Al Ejército es mejor limpiarle el rostro: fiscal
Ť Carrillo Prieto asegura que las fuerzas armadas pueden ser tocadas con la majestad de la ley
GUSTAVO CASTILLO Y JESUS ARANDA / I
En la investigación de las denuncias sobre desapariciones forzadas durante la llamada guerra sucia en México "no habrá ni punto final ni obediencia debida". Al Ejército es mejor "limpiarle el rostro con la fuerza de la ley, pues ésta nunca ofende; reivindica", sostuvo el fiscal especial Ignacio Carrillo Prieto al explicar por qué los militares sí pueden ser juzgados en tribunales civiles.
En entrevista con La Jornada, Carrillo Prieto insistió en que la sociedad ya está cansada de 30 años de "vueltas de hoja" en este asunto. Sobre la existencia de la Brigada Blanca -formada por militares y policías judiciales, y dirigida desde la Secretaría de Gobernación, según testimonios recabados por la CNDH- dijo: "brigadas o batallones, blancas o no, son fracturas y ofensas al orden jurídico. No se puede dar licencia para matar".
Insistió en que a las fuerzas armadas sólo se les puede tocar con la majestad, el cuidado y el respeto a la ley, para que ya no sigan arrastrando una condena generalizada e incontrolada. "Sería muy grave cubrir de oprobio al Ejército Mexicano, porque es un ejército popular".
La fiscalía especializada para desapariciones forzadas, que desde el pasado 4 de enero encabeza Carrillo Prieto, se creó por órdenes del presidente Vicente Fox, a petición expresa del titular de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, José Luis Soberanes. Esta solicitud la hizo el ombudsman el 27 de noviembre de 2001, cuando presentó al jefe del Ejecutivo el informe que realizó sobre la guerra sucia de los años 70 y 80.
-Usted aseguró que los militares que resulten culpables en los casos de desapariciones forzadas serán juzgados en tribunales civiles. ¿Cómo lo cumplirá?
-El artículo 13 de la Constitución dice que los militares están sujetos al fuero de guerra tratándose de faltas y delitos contra la disciplina militar, pero si cometen un delito del orden común, previsto por el Código Penal, fuera del servicio, deben ser juzgados por tribunales ordinarios.
"Fuera del servicio es hacer algo que no está ordenado. Pongo este ejemplo: investigar en esta zona si hay narcotraficantes o guerrilleros es la orden dada. Y entonces se incurre en pillaje, violación, robo y allanamiento de morada, ese no es el servicio. En el orden jurídico no puede darse órdenes que lo lesionen; esa es una contradicción insalvable".
-¿Y si se dieran?
-No se pueden dar. Si se dieran es que no es servicio y entonces estamos en el supuesto de aplicar la legislación ordinaria.
-El general Alberto Quintanar López, por ejemplo, y otros militares que han hablado dicen: "fiscal, madres"...
-¿Así dijo, verdad? (Ja, ja) Madres qué...
-¿Qué hacer cuando ellos dicen "a mí me lo ordenó el secretario"? Las órdenes las daba el Presidente; se las pasaba al secretario...
-Habría que ver si son órdenes del servicio; sin embargo, no puede haber ninguna orden del servicio que infrinja el orden jurídico. Eso es un delito.
-¿Estaremos hablando de delitos?
-¡Claro! Usted no da una orden de infringir, de romper, de pasar por encima del orden jurídico... Señor, esto no es una orden, es un delito en lo jurídico y es una infamia en lo moral.
-¿Qué pasará con aquellos que estando en campaña, en combate contra la guerrilla realizaron actos de tortura, desapariciones?
-Pues perseguirlos por esos actos.
-¿En el fuero militar?
-No, si se excedieron en la orden del servicio. Nadie puede torturar ni privar de la vida. Si hiciste eso, incurriste en un delito y te juzgo civilmente, porque estás fuera de las órdenes del servicio.
-Hay un término de la famosa obediencia debida, ¿ese no se va a aplicar?
-No señor, aquí no hay punto final ni hay obediencia debida. Ni vuelta de hoja. No se pueden dar vueltas de hoja en esto. Además, ya estamos cansados de 30 años de vueltas de hoja. Ahí está toda la sociedad para que no se voltee la hoja.
-¿Qué pasará con las cárceles militares? Porque se ha ido documentando que en ellas se metía a civiles involucrados en la guerrilla o a ciudadanos comunes...
