Dispersan con violencia cacerolazo masivo en Buenos Aires; 16 heridos y decenas de detenidos
Ť Duhalde, abierto a cualquier medida anticrisis, aun la dolarización, dijo fuente del gobierno
STELLA CALLONI CORRESPONSAL
Buenos Aires, 25 de enero. Fuerzas policiales dispersaron con gases lacrimógenos y balas de goma a manifestantes que habían protestado en forma pacífica en un multitudinario cacerolazo en la Plaza de Mayo y sus alrededores. Testigos dijeron que cuando los inconformes ya estaban saliendo de la plaza, la policía entró y dispersó la movilización. Durante las protestas en la capital y las provincias, los participantes tuvieron la consigna de evitar todo enfrentamiento con las autoridades.
Varias decenas de manifestantes fueron detenidos, pero la policía se negó a precisar la cantidad. Asimismo, 11 manifestantes, entre ellos una mujer mayor, así como cinco agentes sufrieron heridas.
Fue como esperaban todos: el gran cacerolazo nacional contra la banca "cruel" o "canalla", como rezaban algunas pancartas que reforzaban el sentir de una grave situación económica y social.
La petición era la nacionalización de entidades bancarias, de las compañías privatizadas, el no pago de la deuda externa, la renuncia inmediata de los miembros de la Corte Suprema de Justicia, el adiós al corralito que encerró a miles de pequeños ahorristas, el rastreo y repatriación de los dineros saqueados por la corrupción.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) fue uno de los más mencionados en las pancartas, por supuesto negativamente. En una de ellas se leyó "ONU-Bush".
En Buenos Aires todo comenzó mucho antes de la hora señalada. Eran las 20 horas locales y fue creciendo barrio por barrio. Algunos decidieron ir a la Plaza de Mayo, vallada y cercada, o a la Plaza del Congreso. Cerca de la medianoche, miles comenzaron a llegar a estos puntos, donde efectuaron un enorme mitin. Pero la violencia policial hizo su aparición con el lanzamiento de gases lacrimógenos contra un grupo de manifestantes que permanecían en la Plaza de Mayo y sus inmediaciones en momentos en que la multitud comenzaba a dispersarse.
Mitin amenizado
Nuevamente, familias enteras con jóvenes y niños, expertos ya en el arte del caceroleo, salieron a las calles. Todo "amenizado" con la música propia, "el baile de las cacerolas", que cuenta la saga de la rebelión, el porqué y contra quién.
Desde temprana hora se trazaron las consignas, y una de ellas fue impedir esta vez que la marcha multitudinaria y pacífica fuera interrumpida por la aparición de los violentos "vengan de donde vengan". En un momento dado, la multitud pudo contra un grupo de jóvenes que intentaban iniciar los desmanes.
El día comenzó tenso porque se agitó en extremo el fantasma de un posible desorden violento. El delirio había llegado a tal punto que hasta se habló de que estaban ingresando por la provincia de Salta, armas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Por la mañana, el vocero presidencial Eduardo Amadeo, adelantó que se esperaba un "viernes negro", en relación a que las manifestaciones pudieran tornarse violentas y a raíz de anteriores experiencias, por lo cual el gobierno organizó un importante operativo de seguridad con el despliegue de mil 400 efectivos de la policía.
Las miles de personas en Plaza de Mayo, algunas de los barrios más populosos y que portaban banderas argentinas como si fuera un día de recordación o "recuperación" de la independencia, dieron un marco espectacular con el sonido también de las llaves agitadas como sonajas y los humos de las llantas quemadas en la tarde en los cortes de calles, puentes y rutas por los desocupados.
La protesta se cumplió también en importantes ciudades del interior, como La Plata, Rosario, Córdoba, Tucumán, Mendoza y Mar de Plata, donde más de 10 mil personas participaron en el cacerolazo, incluyendo a los turistas que también se plegaron.
Por las calles de Rosario desfilaron tractores y máquinas agrícolas de todo tipo, mientras en Córdoba miles de manifestantes exigieron la renuncia del intendente (alcalde), Juan Camerath, un viejo amigo del ex ministro de Economía, Domingo Cavallo.
La movilización incluía una variada gama de reclamos, pero la demanda central era el fin de las impopulares medidas del gobierno, "el fin de la dictadura de la clase política", considerada culpable de que una tercera parte de la población viva en la miseria y la renuncia de los nueve jueces de la Corte Suprema de Justicia.
