Jueves 24 de enero de 2002
La Jornada de Oriente publicación para Puebla y Tlaxcala México

 
n Plomo, níquel, benceno, tolueno y etileno penetran y se mueven en el subsuelo
Tierras de cultivo de Acatzingo dejarían de ser productivas tras el derrame petrolero: Castillo

Jorge Machuca Luna n

Debido a la gravedad de la afectación producida el 17 de enero por el derrame de petróleo en Acatzingo y otras poblaciones aledañas, existe la probabilidad de que las tierras agrícolas contaminadas no vuelvan a ser aptas para el cultivo de productos comestibles, consideró el investigador del Centro para la Prevención de Desastres Regionales (Cupreder) de la Universidad Autónoma de Puebla (UAP) José Castillo Román.
En entrevista, el especialista en geofísica señaló que será determinante conocer con exactitud las características del suelo y del subsuelo de la zona afectada, y advirtió que es posible que a medida que pase el tiempo se llegue a contaminar incluso los mantos freáticos.
Detalló que para descontaminar el suelo pueden ser ocupadas al menos tres técnicas diferentes, una de carácter físico, otra química y una más de tipo biológico ocupando bacterias -biorremediación.
Remover la capa superficial del suelo contaminado como lo ha comenzado a hacer Pemex en la zona afectada es sólo parte de una remediación mecánica; la técnica química consiste en el empleo de sustancias que ayuden a controlar y disminuir las concentraciones de contaminantes en el suelo.
En el caso de la biorremediación -técnica propuesta por la Secretaría de Desarrollo Rural y el Instituto Politécnico Nacional-, se coloca bacterias en el suelo, que al reaccionar con los contaminantes contribuyen a aminorarlos.
Castillo no descartó la posibilidad de que en algunos estratos del suelo de cultivo puedan quedar alojados metales pesados como plomo, y níquel -que son nocivos para la salud-, así como elementos de la cadena de los aromáticos, como benceno, tolueno y etileno.
"En la mayoría de los casos nunca llega a quedar el suelo como estaba antes, siempre hay algunos remanentes del contaminante; sin embargo (...), habrá que ver el tipo de uso del suelo (que se le dé posteriormente)", subrayó Castillo Román.
En suelo agrícola las concentraciones de cualquier elemento ajeno a la tierra deben ser bajas porque se siembra plantas comestibles, recalcó el investigador, quien aseveró que a una semana de ocurrido el desastre es posible que los contaminantes continúen viajando por las capas del suelo hasta alcanzar niveles freáticos y contaminar el agua del lugar.
Los hidrocarburos como el petróleo poseen componentes ligeros y pesados que presentan comportamientos diversos de acuerdo a la porosidad del suelo; los más peligrosos son los ligeros, ya que tienen la capacidad de filtrarse a los mantos freáticos y ser transportados por el agua "en forma de una nata", por lo que el área contaminada puede acrecentarse sin que sea notado a simple vista en la superficie, explicó.
Por otra parte, el delegado en Puebla de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, Arturo Gómez Barrero, señaló que Petróleos Mexicanos podría ser sancionado con una multa de 2 millones de pesos por el daño que ocasionó en Acatzingo y sus alrededores por la fuga de 10 mil barriles de petróleo crudo; la sanción exacta será determinada cuando la paraestatal termine de realizar el dictamen de la afectación del suelo agrícola.