Las vicisitudes que debe pasar un vigilante
José Fidel Berona Romero, quien se ostenta como "chofer conductor de escolta" y custodio de las rejas que mantienen cerrada la calle de Cuzco, en la colonia Lindavista, dijo que por sus servicios, la empresa Corporación de Seguridad Privada SA de CV, propiedad del general retirado Oscar González Sánchez, le paga mil 400 pesos a la quincena.
Dice que no es fácil custodiar la reja, toda vez que muchas personas se molestan; sin embargo, afirmó, "alguien tiene que hacer el trabajo sucio".
Antes de aceptar ese empleo, añade, debió tomar un curso de capacitación que le dio la empresa durante 15 días.
No cuenta con armas y su única filosofía para sostenerse en su empleo es que en ese oficio no se requiere valor, sino dedicación.
Hace dos años, después de haber sido despedido del restaurante Royal de la Zona Rosa, llegó ahí. Lindavista ya era prácticamente "una barricada" y fuente de ingresos de varias empresas privadas de seguridad.
En el tiempo que lleva de custodiar la reja en la calle de Cuzco, se ha ganado la simpatía de los vecinos, porque cumple con su función de no dejar pasar a ningún extraño por esa calle.
Refiere el vigilante que en octubre pasado "se cubrió de gloria" al detener a dos sujetos que tras asaltar un microbús pretendían huir por esa calle "sin saber que se habían adentrado en una ratonera de la que no tenían escapatoria".
Para Berona Romero "cualquier persona extraña al vecindario es sospechosa hasta que no se demuestre lo contrario.
"Que me disculpen, pero aquí todos pasan revisión, hasta los invitados, porque si no, Ƒqué seguridad tendríamos?", explica
No obstante, asegura que no hay por qué emplear la dureza.
"Si las personas no ponen ninguna resistencia para mostrar su identificación, pasan sin problemas.
"De hecho, aquí todos saben que tienen que identificarse; así de sencillo es el negocio", aseguró.
BERTHA TERESA RAMIREZ