"Perdimos el miedo"
Unos querían salir de los múltiples corralitos, objetivo principal de la protesta, otros simplemente comer, pero todos estaban juntos, y en medio de todo esto hubo una respuesta constante. "Hemos perdido el miedo, hemos despertado y estamos todos juntos".
De hecho, todo comenzó el mediodía cuando un movimiento de desocupados llamado Barrios Pie llegó hasta las puertas de algunos supermercados para pedir comida, de manera pacífica.
El pasado día 14 el movimiento hizo un pedido de planes de empleo y de alimentos a los ministerios de Trabajo y de Desarrollo Social, pero más allá de las promesas, no se han atendido las necesidades planteadas, indicó Jorge Ceballos, coordinador del movimiento. Por eso, agregó, "nos vemos obligados a acercarnos a las cadenas de supermercados y solicitar alimentos para resolver las necesidades más inmediatas de nuestras familias".
En general, las respuestas han sido magras para los que esperan desde hace mucho tiempo una solución a la extrema marginación en que viven. "Hace más de 10 años que nos tiraron a la basura, y sólo el salir a la calle nos hizo recuperar la dignidad. El movimiento de desocupados tiene muchos muertos", explicó uno de los dirigentes de la coordinadora de Trabajadores desocupados, Aníbal Verón.
Uno de los elementos creativos de este día fue la acción de varias mujeres que se acercaron a las ventanillas de los bancos extranjeros simulando que querían comprar cinco o 10 mil dólares.
En todos los casos se les dijo que esto era posible. Entonces ellas sacaban tarjetas que tenían en esos banco y gritaban: "Así que tienen para vender pero no para devolver".
"Nosotros queremos que se vean multitudes, pedimos, rogamos que no haya violencia inútil", señalaban los manifestantes, quienes preparan otras formas de protesta, como descolgar teléfonos, apagones, ir sobre los medios de comunicación "que ocultan y mienten", y otras acciones.
El gobierno de Eduardo Duhalde reconoció el derecho a la protesta masiva, pero advirtió la posibilidad de que hubiera infiltrados que terminaran desatando la violencia. El temor hizo que los bancos colocaran alambradas y vallas alrededor de sus sedes, lo que dio una imagen muy peculiar al centro porteño.
Nadie piensa abandonar la calle nunca más y el gobierno estaba así esta noche ante la presión popular, y por otro lado bajo las presiones y conspiraciones de los grandes bancos, las compañías extranjeras y los discursos que llegan desde el exterior.
Ansia del FMI por ayudar al país
Desde Tokio, la primera subdirectora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Anne Krueger, afirmó que el organismo está ansioso por ayudar a Argentina a salir de la crisis económica y espera que Buenos Aires pueda comenzar a sostener negociaciones sobre un programa de préstamo.
Sin embargo, reiteró la posición del FMI de que Argentina necesita crear un plan económico exhaustivo antes de que las conversaciones con el organismo se muevan más allá de la etapa técnica actual.
Una fuente del gobierno señaló que el presidente está abierto a instrumentar cualquier medida para salir de la crisis, inclusive la dolarización. Empero, el Ministerio de Economía continúo hoy analizando la posibilidad de pesificar las deudas que aún están dolarizadas y el método para compensar a los ahorristas, cuyos depósitos en dólares fueron convertidos en moneda local.
El comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Pedro Solbes, aseguró que el plan de Duhalde para salir de la crisis tiene importantes carencias y contradicciones que deben ser resueltas.
El plan debe integrar un "compromiso presupuestario", definir el papel del Banco Central y aportar una solución a los problemas del sistema bancario nacional, sostuvo Solbes en Madrid, pero alabó el hecho de que el presidente haya intentado "coger el toro por lo cuernos, tal vez un hecho que no había sucedido en otros gobiernos".
Pero el ex presidente Carlos Menem insistió en su propuesta de dolarizar la economía y pidió un acuerdo estratégico con Estados Unidos, a lo que Amadeo respondió que Duhalde sólo escuchará al ex mandatario cuando diga cosas útiles.
"Menem dice sólo que hay que rectificar el rumbo, pero tiene que plantear la manera. Entonces esa opinión no tiene más valor que el de un cuidadano", señaló.
Precisamente, en la protesta se vieron también los retratos de Fernando de la Rúa y de Carlos Menem ?considerado el principal corrupto junto con su ministro de Economía, Domingo Cavallo? con la leyenda: "Los que nunca volverán". (AGENCIAS)