será utilizado en su contra.

David Duncan recibió una notificación legal el martes en la tarde de la Subcomisión de Investigaciones de Comercio y Energía de la Cámara de Representantes para que testifique y ayude a esclarecer el colapso del que fuera coloso de la energía.

A fines del año pasado Enron se acogió a la protección por bancarrota, en la mayor quiebra de una empresa en Estados Unidos, y enseguida surgieron cuestionamientos a sus prácticas de contabilidad.

Un abogado de Duncan escribió a la comisión el miércoles y dijo que era prematuro exigirle que testifique ''en esta audiencia en este momento''.

La carta, en la que se consignan quejas de que Duncan apenas el martes obtuvo acceso a una serie de documentos de sus propiosenron_lay_m23h archivos en Arthur Andersen, indicó que el auditor invocaría el derecho constitucional que le otorga la Quinta Enmienda para no testificar el 24 de enero.

Sin embargo, ''el señor Duncan testificará el 24 de enero si la comisión decide otorgarle inmunidad....'', indicó el abogado Robert Giuffra, de la firma Sullivan & Cronwell.

Giuffra aseguró que Duncan busca una plena divulgación de la verdad y que sigue comprometido en cooperar con todas las investigaciones pendientes relacionadas con Enron, incluyendo las que se adelantan en el Congreso, el Departamento de Justicia y la Comisión de Valores (SEC por sus siglas en inglés).

David Duncan fue despedido a comienzos de este mes de Arthur Andersen, y la empresa afirmó que el ejecutivo había ordenado la destrucción de documentos una vez que se enteró de que la SEC solicitaba información sobre la manera en que se presentaban los resultados financieros.

Los expertos legales han dicho que la inmunidad que se podría ofrecer a cambio del testimonio ante el Congreso podría causar serios problemas en la investigación criminal que el Departamento de Justicia lleva a cabo tanto en Arthur Andersen como en Enron.

El portavoz de la comisión de Energía y Comercio de la Cámara de Representantes, Ken Johnson, dijo el martes que aunque la inmunidad era una opción para los testigos, se realizarían consultas con el Departamento de Justicia antes de ofrecerla.

Kenneth Lay debería concurrir a principios de febrero ante una comisión del Congreso para dar explicaciones sobre la quiebra de la distribuidora de energía. En diciembre Lay rechazó en dos oportunidades comparecer ante comisiones y justificó su ausencia por una agenda muy cargada.

En tanto, la FBI investiga inculpaciones de destrucción de documentos, hasta mediados de enero, en la contabilidad de Enron, señalaron informaciones de prensa. Los investigadores de la FBI que examinan oficinas de la central de Enron en Houston, han confiscado ya, entre otras cosas, un contenedor lleno de papel picado.

Cascada de audiencias en el Congreso

La espectacular quiebra de Enron planeaba este miércoles sobre el reinicio de las labores del Congreso de Estados Unidos, y los parlamentarios tienen agendada para las próximas semanas una cascada de audiencias para examinar las actividades del gigante de la energía en quiebra y de su ex auditora, Arthur Andersen.

En tanto, se conoció la renuncia de Kenneth Lay, titular del gigante de distribución de energía, quien ya no trabajará en la compañía pero permanecerá en el directorio.

De acuerdo con un comunicado de la empresa, el directorio con la cooperación de la comisión de acreedores de bancarrota, está en proceso de seleccionar a un especialista en restructuración que asista a la compañía en sus esfuerzos por superar la quiebra y que actúe como jefe ejecutivo.

En al ámbito legislativo, por lo menos una decena de comisiones parlamentarias del Senado y la Cámara de Representatnes previeron para las próximas semanas convocar a los dirigentes de de Enron y de la firma de auditores Arthur Andersen. Escucharán además a expertos y autoridades federales competentes para determinar cómo una de las empresas estadunidenses más poderosas pudo quebrar súbitamente.

''El Congreso tiene la responsabilidad de plantear preguntas e intentar comprender lo que pasó'', indicó el jefe de la minoría republicana del Senado, Tren Lott.

A su vez, el dirigente demócrata del Senado, Thomas Daschle, denunció lo que calificó de ''tragedia de dimensiones históricas. Eso me enoja (...) es escandaloso. Todavía no hemos visto a nadie reconocer su culpabilidad, sus errores'', añadió.

El escándalo de Enron toca hasta al mismo presidente George W. Bush, por las cuantiosas aportaciones que recibió de la empresa para su campaña. El martes, Bush repitió que su administración no tenía nada que reprocharse en este asunto, ya que no intervino en favor de la compañía a pesar de los múltiples contactos entre la empresa y responsables del gobierno.

''Lo que me escandaliza es que los accionistas y empleados no estaban al corriente de todos los hechos en torno a Enron'', indicó Bush, y reveló que su propia suegra, Jenna Welch, había comprado acciones del grupo el verano boreal pasado, las cuales ahora ya no tienen valor.

Acusada de prácticas contables dudosas que apuntaban a ocultar el estado financiero de la empresa, Enron volvió a estar en el ojo de la tormenta esta semana por haber destruido, según una ex empleada, documentos contables a pesar de que ya había varias investigaciones en curso.

Agentes de la FBI allanaron el martes la sede del grupo en Houston, Texas tras las acusaciones de la ex ejecutiva Maureen Castenada, que fue despedida a mediados de enero.