Asis, 24 de enero. El papa Juan Pablo II hizo este jueves un llamado por la paz en el mundo desde la ciudad de Asís (centro de Italia) junto con los líderes de las 11 mayores religiones del mundo, entre ellos islámicos, judíos y ortodoxos.
"Queremos dar nuestra contribución para alejar las nubes del terrorismo, del odio, de los conflictos armados, nubes que en estos últimos meses se han acumulado en el horizonte de la humanidad", dijo el Papa al abrir la jornada de oración interreligiosa por la paz en el mundo.
Karol Wojtyla, que llegó de Roma en un tren especial con 200 líderes religiosos de varias creencias, invitó a la ceremonia multirreligiosa a patriarcas ortodoxos, rabinos, jeques, personalidades islámicas, cristianos no católicos, budistas, confusionistas y zoroástricos, además de prelados de países marcados por conflictos internos, como Colombia y España.
"¡La paz! La humanidad necesita la paz siempre, pero más ahora, después de los trágicos hechos que sacudieron su confianza y debido a las dolorosas fuentes de conflictos que suscitan aprensión en el mundo", dijo.
Al iniciar la ceremonia, que se llevó a cabo bajo una enorme y moderna estructura multirreligiosa instalada frente a la basílica medieval, cada líder religioso pronunció una reflexión sobre el valor de la paz y para que la religión no sea pretexto de conflictos, odios y violencia.
La iniciativa del Papa, convocada tras los atentados del 11 de septiembre y el agravamiento del conflicto en Medio Oriente, quiere sacudir las conciencias del mundo y a la vez ofrecer la posibilidad de un entendimiento entre distintas concepciones religiosas existentes en el mundo.
"Es posible construir entre los individuos y los pueblos puentes para encontrarse y caminar juntos sobre la vía de la paz", dijo Wojtyla, quien subrayó de nuevo que no es posible obtener la paz en el mundo sin justicia ni perdón.
"No se puede olvidar que situaciones de opresión y de marginación son con frecuencia el origen de manifestaciones de violencia y terrorismo", señaló el Papa.
Se ha reconocido, recordó, que "trágicos conflictos con frecuencia derivan de la injusta asociación de la religión con intereses nacionalistas, políticos, económicos o de otro tipo. Una vez más afirmamos que quien utiliza la religión para fomentar la violencia contradice su inspiración más auténtica y profunda".
Al invitar a rezar, el papa Juan Pablo II advirtió que "orar no significa evadirse de la historia y de los problemas de la humanidad", sino al contrario, es escoger enfrentar la realidad con la ayuda de Dios. AFP