-Eso si lo logramos determinar. Sería muy grave cubrir de oprobio al Ejército Mexicano, porque es un ejército popular, un ejército hecho con la gente del pueblo. ¿Cómo es posible? No, es mejor limpiarlo con ley, si es necesario hacerlo; limpiar su imagen, su rostro con la fuerza de la ley, que es la única, además, que puede tocarlo... la que debiera tocarlo; con el cuidado y el respeto de la ley, en lugar de seguir arrastrando una condena generalizada, incontrolada y, por lo mismo, permítanme subrayarlo, injusta.
"La ley nunca daña, nunca hiere; cura. Nunca ofende; reivindica".
-¿Usted pediría apoyo de autoridades militares para las indagatorias o exigiría la entrega de documentación o de lo que se requiera?
-Como dicen las disposiciones del Ministerio Público, yo tengo facultades para pedirle auxilio a toda autoridad civil o militar para el cumplimiento de mis funciones, y he notado la más amplia disposición. Espero que esto permanezca así, por convicción o porque la fuerza de la ley y de los ciudadanos también así lo exigen.
-¿Ya pidió al Ejército sus archivos?
-Todavía no. No es el momento de abrirlos. Estamos en el análisis del expediente de la CNDH y de las averiguaciones previas. Pero en mis acercamientos iniciales he obtenido la más plena disposición, porque entiendo que como todo mexicano a nadie le gusta ser confundido, para mal, con lo que no es. ¿Por qué hacer del Ejército Mexicano un ejército de torturadores? ¿De dónde sale eso?
"Si fueran mil los torturadores, si fueran mil los agentes policiacos torturadores, entonces es un Estado de torturadores, mantenido entonces por una sociedad de ¿qué? De complacientes, indiferentes o cínicos. No, ese planteamiento no puede ser, no se sostiene por ningún lado; ofende a la sociedad, a los mexicanos; nos ofende a todos, ¿no? Hay algunos, los que sean, cualquiera que fuera el número, los que merecen el reproche penal.
-¿Ya se reunió con el secretario de la Defensa?
-Estoy aproximándome al secretario.
-¿Qué es para usted entonces, la Brigada Blanca en la que participaron policías y militares, estos últimos con licencia?
-No se pueden dar licencias para matar, si no es en defensa de la patria, la integridad del territorio frente al enemigo externo. Brigadas o no, blancas o batallones o no, todo eso contrario al margen natural del orden jurídico, son fracturas u ofensas al orden jurídico, al pueblo.
-¿En las averiguaciones que ha hecho la PGR hay mención sobre los generales Arturo Acosta Chaparro y Humberto Quirós Hermosillo?
-Sí la hay. Propongo un acuerdo social para impulsar los trabajos de la oficina del fiscal, que debe conseguir la justicia mediante la aplicación de la ley. Pero uno no puede hablar en estas tareas sino de conclusiones, tan sólidas como para presentarlas ante el juez. De otra manera, yo haría un daño muy grave si menciono con nombre o apellido a alguien nada más por decirlo.
-¿Estaría entonces pidiendo el beneficio de la duda para todos los que se ha señalado como presuntos responsables?
-En derecho existe un principio: todos se presumen inocentes hasta que no se demuestre lo contrario.
-¿Investigará todos los nombres que han aparecido en los medios de comunicación?
-Todos. No va a haber un nombre, un indicio, una pista que no persigamos hasta el fondo, por más increíble que sea. Tenemos que dar escuela y ejemplo de lo que podemos hacer los mexicanos.
-Hubo dos sexenios en que ocurrieron estos hechos, entonces ¿había gobernantes cínicos, porque se dejó hacer y se dejó pasar todo?
-Si fueron perpetradores de ilícitos, son delincuentes, esa es su caracterización jurídica si eso queda acreditado y dictado en la sentencia del juez.
-¿Está usted diciendo que no se escaparán militares en activo o en retiro, ni ex funcionarios públicos de cualquier nivel?
-El único límite que tiene este fiscal es la ley, y eso no es una frase. Esta es una tarea a la que nos entregamos completamente, y en la que no admitiríamos otra taxativa ni limitante que no sea la Constitución; contamos por ello con la fuerza de la ley y de la sociedad.
-¿Si encontrara resistencias oficiales..?
-Las denunciaría.
-¿Tiene usted pensados tiempos para sus investigaciones?
-En los próximos ocho días la presentación del plan general de trabajo de la oficina del fiscal, y en unos 70 días presentar el resultado del análisis de la documentación y otros elementos que ya obran en nuestro poder. A partir de la presentación del plan y de este primer análisis, trabajar sistemática, ordenada, rigurosa y compartidamente con la sociedad en una caja de cristal.